Golpe contra el chavismo
El domingo pasado estaba convocado un golpe de Estado en Tegucigalpa. En un pa¨ªs como Honduras, de densidad democr¨¢tica d¨¦bil y legalidad de celof¨¢n, los poderes transitan sobre el alambre, en riesgo permanente de desplomarse unos contra otros. El presidente hondure?o, Manuel Zelaya, del Partido Liberal, que como su nombre indica practica la libertad de explotaci¨®n, es el ¨²ltimo en la ya larga n¨®mina de jefes de Estado latinoamericanos que consideran que un solo mandato -el no reeleccionismo- priva injustamente al pueblo de la repetici¨®n de gobernante; de ordinario el mismo que tiene esa preocupaci¨®n.
La limitaci¨®n a un solo periodo presidencial tiene gran pedigr¨ª en Am¨¦rica Latina. Porfirio D¨ªaz se hizo elegir siete veces presidente de M¨¦xico y gobern¨® m¨¢s de tres d¨¦cadas hasta 1910, y, como ¨¦l, otros muchos en el continente convirtieron sus mandatos en tiran¨ªas corruptas y olig¨¢rquicas. M¨¢s o menos asegurada la democracia en los ¨²ltimos 20 a?os, los presidentes latinoamericanos parec¨ªan sentirse de nuevo legitimados para pedir cancha. En 1993, el peruano Alberto Fujimori remend¨® la Constituci¨®n para desempe?ar un segundo mandato; al a?o siguiente, el argentino Carlos Menem hizo otro tanto; le sigui¨® el brasile?o Fernando Henrique Cardoso en 1997; y en esta ¨²ltima d¨¦cada, el colombiano ?lvaro Uribe, la tripleta chavista formada por Hugo Ch¨¢vez en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia, y hoy andan d¨¢ndole vueltas al asunto el nicarag¨¹ense Daniel Ortega y el paraguayo Fernando Lugo, ambos en la ¨®rbita de Caracas. Y no es la ideolog¨ªa, sino la excelente opini¨®n que los interesados tienen de s¨ª mismos, lo que hace que derechas como izquierdas sue?en con no apear presidencia.
Zelaya experiment¨® una conversi¨®n de instantaneidad paulina: a medio mandato decidi¨® pasarse al socialismo del siglo XXI, y el 25 de agosto pasado firmaba el ingreso de su pa¨ªs en el ALBA, organizaci¨®n creada por Ch¨¢vez para la integraci¨®n econ¨®mica latinoamericana por una v¨ªa no capitalista. Sin que eso tenga que desmentir la preocupaci¨®n social del presidente, ¨²nicamente un viraje de este calibre pod¨ªa facilitarle un nuevo libreto que interpretar; como si fuera un personaje en busca de un autor, que s¨®lo pod¨ªa ser Hugo Ch¨¢vez. Y para llevar adelante esa revoluci¨®n, Zelaya ten¨ªa que ganar por pies al establecimiento pol¨ªtico y social de su pa¨ªs, que no parece estar para muchos chavismos. Sin esperar a las elecciones presidenciales del 28 de noviembre de este a?o, el l¨ªder hondure?o ten¨ªa que tratar de poner a sus adversarios ante una evidencia insuperable: un refer¨¦ndum, anunciado para el pasado domingo 27, en el que la opini¨®n allanara el camino a una futura reelecci¨®n, que es la que permitir¨ªa el desempe?o de ese nuevo libreto. El Congreso, en vez de iniciar entonces alg¨²n tipo de impeachment, que se demorar¨ªa ad calendas, contra el presidente, prohib¨ªa el d¨ªa 23 el refer¨¦ndum, ante lo que Zelaya destitu¨ªa de inmediato al jefe de las Fuerzas Armadas, Romeo V¨¢squez, por no secundar materialmente la votaci¨®n; y el Ej¨¦rcito, finalmente, comet¨ªa el grav¨ªsimo delito y terrible error de sacar los tanques, secuestrar al presidente y pasaportarlo a San Jos¨¦. As¨ª es como el domingo estaba convocado un triple golpe: del presidente por querer que hubiera consulta; del Ej¨¦rcito por derrocar al jefe del Estado, y del Congreso por elegir a su presidente, Roberto Micheletti, como sucesor de Zelaya en un interinato hasta las presidenciales.
Pero el combate de fondo se libra entre chavistas y no chavistas. La OEA, la UE, el Parlamento Centroamericano, Estados Unidos, y ?qui¨¦n no?, han condenado el golpe y tendr¨¢n ahora que poner en cuarentena al nuevo r¨¦gimen. Hace muy poco no habr¨ªa costado adivinar la mano de Washington en la asonada, e incluso hoy parece inveros¨ªmil que unos militares formados en la Escuela de las Am¨¦ricas actuaran sin conocimiento de la base norteamericana de Soto Cano en Honduras. Pero ni Estados Unidos, ni el Brasil del presidente Lula, ni tampoco media OEA pueden ver con entusiasmo la extensi¨®n del chavismo. ?Ha tendido Zelaya una trampa a sus adversarios? El nuevo r¨¦gimen hondure?o, que s¨®lo aspira a llegar a la cita electoral de noviembre, lo tiene muy dif¨ªcil. El golpe contra Ch¨¢vez puede describir una trayectoria de bumer¨¢n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.