Universo Blake
Las obras extremadamente singulares y distintas a veces necesitan tiempo para ser comprendidas y valoradas. Precisamente por ser distintas y rompedoras chocan con los convencionalismos de su ¨¦poca y reciben el puntapi¨¦ del desprecio o la incomprensi¨®n m¨¢s absoluta. Si a eso se a?ade que el poeta de quien hablamos, William Blake (1757-1827), se autoedit¨® pr¨¢cticamente todas sus obras -por lo que pr¨¢cticamente carecieron de difusi¨®n- es l¨®gico que fuera un verdadero marginado en su tiempo, aunque no por ello un hombre infeliz. Debi¨® de aceptar su suerte con valent¨ªa y buen ¨¢nimo y, tal vez por ello, se sumergi¨® en su particular mundo de mitolog¨ªas en apariencias absurdas e impenetrables. Puesto que carec¨ªa de lectores, ¨¦l era su principal lector, adem¨¢s de los cuatro gatos para los que hac¨ªa ejemplares ex profeso de sus libros, ilustrados con tanta o m¨¢s asombrosa personalidad que la que caracteriza a sus creaciones verbales (aunque, en mi opini¨®n, estas ¨²ltimas son m¨¢s radicalmente originales que aqu¨¦llas).
Ver un mundo en un grano de arena
William Blake. Ilustraciones del autor
Traducci¨®n de Jordi Doce
Visor. Madrid, 2009
526 p¨¢ginas. 40 euros
Pues bien, el lector tiene ahora una gran oportunidad de acercarse al mundo de este poeta al que en su tiempo esp¨ªritus selectos como Wordsworth consideraron perturbado mental, aunque tambi¨¦n creador no despreciable. Una excelente selecci¨®n de sus escritos, muy cuidadosamente traducidos, y extraordinariamente bien editados, con reproducciones de algunas de las ilustraciones originales, se encuentran en este volumen para delicia de todos sus seguidores, entre los que me encuentro fervientemente desde hace a?os. Entre el lirismo enigm¨¢tico de sus m¨¢gicas Canciones de inocencia y Canciones de experiencia y el profetismo rebelde e iconoclasta, que tiene en el Matrimonio del cielo y el infierno una expresi¨®n suprema -pero ojo a las Visiones de las hijas de Albi¨®n, pieza de modern¨ªsimas alegaciones contra las cadenas del amor esclavo de las convenciones-, transcurre este volumen que nos obliga a hacernos de nuevo la siguiente pregunta (de imposible respuesta, por lo dem¨¢s): ?de d¨®nde surge todo este mundo extra?o?, ?con qu¨¦ fin semejante telara?a de personajes de nombres inaccesibles, si al mismo tiempo la imaginaci¨®n de ese hombre era capaz de joyas n¨ªtidas y preciosas como las de los citados Cantos? En todo caso, la clave est¨¢ en que ninguna de esas invenciones parece arbitraria ni casual puesto que lo que importa es la imponente riqueza conceptual que este escritor fue capaz de poner en boca de sus mitol¨®gicos personajes, adem¨¢s de su portentoso lirismo, siempre dispuesto a deslumbrar, tanto como deslumbran sus visiones, de una actualidad abrasadora.
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