"El sult¨¢n Berlusconi no caer¨¢, es el due?o de todo el pa¨ªs"
Giovanni Sartori (Florencia, 1924) es uno de los pocos intelectuales italianos que se pronuncia sobre el alud de revelaciones de fiestas con sexo y droga que rodean al primer ministro, Silvio Berlusconi. Sartori public¨® hace dos meses un libro de t¨ªtulo prof¨¦tico, El sultanato, reuni¨®n de sus art¨ªculos para Il Corriere della Sera. El esc¨¦ptico Sartori descarta que los esc¨¢ndalos vayan a tener un coste pol¨ªtico para el sult¨¢n. "Si dimite, lo procesan, luego no puede caer. El partido come de ¨¦l, la Iglesia tambi¨¦n. Y los italianos no saben lo que pasa porque s¨®lo ven la televisi¨®n", afirma.
Pregunta. La idea del libro es que la Italia de Berlusconi no es una dictadura ni tampoco es una democracia, sino un sultanato.
"Los italianos no conocen los esc¨¢ndalos, se informan s¨®lo en TV"
"La Iglesia est¨¢ comprada tambi¨¦n, por eso calla y otorga"
Respuesta. Decid¨ª el t¨ªtulo antes de que salieran las noticias sobre las fiestas y las velinas [azafatas televisivas] y ha hecho fortuna, aunque algunos sultanes eran m¨¢s violentos que ¨¦l. Ten¨ªan brigadas de enanos acr¨®batas que asesinaban a los enemigos. En todo caso, es un r¨¦gimen de corte, un har¨¦n.
P. ?Y en qu¨¦ se parece a una dictadura?
R. ?l no es un dictador del siglo XX porque no ha cambiado la Constituci¨®n, aunque ha intentado vaciarla de contenido desde dentro para quitarle poder al Parlamento. Pero los italianos que lo votan dicen: "Estamos content¨ªsimos con nuestro dictador". Le define la idea de la corte: hace lo que quiere, obtiene lo que necesita, no distingue entre p¨²blico y privado, el placer del poder le gratifica. Est¨¢ a medio camino entre dictador y no. Es el padrone a la antigua, el due?o del cortijo.
P. ?Le han sorprendido los usos del har¨¦n?
R. No, el sult¨¢n hace lo que quiere y lo que le gusta. Sab¨ªamos que las chicas siempre le gustaron. Forma parte del personaje: el lujo, las grandes fiestas, las menores. Todav¨ªa no hay pruebas de eso, pero es absolutamente veros¨ªmil, encaja con el personaje.
P. Ver¨®nica Lario habl¨® de "v¨ªrgenes ofrecidas al drag¨®n".
R. Es su mujer, as¨ª que es l¨®gico pensar que est¨¢ al corriente. Desde entonces calla. ?l tiene muchos y muy fuertes mecanismos de presi¨®n. El primero son los hijos. Si Ver¨®nica habla otra vez, los puede desheredar.
P. ?Cree que esto ser¨¢ el fin de Berlusconi?
R. Ahora ser¨¢ m¨¢s cauto y estar¨¢ m¨¢s atento. Sigue teniendo apoyo popular y ganando elecciones. Dice: "Soy as¨ª, y a los italianos les gusta como soy, no cambiar¨¦". Para protegerse aprobar¨¢ la ley que restringe las escuchas judiciales, hecho grav¨ªsimo porque da?a la actividad policial contra la mafia, pero a ¨¦l esos da?os colaterales jam¨¢s le han importado.
P. Pero la sensaci¨®n es que el fango s¨®lo ha empezado a brotar.
R. Saldr¨¢n fotos y pruebas de todo tipo, pero dir¨¢ que son fotomontajes, calumnias.
P. Su partido no le creer¨¢.
R. El Pueblo de la Libertad es una masa clientelista m¨¢s fiel que la Democracia Cristiana. Todos viven de ¨¦l, papi les da la papilla. No se romper¨¢ tan f¨¢cilmente como la DC, tienen m¨¢s privilegios y m¨¢s poder local, las regiones son un esc¨¢ndalo absoluto. Es una red feroz y voraz que conquista cada vez m¨¢s poder, un para-Estado que tiene todo el inter¨¦s en seguir juntos. Todos se suben al carro del vencedor y ¨¦l deja hacer. Lo ¨²nico que le importa es mantener su patrimonio intacto, lo dem¨¢s es un gran pesebre.
P. ?Y Fini?
R. Fini est¨¢ jubilado. Con la integraci¨®n de los partidos, Berlusconi coron¨® a los coroneles, les hizo ministros. No tiene poder ni sobre los suyos. Es fr¨ªo y saj¨®n hablando, pero su carrera pol¨ªtica est¨¢ coronada de errores y estupideces. Si llegara al poder me fiar¨ªa de ¨¦l menos que de mi gato.
P. Pero la imagen internacional del pa¨ªs empeora cada vez m¨¢s.
R. En el 94 le saltaron encima, nadie cre¨ªa que fuera a durar, y se acostumbraron a ¨¦l. No creo que haya la menor presi¨®n internacional. ?l dice que todo es un complot de nuestros comunistas, Murdoch y EL PA?S, y con esa f¨¢bula sigue adelante. Es muy listo, muy p¨ªcaro. Va a ver a Obama y se coloca el primero de la lista de amigos. Manda m¨¢s soldados a Afganist¨¢n, acoge tres presos de Guant¨¢namo, y Obama no lo puede maltratar.
P. Tampoco parece posible que dimita: pierde la inmunidad.
R. Si dimite, lo procesan. Antes de dimitir se har¨ªa garantizar la inmunidad como Pinochet. Vea su sonrisa: es genuina, aut¨¦ntica. No miente. Trasluce: "Yo os doy la papilla. De los esc¨¢ndalos el pa¨ªs no sabe nada de nada. La televisi¨®n no informa, y el 80% de los italianos se informan a trav¨¦s de la televisi¨®n". Controla seis de siete canales, y el s¨¦ptimo tiene miedo. Es imposible que le pasen la cuenta. No hay esperanza.
P. ?La Iglesia no puede hacerle caer?
R. Est¨¢ muy atenta, pero ¨¦l la deja mandar cada vez m¨¢s. No hay relaciones Iglesia-Estado, es de poder a poder. Ellos tambi¨¦n se meriendan a su Italia, los colegios, el fin de la vida... Est¨¢ comprada como los dem¨¢s. Por eso calla y otorga. Es justo eso, la Iglesia.
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