"Llevar cine espa?ol a EE UU es una utop¨ªa, pero se puede"

Hay quien viaja a Nueva York sin saber muy bien qu¨¦ va a aprender. Y hay quienes ya tienen claro lo que se van a llevar de vuelta. Marta S¨¢nchez (Madrid, 1971) quer¨ªa conocer los secretos de la distribuci¨®n independiente y dedicarse a la promoci¨®n del cine espa?ol en Estados Unidos. "Para ellos el cine espa?ol es como si fuera independiente porque el p¨²blico que ve pel¨ªculas subtituladas es muy restringido", explica mientras se alegra de que la oferta gastron¨®mica de Madrid se haya abierto a fusiones como la de la cocina peruana y la asi¨¢tica.

Para mestizajes, claro, la ciudad de los rascacielos. All¨ª aterriz¨® S¨¢nchez en 1997 con su misi¨®n clara en la cabeza. Primero estudi¨® un m¨¢ster de gesti¨®n de empresas culturales en la Universidad de Nueva York, luego hizo pr¨¢cticas en los Anthology Film Archives -la filmoteca fundada por Jonas Mekas- y en el MOMA, hasta que encontr¨® la horma de su zapato: Women Make Movies, la mayor distribuidora de cine hecho por mujeres del mundo. Lo cuenta mientras picotea una ensalada de pollo, mango y hierbabuena. Hoy no tiene mucho apetito y prefiere compartir platos. Cuando aprendi¨® los entresijos del cine independiente fund¨® Pragda, su propia empresa y cre¨® Shortmetraje, el festival de cortos que este a?o se programar¨¢ por octavo a?o en varias ciudades estadounidenses. "Nadie se ocupaba de llevar a EE UU cortometrajes espa?oles, el g¨¦nero m¨¢s libre y m¨¢s arriesgado", dice mientras enreda en los tiraditos -"esto es como el ceviche, ?no?"- y recuerda que desde hace a?os cuenta para sus proyectos con la complicidad de Richard Pe?a, responsable de la programaci¨®n de cine del Lincoln Center y director del Festival de Cine de Nueva York.

La promotora lanz¨® un festival de cortos en varias ciudades estadounidenses

Shortmetraje fue el banco de pruebas de lo que pod¨ªa hacer en EE UU con el cine espa?ol. Y no se qued¨® ah¨ª. Ahora, Pragda lleva cada a?o una selecci¨®n de producciones espa?olas, en un festival itinerante que viaja por Chicago, Eugene (Oreg¨®n), Portland, Seattle, Miami o Houston, entre otras sedes. "Nos interesa mostrar la variedad de la producci¨®n espa?ola: cortos, largos o mediometrajes, documentales o ficci¨®n". Adem¨¢s, organiza ciclos que reflexionan sobre un aspecto del cine espa?ol como Spain (Un)Censored, una antolog¨ªa de las pel¨ªculas realizadas durante la censura franquista, que el a?o pasado se program¨® en el MOMA. En su proyecto m¨¢s reciente, Cine clandest¨ª, ha rescatado para el p¨²blico estadounidense -fue en mayo en el Lincoln Center- las producciones underground que se realizaron en Barcelona en la dictadura. Su pr¨®ximo objetivo es atacar el mercado educativo: "En EE UU hay muchas universidades que usan pel¨ªculas para sus clases, pero tienen que estar subtituladas en ingl¨¦s. Es algo tan b¨¢sico como eso. A veces no se crean c¨¢tedras de estudios hisp¨¢nicos porque no tienen material"

?Una quijotada? "Cuando hablo con los productores, me dicen: '?Qu¨¦ valiente!'. ?Es una utop¨ªa llevar cine espa?ol a EE UU? Puede que s¨ª, pero trabajando se puede llegar. El cine es la ventana que tenemos hacia el mundo". Tan arriesgado, quiz¨¢s, como cocinar una zamburi?a gallega a la japonesa. Hay que intentarlo, dice, porque el resultado puede ser una agradable sorpresa.