?Qui¨¦n teme a Homer Simpson?

La Asociaci¨®n de Usuarios de la Comunicaci¨®n ha remitido al Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid un informe alertando sobre la malsana influencia de algunas series televisivas en ni?os y adolescentes. Se han analizado 87 espacios emitidos durante ocho meses en horario de protecci¨®n infantil. Una de las principales conclusiones es que "las series desautorizan a los padres y banalizan el sexo y la droga, sobre todo, el alcohol". En realidad est¨¢n afirmando que esos espacios televisivos son un peligro social para todos los madrile?os, no s¨®lo para la infancia y la mocedad.

No se salva de la quema casi ninguna serie, desde F¨ªsica o qu¨ªmica hasta HKM. Incluso se llega a cuestionar al simp¨¢tico Pocoy¨® porque da "una visi¨®n excesivamente aut¨®noma de la infancia". Pero los principales dardos van contra Los Simpson, Padre de familia y American dad, tres renombrados productos de la factor¨ªa Fox que cuentan con multitud de seguidores de todas las generaciones, incluidas la ni?ez y las se?oras de edad.

Se?ala el informe que la figura del menor "es utilizada a veces como excusa para ofrecer puntos de vista de adultos". Precisamente ah¨ª est¨¢ la gracia, se?ores. Cada una a su modo, las tres series se r¨ªen a carcajadas de la clase adulta y retratan de forma bastante realista la insensatez de los mayores. Los ni?os deber¨ªan seguir con aplicaci¨®n todos los cap¨ªtulos para que se vayan dando cuenta de lo que les espera.

Por otra parte, hay algo que el informe no contempla: la infancia tiene un depurado sentido del humor. Son ni?os, pero no tontos. El ¨²nico mal que les puede hacer Bart Simpson es que alguna vez remeden determinada trastada. Hay que mantener a raya al director Skiner, al cura, a Flanders, al alcalde, al empresario y, por supuesto, a la bestia de Homer Simpson. Al menos, en Madrid.