Pop
El final estaba maldito desde que alguien, supongo que un publicista a sueldo, colg¨® junto a su nombre el letrero de "rey del pop". El "pop", trasunto cultural de la producci¨®n en cadena y de la sociedad de consumo, concede a sus elegidos todos los bienes del mundo: riqueza, influencia, oleadas de veneraci¨®n colectiva. Exige a cambio todos los bienes de la persona.
El acuerdo f¨¢ustico debe parecer satisfactorio en el momento de la firma: al fin y al cabo, ?qu¨¦ son los bienes de una persona, comparados con el mundo? No hablamos de territorio b¨ªblico ni de tentaciones del desierto en un marco de trascendencia y de valores inmortales, sino de vida a secas, de tiempo que se esfuma, de gloria popular o anonimato ¨ªntimo. La elecci¨®n est¨¢ cantada.
Quienes firman conocen el precio. Tal vez no en ese momento, pero s¨ª al cabo de poco, cuando se pagan los primeros anticipos: no, elegido insigne del "pop", t¨² no eres tuyo, eres nuestro. Perteneces al mercado, a nosotros que pagamos y tenemos derechos sobre ti. Ni vida privada ni derecho de r¨¦plica. Esto es el "pop".
Han de saber, por fuerza, que el final ser¨¢ tremendo. El "pop" acaba de cobrar su parte del contrato en el momento de la muerte. Para el elegido ya no cuentan las riquezas mundanas; para al "pop", en cambio, llegan las plusval¨ªas: una vida completa, como un paquete cerrado, que se abrir¨¢ ante los ojos del mercado.
Incluso alguien como Michael Jackson, paradigma de la vida consagrada al "pop" desde la infancia, ten¨ªa que ser consciente de que le faltaba la subida p¨®stuma al escenario. Subi¨® el cad¨¢ver de Elvis, subir¨¢ el cad¨¢ver de Madonna, sube ahora el de Jacko para el moonwalk final. Exh¨ªbete, elegido: lo queremos todo sobre el demerol, la morfina, el sufrimiento, la angustia. Lo queremos todo sobre tus sentimientos y tus fracasos ¨ªntimos. Queremos autopsias y revelaciones sensacionales. Queremos asegurarnos de que eras un monstruo. Queremos descubrir que a¨²n ten¨ªas aspiraciones, que a¨²n esperabas reba?ar alguna satisfacci¨®n a tu existencia.
El "pop" somos nosotros y eres nuestro.
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