Falsos dentistas en hamacas de playa
Veinte personas ejerc¨ªan como odont¨®logos sin t¨ªtulo y de forma clandestina en Murcia - Atend¨ªan en condiciones insalubres y en lugares variopintos
Una agencia de detectives, contratada por el Colegio de Odont¨®logos y Estomat¨®logos de Murcia a instancia de varias denuncias de particulares, ha desenmascarado a una veintena de falsos dentistas que ejerc¨ªan clandestinamente en esta regi¨®n en los lugares m¨¢s variopintos, desde casas particulares hasta locutorios sin las m¨¢s m¨ªnimas garant¨ªas sanitarias y con un peculiar instrumental.
Hamacas de playa como sill¨®n dental o simples flexos en lugar de la preceptiva l¨¢mpara profesional conformaban parte del mobiliario de sus singulares escenarios de trabajo. Sin mascarilla y sin guantes, los impostores realizaban cualquier intervenci¨®n odontol¨®gica con el consiguiente riesgo de salud para sus pacientes. Algunos de los afectados sufren ahora graves secuelas, seg¨²n afirma el letrado del colegio m¨¦dico, Paulo L¨®pez. Una c¨¢mara oculta ha captado c¨®mo interven¨ªan algunos de estos individuos con estramb¨®ticos protocolos de actuaci¨®n.
Un estafador recib¨ªa a los clientes en pantal¨®n corto y chanclas
?scar Castro, m¨¦dico estomat¨®logo y a la saz¨®n, presidente del ¨®rgano colegial, alerta de la proliferaci¨®n de estos negocios clandestinos ya no tanto, puntualiza, por la competencia desleal que supone para el colectivo especialista sino por la grave amenaza sanitaria que acarrea la actuaci¨®n de individuos sin cualificaci¨®n profesional. Una mala praxis, argumenta, puede desembocar desde la transmisi¨®n de enfermedades v¨ªricas, como el sida o hepatitis, hasta desarrollar un c¨¢ncer como reacci¨®n a un incorrecto tratamiento. Por ello, el colegio profesional exige a la Administraci¨®n que incremente el cuerpo de inspectores [seg¨²n datos facilitados por el presidente, el n¨²mero de estos profesionales no llega a la media decena para controlar toda la regi¨®n] para hacer m¨¢s f¨¦rreos los controles. De hecho, agrega el letrado, algunos de estos intrusos llegaron a ejercer en cl¨ªnicas debidamente acreditadas, extremo que llev¨® a enga?o a algunos de los afectados, pero sin poseer el t¨ªtulo de odontolog¨ªa. Un presunto dentista fue descubierto cuando una de las afectadas, tras ocho a?os portando un aparato corrector y sufrir da?os en la enc¨ªa, recurri¨® al Colegio para identificarlo. Estos individuos captan clientela porque sus tarifas son m¨¢s baratas.
Otro de los impostores, un ecuatoriano que dijo ser dentista en su pa¨ªs, fue condenado la semana pasada por un juzgado de Murcia al pago de unos 540 euros de indemnizaci¨®n. Este hombre hab¨ªa instalado la consulta en una casa particular en Molina del Segura. Arrojaba las llaves por el portal a sus clientes para que accedieran a la sala. Una vez all¨ª, los recib¨ªa en pantal¨®n corto, camiseta sin mangas y chanclas. Aunque el acusado aleg¨® ser dentista en su pa¨ªs, en Espa?a siempre trabaj¨® como cristalero o alba?il. Pegaba carteles con su m¨®vil en las calles. Fue destapado a ra¨ªz de la visita del detective con su gancho, una anciana.
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