"El PNV est¨¢ preparado para afrontar la traves¨ªa del desierto"
Fue otra de las llamadas "noches hist¨®ricas" para Euskadi, y Josep Antoni Duran i Lleida, acompa?ado por su esposa, no quiso perderse esos momentos y respald¨® con su presencia al partido amigo. Ese 30 de noviembre de 1986, el PNV, que a¨²n padec¨ªa el traum¨¢tico proceso de su escisi¨®n, hab¨ªa congregado a sus afiliados y dirigentes en un hotel al final de la Gran V¨ªa bilba¨ªna. Largas horas que, tras la confianza inicial de los burukides, se convirtieron en una tensa decepci¨®n a medida que iban cayendo los resultados electorales. El PNV perd¨ªa 180.000 votos con respecto a los comicios anteriores de 1984, y la convocatoria de estas nuevas elecciones a mitad de legislatura favorec¨ªa a dos formaciones. Mientras EA, liderada por Carlos Garaikoetxea, en tan solo ocho semanas de existencia irrump¨ªa con fuerza y 181.000 votos en la vida pol¨ªtica vasca, el PSE, con sus 252.000 papeletas, lograba superar en dos esca?os a su eterno rival.
"Mi relaci¨®n con Arzalluz sigue siendo cordial, pero muy escasa"
"Me sent¨ª siempre muy pr¨®ximo a los planteamientos de Imaz" "Imaz hac¨ªa muchos esfuerzos de comprensi¨®n sobre Catalu?a"
"Es l¨®gico que al principio el Partido Nacionalista Vasco lama sus heridas"
"Un entendimiento entre socialistas y nacionalistas ser¨ªa en el futuro lo m¨¢s sensato"
"La expulsi¨®n del PNV de la Internacional Dem¨®crata Cristiana fue un error del PP"
"Recuerdo un Alderdi. Si yo digo lo mismo que Arzalluz en mi partido, me matan"
"Uni¨® ha sido y sigue siendo un partido muy leal al PNV"
"Los j¨®venes que recluta ETA no se dan cuenta del rechazo mayoritario de la sociedad vasca"
"Era imposible que el PSE llegase a un acuerdo con el PNV con Ibarretxe al frente"
"Al final Otegi demuestra su poca valent¨ªa. Yo no creo en Otegi, que no va a dar el paso"
"El nuevo Ejecutivo ser¨¢ fr¨¢gil por las desavenencias que se van a producir entre PP y PSOE"
Esa noche, y dada su victoria relativa, el candidato socialista a lehendakari, Txiki Benegas, anunciaba su prop¨®sito de formar gobierno. Minutos despu¨¦s, Xabier Arzalluz, al pie de una escalera del hotel bilba¨ªno y ante una multitud de simpatizantes peneuvistas, intentaba reanimar a los suyos pidiendo "m¨¢s ¨¢nimo que nunca" y criticaba a Garaikoetxea, contra el que se coreaban insistentemente gritos de "traidor". Los lamentos sobre el futuro de la televisi¨®n o la polic¨ªa vascas fueron constantes a medida que avanzaba la noche.
Una hora m¨¢s tarde, el presidente de EA, en una comparecencia euf¨®rica ante los medios, iba m¨¢s lejos recalcando que "si Xabier Arzalluz y Jos¨¦ Antonio Ardanza tuvieran verg¨¹enza torera se retirar¨ªan de la pol¨ªtica tras el estrepitoso fracaso que han cosechado". Evidentemente, ni uno ni otro siguieron ese consejo, y semanas m¨¢s tarde Ardanza volvi¨® a ser elegido lehendakari, inici¨¢ndose una larga etapa de colaboraci¨®n con los socialistas en el Gobierno vasco que dur¨® 12 a?os.
"Fue una noche especial en la que no se pod¨ªa ocultar cierta decepci¨®n, y muchos de los dirigentes del PNV mostraban su cara de preocupaci¨®n ante las grandes inc¨®gnitas que se abr¨ªan sobre la gobernabilidad de Euskadi", recuerda Duran i Lleida en su coqueto despacho de las Cortes. Siempre elegante, con un impecable traje gris, corbata de moda a rayas y llamativas gafas de montura roja, el l¨ªder de Uni¨® Democr¨¤tica de Catalunya (UDC) se acomoda en una butaca frente al ventanal y su amplia mesa de trabajo, en la que la colocaci¨®n de carpetas y papeles muestra su enfermiza man¨ªa por el orden. La pulcra decoraci¨®n tambi¨¦n es signo del buen gusto del interlocutor: las plantas, los grabados, alguno de T¨¤pies; las fotos de sus tres hijas, la nutrida biblioteca con publicaciones del Parlamento, libros de colegas o de historia de Catalu?a,... Todo est¨¢ en su sitio.
Acaba de participar en una de las votaciones del pleno del Congreso y en menos de una hora deber¨¢ regresar al tajo para presidir una nueva reuni¨®n de la Comisi¨®n Permanente de Asuntos Exteriores de la C¨¢mara baja. Acostumbrado a las justas parlamentarias, Duran vocaliza bien, habla r¨¢pido, pero se expresa de forma concisa, para recordar que sus relaciones con Euskadi se remontan a m¨¢s de una d¨¦cada anterior a la noche electoral antes citada: "Mi primera relaci¨®n con gente del PNV se produjo fuera de Euskadi, y fue en un encuentro en la Academia Konrad Adenauer el a?o 1975. En esa ¨¦poca, tanto el PNV como nuestro partido pertenec¨ªan a la Internacional Dem¨®crata Cristiana, y en esos a?os previos a la democracia en Espa?a, la CDU alemana nos impart¨ªa cursillos de formaci¨®n. Mi primer contacto con algunos representantes vascos, entre ellos I?aki Anasagasti, fue durante uno de esos encuentros. Ellos, como yo, ¨ªbamos a aprender algo de pol¨ªtica".
Duran echa mano tambi¨¦n de la memoria hist¨®rica para ser m¨¢s preciso y subraya que en 1931, en la Segunda Rep¨²blica, los dos partidos ya ten¨ªan buenas relaciones, que se intensificaron cuando Manuel de Irujo fue nombrado ministro de Justicia y permaneci¨® alg¨²n tiempo junto al Ejecutivo republicano en Barcelona. Los a?os de exilio y su pertenencia a instituciones como el Movimiento Europeo y la Internacional Dem¨®crata Cristiana estrecharon m¨¢s tarde, a¨²n m¨¢s, esos lazos.
"Antes de visitar pol¨ªticamente por primera vez el Pa¨ªs Vasco tuve un encuentro con alguien que se convirti¨® m¨¢s tarde en un gran amigo y que falleci¨® recientemente: Gorka Aguirre. ?l hab¨ªa nacido en el exilio en B¨¦lgica, y recuerdo perfectamente nuestro primer encuentro frente a una cerveza, que era lo que realmente le gustaba a Gorka, en una cafeter¨ªa de Amsterdam, ciudad a la que acudimos en representaci¨®n de los juventudes de nuestros respectivos partidos. Participamos en una reuni¨®n de la ejecutiva de la Uni¨®n de J¨®venes Dem¨®cratas Cristianos Europeos".
El primer viaje de Duran a Euskadi se concret¨® en 1977 como miembro de la ejecutiva de UDC. Hizo un cansado trayecto de noche en tren para reunirse con miembros de la ejecutiva peneuvista en la antigua sede del partido en la calle del Marqu¨¦s del Puerto de Bilbao. A partir de ah¨ª se consolida una relaci¨®n fluida entre partidos, y nace tambi¨¦n una relaci¨®n fluida entre personas que se ha mantenido durante muchos a?os, por ejemplo con Xabier Arzalluz.
- ?Sigue manteniendo esa relaci¨®n con el ex presidente del PNV?
- No. Mi relaci¨®n con Arzalluz sigue siendo cordial, pero muy escasa. Es evidente. Creo que los planteamientos pol¨ªticos de la ¨²ltima etapa de Arzalluz, que yo no he compartido, han enfriado una relaci¨®n personal que fue muy intensa. Aprend¨ª mucho de Xabier, porque viaj¨¦ a menudo con ¨¦l con motivo de la Internacional y me permiti¨® conocer a otros grandes l¨ªderes del PNV, como Manuel de Irujo, Juan de Ajuriaguerra, Jes¨²s Intxausti o el lehendakari Jes¨²s Mar¨ªa Leizaola. Asist¨ª a los funerales de todos ellos, como al de Gorka Aguirre hace pocas semanas.
Como queriendo corroborar esa estrecha relaci¨®n con el PNV, Duran se jacta de poseer todo un r¨¦cord: desde 1977 ha asistido a todos los Alderdi Eguna (D¨ªa del Partido). La gran fiesta anual peneuvista siempre le ha impactado, y hoy recuerda especialmente una celebraci¨®n que coincide con la luna de miel entre el PNV y el PP, la ¨¦poca de 1996 a 2000, cuando Aznar visita Euskadi y es recibido en Foronda por el lehendakari Ardanza, que coincide con la renovaci¨®n del Cupo vasco. En el Alderdi Eguna de ese a?o, Arzalluz elogi¨® sorprendentemente al entonces presidente del Gobierno,Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y a "la derecha civilizada" que representaba el PP. "Recuerdo que ante algunas de las palabras que dijo Xabier yo mismo me pregunt¨¦, junto a quien ten¨ªa a mi lado, que era otro miembro de la ejecutiva de mi partido: 'Bueno, si yo digo esto mismo en mi partido, me matan'. Siempre me acordar¨¦ de aquella intervenci¨®n pol¨ªtica. Todav¨ªa a alguno se lo re-cuerdo por la cantidad de agua ca¨ªda desde entonces, pero no por cuestiones pol¨ªticas, sino porque son cuestiones meteorol¨®gicas".
Al referirse a Juan Jos¨¦ Ibarretxe, Duran mide sus palabras, pero reconoce que su relaci¨®n con el anterior lehendakari ha sido mucho m¨¢s distante y que "es posible" que se deba a sus planteamientos soberanistas. Para el pol¨ªtico catal¨¢n resulta evidente que dentro del PNV ha habido dos maneras de entender cu¨¢l era el camino a seguir: una, la representada por Josu Jon Imaz, y otra, por Ibarretxe y Arzalluz. "Me sent¨ª siempre muy pr¨®ximo a los planteamientos de Imaz, y aunque no deseo entrar en cuestiones internas del PNV, me parece entender, desde fuera, que Ardanza est¨¢ tambi¨¦n m¨¢s pr¨®ximo a esos planteamientos que al de los soberanistas. Debo admitir que en el ¨²ltimo Alderdi Eguna me sorprendi¨® el anuncio de la candidatura de Ibarretxe, porque ten¨ªa la impresi¨®n, no digo el convencimiento, de que el lehendakari pod¨ªa dejarlo, dando paso a otro candidato. Me sorprendi¨® el discurso de I?igo Urkullu y me pill¨® por sorpresa".
Aunque m¨¢s sensible a la otra v¨ªa, el l¨ªder de UDC niega que la pol¨ªtica de Ibarretxe en estos diez a?os haya podido enfriar las relaciones entre los dos partidos. "No, no. Durante mucho tiempo, UDC ha sido y sigue siendo un partido muy leal al PNV, hasta el extremo de que cuando se produce la escisi¨®n de EA, Uni¨® se mantiene fiel a esa relaci¨®n hist¨®rica con el PNV, mientras Converg¨¨ncia opta en aquel momento por la relaci¨®n con EA. Recuerdo c¨®mo fue recibido Garaikoetxea en Barcelona por el president Pujol. Nosotros apostamos, y cuando se conoce la Declaraci¨®n de Barcelona y el secretario general de Converg¨¨ncia Pere Esteve se aproxima al PNV y ¨¦ste nos deja de lado, me llevo un gran disgusto, porque traicionaba nuestra lealtad. Con el tiempo, tanto con Arzalluz como con Imaz se fueron recomponiendo las hist¨®ricas relaciones".
Su simpat¨ªa hac¨ªa Josu Jon, como se refiere a Imaz, resulta m¨¢s que evidente y habla con mucho afecto del anterior presidente peneuvista. Duran conoci¨® a Imaz en Bruselas en 1986, cuando ambos coincidieron como j¨®venes eurodiputados en su primera experiencia como electos en el Parlamento europeo. Si mantuvo una buena relaci¨®n con Andoni Monforte y Jon Gangoiti, se convirti¨® en verdadera amistad con Imaz. "A Josu Jon le conoc¨ª entonces y de ah¨ª naci¨® una gran amistad. Era una persona que hac¨ªa muchos esfuerzos de comprensi¨®n respecto de Catalu?a y utilizaba el catal¨¢n, que habla bien, siempre que pod¨ªa. Es una persona m¨¢s joven que yo y con la que pol¨ªticamente he coincidido mucho. El manifiesto o la carta que publica con motivo de su dimisi¨®n es un documento que yo entiendo y suscribo. Y me consta que cuando vino a nuestro ¨²ltimo congreso expres¨® la coincidencia con mis planteamientos del discurso de clausura, que en el fondo estaba en la l¨ªnea de reflexi¨®n que ¨¦l concretaba en su famosa carta de despedida, que sinceramente sent¨ª mucho", apunta.
Otro acontecimiento que Duran vivi¨® con sumo disgusto fue la expulsi¨®n del PNV de la Internacional Dem¨®crata Cristiana, promovida por el PP, que articul¨® un discurso que ligaba a los nacionalistas democr¨¢ticos con el mundo radical, incluso con el entorno de ETA. "Era injusto", recalca el l¨ªder de Uni¨®. "El PNV defendi¨® sus tesis, pero cont¨® con pocos apoyos, porque no hay que olvidar que el PP era partido de Gobierno y contaba con la ayuda de muchos partidos democristianos de Am¨¦rica Latina, que ingresaron a la Internacional, que entonces perdi¨® identidad a base de incrementar la cantidad. Pero reitero que muchos de ellos expresaron posteriormente p¨²blica y privadamente su arrepentimiento por haber apartado al PNV de sus filas. Eso fue un error del PP, fruto de la ¨¦poca de mayor¨ªa absoluta, que pas¨® de una excelente relaci¨®n a una ruptura que coincide con el Pacto de Lizarra. Se produce cruz y raya y Aznar le hace la vida imposible al PNV incluso a nivel internacional".
Hoy, la situaci¨®n ha cambiado en Euskadi, y despu¨¦s de casi 30 a?os de hegemon¨ªa, el PNV se encuentra con la dura realidad de asumir la p¨¦rdida de poder, como le ocurri¨® al nacionalismo catal¨¢n hace escasos a?os. El presidente del Comit¨¦ de Gobierno de UDC recuerda que ellos ya han pasado por esa experiencia y cree que en Euskadi se reconducir¨¢n las cosas. "Es l¨®gica que al principio lamas tus heridas", apunta. "Particip¨¦ en la campa?a del PNV en el mitin central de San Sebasti¨¢n y me harte de explicar que eso iba a ser as¨ª; que estaba cantado que el PSE se pondr¨ªa de acuerdo con el PP para gobernar, porque era imposible que los socialistas vascos llegasen a un acuerdo con los nacionalistas mientras Ibarretxe estuviese al frente".
Y prosigue: "El PNV, que es un partido con gran enraizamiento en la sociedad, con presencia en las diputaciones y en muchos municipios, est¨¢ m¨¢s preparado para afrontar la traves¨ªa del desierto que comporte los a?os fuera del poder. El nuevo Ejecutivo vasco ser¨¢ un Gobierno fr¨¢gil por las desavenencias que se van a producir en el futuro entre el PP y el PSOE, tanto en la pol¨ªtica espa?ola como en su proyecci¨®n en Euskadi. El Gobierno de Patxi L¨®pez tendr¨¢ frente a ¨¦l un partido muy fuerte de oposici¨®n. Adem¨¢s, estoy convencido que si los a?os del Gobierno de Ardanza fueron positivos para el Pa¨ªs Vasco, la f¨®rmula de un entendimiento entre los socialistas y los nacionalistas ser¨ªa en el futuro lo m¨¢s sensato. Tambi¨¦n traslado la f¨®rmula a Catalu?a, donde no funciona la alianza de izquierdas".
Duran i Lleida, quien particip¨® en muchos funerales de v¨ªctimas de ETA, se muestra muy afectado por el nuevo asesinato de la banda. Hace pocas horas que la organizaci¨®n terrorista ha matado al inspector de polic¨ªa Eduardo Puelles, y el drama tambi¨¦n ha sacudido a los miembros del Congreso de Diputados. A pesar de los intentos de llegar a un acuerdo con el mundo de ETA, con el Pacto de Lizarra por parte del PNV y con la iniciativa negociadora de Rodr¨ªguez Zapatero, el l¨ªder de UDC cree que se ha demostrado que el di¨¢logo no va a dar resultados. "Quien manda no es Batasuna, sino ETA, una organizaci¨®n que, sin duda, est¨¢ mucho m¨¢s d¨¦bil que antes, pero que sigue reclutando a gente cada vez m¨¢s joven, que incluso tiene menos sentido de la responsabilidad de llegar a la conclusi¨®n de que, tras 50 a?os matando, no conseguir¨¢ nada".
"Pol¨ªticamente han perdido la guerra", a?ade Duran, "y creo que la gente joven que recluta ETA, gente con poca experiencia y formaci¨®n, no se da cuenta de la realidad que se plasma en un rechazo mayoritario de la sociedad vasca. No obstante, por lo que hace referencia a acabar con ETA mediante el dialogo, no soy optimista. Creo que frente a ETA, lamentablemente, no cabe otra f¨®rmula que la persecuci¨®n policial y, sobre todo, la colaboraci¨®n popular para deslegitimarla, porque Otegi no va a dar el paso. Lo que ha hecho en las dos ¨²ltimas ocasiones es ganar tiempo, pero al final demuestra su poca valent¨ªa. Yo no creo en Otegi".
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