Obama exige "respeto a la democracia"
Clinton afirma que el levantamiento tiene que ser "condenado por todos"
Prudente ante una situaci¨®n todav¨ªa confusa, Barack Obama llam¨® ayer a resolver la crisis creada en Honduras de forma pac¨ªfica y de acuerdo con los valores democr¨¢ticos. El presidente norteamericano expres¨® asimismo su "profunda preocupaci¨®n" por la detenci¨®n y la expulsi¨®n del presidente hondure?o, Manuel Zelaya.
"Como hizo el viernes la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA)", manifest¨® Obama a trav¨¦s de un comunicado, "llamo a todos los actores pol¨ªticos y sociales en Honduras a respetar las normas democr¨¢ticas, la ley y los principios de la Carta Democr¨¢tica Interamericana". "Cualquier disputa o tensi¨®n existentes debe ser resuelta pac¨ªficamente por medio de un di¨¢logo libre y sin interferencias extranjeras".
"Cualquier disputa debe ser resuelta con di¨¢logo", dice el presidente de EE UU
Esas dos ¨²ltimas palabras de la nota de la Casa Blanca hacen referencia al aspecto de la pol¨ªtica hondure?a que m¨¢s preocupa en Washington: la estrecha colaboraci¨®n entre Zelaya y el presidente de Venezuela, Hugo Ch¨¢vez. Fuera del hecho de que, con Zelaya, Honduras hab¨ªa pasado a engrosar la lista de aliados de Ch¨¢vez y, por tanto, de su ret¨®rica antinorteamericana, ese peque?o pa¨ªs centroamericano no formaba parte de las preocupaciones de EE UU.
No era as¨ª en los a?os ochenta, con Ronald Reagan en la presidencia, cuando Honduras era la base de la contra nicarag¨¹ense y, como tal, una pieza estrat¨¦gica en el ajedrez anticomunista en Centroam¨¦rica. Pero hace tiempo que eso pas¨® y hoy Honduras est¨¢ entre los ¨²ltimos de una regi¨®n que, a su vez, se encuentra entre las ¨²ltimas ocupaciones de la diplomacia norteamericana.
Estos acontecimientos, sin embargo, vienen a poner sobre la mesa algunos asuntos inequ¨ªvocamente latinoamericanos que parec¨ªan olvidados: la fragilidad de las instituciones democr¨¢ticas, el papel anticonstitucional de los militares y el efecto desestabilizador del presidencialismo populista.
Obama tiene, obviamente, prioridades mucho m¨¢s urgentes que Honduras en el ¨¢mbito internacional, pero los sucesos en ese pa¨ªs tienen un cierto potencial de crear oleaje en la regi¨®n y representar un considerable dolor de cabeza para Obama.
El presidente Zelaya ya se hab¨ªa cruzado inc¨®modamente en el camino de la Administraci¨®n de Obama a comienzos de este mes como anfitri¨®n de la ¨²ltima asamblea de la OEA. Respondiendo a la l¨ªnea marcada por Ch¨¢vez, Zelaya forz¨® la discusi¨®n sobre la reincorporaci¨®n de Cuba a la organizaci¨®n y dificult¨® todo lo posible un acuerdo.
Zelaya es, desde luego, un socio inc¨®modo para Washington, pero nada comparable a la incomodidad que, en estos momentos, en EE UU, puede producir un movimiento cuartelero que conduzca a una situaci¨®n incierta. Un escenario as¨ª no s¨®lo puede extender la crisis hacia vecinos muy vulnerables, como El Salvador o Nicaragua, sino que puede servir de pretexto para nuevas arengas de quienes s¨®lo sobreviven en el h¨¢bitat de los golpes de Estado, la persecuci¨®n de la izquierda y las sospechas sobre Washington.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo a su vez que la detenci¨®n y deportaci¨®n de Zelaya supone un acto que tendr¨ªa que ser "condenado por todos".
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