La investigaci¨®n se centra en los m¨¦dicos de Jackson

Con una autopsia inconclusa a la espera de los resultados de los an¨¢lisis de toxicolog¨ªa, la muerte de Michael Jackson sigue siendo tan misteriosa como su vida. Y los planes para su funeral, m¨¢s complejos que cualquiera de sus giras. El departamento forense confirm¨® que ha entregado el cuerpo de Jackson a la familia, una vez efectuada una autopsia donde lo ¨²nico que qued¨® claro es que el int¨¦rprete hab¨ªa muerto sin se?ales de violencia que pudieran indicar un robo o un asalto contra su persona.

Jackson dej¨® de respirar en su cama mientras su doctor personal, el cardi¨®logo Conrad Murray, intentaba resucitarle aplic¨¢ndole los primeros auxilios. Pocas horas m¨¢s tarde los doctores del centro m¨¦dico Ronald Reagan UCLA confirmaban su fallecimiento tras intentar por todos los medios que Jackson recuperara la consciencia. De ah¨ª que Murray, quien tambi¨¦n le acompa?¨® en la ambulancia, sea el centro de la investigaci¨®n que efect¨²a la polic¨ªa para conocer esos ¨²ltimos momentos y aclarar las causas de la muerte del autor de Invincible. Seg¨²n todas las informaciones, Jackson fue quien escogi¨® a Murray para estar a su lado mientras se preparaba para la gira mundial de conciertos que resucitar¨ªa su imagen. Jackson incluso impuso su elecci¨®n a los promotores del concierto, AEG Live, que por razones log¨ªsticas prefer¨ªan a un m¨¦dico local en Londres, donde estaba previsto que la gira diera comienzo, dijo Randy Phillips, presidente de la promotora.

Murray, de 51 a?os, nunca antes hab¨ªa tenido problemas en su pr¨¢ctica como m¨¦dico seg¨²n todas las informaciones y hab¨ªa cerrado hace 11 d¨ªas su consulta en Las Vegas en una excedencia temporal para estar junto a Jackson en lo que describi¨® a sus pacientes como "una oportunidad ¨²nica en la vida". Sin embargo, sin que exista una investigaci¨®n criminal, la polic¨ªa de Los ?ngeles quiere entrevistar a Murray para conocer m¨¢s detalles de la salud del cantante y de sus ¨²ltimas horas de vida, cuando supuestamente recibi¨® una inyecci¨®n de demerol, morfina sint¨¦tica, algo que, al parecer, era tan com¨²n en su r¨¦gimen que el int¨¦rprete lo hab¨ªa bautizado como "t¨®nico de salud".

La grabaci¨®n de la llamada a los servicios de emergencia el pasado jueves tambi¨¦n abri¨® una nueva duda respecto al comportamiento profesional de Murray en esos ¨²ltimos instantes, cuando intent¨® resucitar a Jackson en su cama en lugar de colocarlo en una superficie dura como el suelo donde es m¨¢s f¨¢cil y conveniente aplicar la presi¨®n necesaria para los primeros auxilios.

La polic¨ªa tambi¨¦n quiere hablar con el amigo, m¨¦dico y manager de Jackson desde hace a?os, Tohme Tohme, sobre el posible consumo de drogas y medicinas del int¨¦rprete. Seg¨²n informaciones filtradas por la familia del menor de los Jackson 5, su padre Joseph estaba preocupado por el consumo reciente de drogas por parte de su hijo y le hab¨ªa instado a que ingresara en una cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n. Jackson admiti¨® su adicci¨®n en la d¨¦cada de los noventa, cuando ingres¨® en la cl¨ªnica Betty Ford y varias fuentes han se?alado que los intensos ensayos cara a su pr¨®xima gira, la primera en 12 a?os, as¨ª como los achaques de un cuerpo de 50 forzado por un perfeccionista a la hora de darlo todo por su p¨²blico pod¨ªan haber llevado al cantante a un consumo de analg¨¦sicos y otros medicamentos para eliminar los dolores. La familia pidi¨® ayer una segunda autopsia que se llev¨® a cabo en un lugar secreto de Los ?ngeles.

Mientras la polic¨ªa intenta aclarar estas dudas y a la espera de los an¨¢lisis de toxicolog¨ªa, que podr¨ªan tardar entre cuatro y seis semanas, la familia tiene que responder a otra pregunta reunida a puerta cerrada en la mansi¨®n de Encino, en el valle cercano a la ciudad californiana, para tomar una decisi¨®n sobre los planes para el funeral de Jackson. Son de todos conocidos los extravagantes planes que el cantante ten¨ªa para su fallecimiento. Algunos de ellos, fruto de la ciencia ficci¨®n, como esparcir sus cenizas esparcidas en la Luna o ser congelado tras su muerte.