Mueren siete inmigrantes magreb¨ªes al volcar su patera frente a Barbate

La playa amaneci¨® con botellas de agua con letras ¨¢rabes, latas de conserva, paquetes de galletas y bolitas de coco. Era el men¨² del viaje. En la arena quedaron tambi¨¦n botes de crema solar y alg¨²n protector labial. Para vencer la ausencia de sombra del trayecto. Su barco, una patera azul de madera delgad¨ªsima, qued¨® encallada en la orilla tras haber volcado s¨®lo unos metros antes. No era el final pactado. Al menos siete inmigrantes procedentes de Marruecos, dos de ellos de raza negra, murieron ayer junto a al faro de Trafalgar, en Barbate (C¨¢diz). Otros doce, tres de ellos menores, sobrevivieron. Al resto de pasajeros se les buscaba ayer en tierra y en el agua. Los radares del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) no detectaron la embarcaci¨®n.

La barca ten¨ªa un solo motor y realiz¨® uno de los trayectos m¨¢s temerarios

La patera consigui¨® burlar el control del SIVE y lleg¨® hasta Trafalgar

Seg¨²n el testimonio de los supervivientes, la patera hab¨ªa salido de Kenitra (Marruecos) al anochecer. Era un trayecto de los considerados baratos y m¨¢s temerarios. Cruzar el Estrecho en pocas horas y con muchos ocupantes en una patera de escasa calidad, de las que se usaban hace dos d¨¦cadas, y con un solo motor. Un viaje de tercera en la ruta clandestina. Varios de los agentes y operarios que participaron en el rescate ofrecieron dos teor¨ªas sobre la causa del siniestro. Unos apuntaron que la embarcaci¨®n choc¨® contra las rocas de la zona m¨¢s cercana al faro y eso provoc¨® la ca¨ªda de algunos de los tripulantes. Otros explicaron que la patera volc¨® a la orilla por la precipitaci¨®n de sus ocupantes para abandonarla. Lo cierto es que toc¨® tierra sin que el SIVE, el potente sistema tecnol¨®gico con el que el Ministerio del Interior ha blindado la costa gaditana, se percatara. Fue un particular el que dio aviso a la Guardia Civil. Hab¨ªa mar de leva, con mucha corriente, pero apenas oleaje. El cielo estaba totalmente despejado.

Los agentes encontraron en seguida los primeros cuatro cad¨¢veres, frente al conocido restaurante Sajorami. Eran dos hombres, de unos 30 a?os, y dos mujeres, de la misma edad. Uno ten¨ªa la pierna rota. Una de ellas presentaba la cicatriz de una ces¨¢rea reciente. Todos ten¨ªan ara?azos en el cuerpo. La forense determin¨® que hab¨ªan muerto s¨®lo dos horas antes. Eran las nueve de la ma?ana. El viaje iniciado al anochecer termin¨® al amanecer. Los primeros supervivientes fueron apareciendo por los alrededores. Hasta ayer se contabilizaron diez. Uno de ellos tuvo que ser ingresado en el hospital de Puerto Real por presentar grave s¨ªntomas de hipotermia. Ayer segu¨ªa en observaci¨®n, aunque no se tem¨ªa por su vida. El resto fue atendido por Cruz Roja y trasladados hasta Algeciras para iniciar su repatriaci¨®n.

Uno de los supervivientes, el primero con el que hablaron los agentes, habl¨® de 50 compa?eros de viaje. El resto redujo a esa cifra a no m¨¢s de 30. Por la tarde, en el otro lado de la playa, en Cala Isabel, aparecieron otros dos cuerpos. El equipo de salvamento increment¨® sus medios y los despleg¨® desde Zahora hasta Zahara de los Atunes, pr¨¢cticamente toda la costa barbate?a. Finalmente se encontr¨® un s¨¦ptimo cad¨¢ver, que hubo de ser rescatado en el agua

El Obispado de C¨¢diz y Ceuta fue el primero en condenar esta tragedia. "Las autoridades de Espa?a, de la Uni¨®n Europea y de Marruecos tendr¨¢n que preguntarse qu¨¦ est¨¢ ocurriendo para que vuelvan a resurgir estas v¨ªas de acceso a nuestras costas con el grave riesgo de naufragio y de muerte", denunci¨® en un comunicado en el que criticaba tambi¨¦n que los costosos medios de vigilancia no hubiesen funcionado.

La Guardia Civil reforz¨® tambi¨¦n los controles en los alrededores de la playa para encontrar a nuevos supervivientes, que podr¨ªan haber escapado del control policial. Incluso se revisaban furgonetas que podr¨ªan haber llegado a la zona para trasladar a los inmigrantes a otras zonas del pa¨ªs. ?se era el final previsto del viaje. Pero la muerte se interpuso en el camino.