Gran oferta, no hagan preguntas
El sistema bancario estadounidense necesita capital. Al sector del capital riesgo le sobra algo de dinero y est¨¢ ansioso por usarlo. El problema es que los reguladores no parecen confiar en ¨¦l, a juzgar por las nuevas directrices publicadas por la Corporaci¨®n Federal de Seguro de Dep¨®sitos (FDIC). La discusi¨®n est¨¢ en lo restrictivas que deber¨ªan ser las normas para que las empresas de capital riesgo inviertan en bancos insolventes.
Las empresas de capital riesgo sostienen que deber¨ªan recibir el mismo trato que cualquier otro inversor. Pero los reguladores, muy pendientes de la a veces merecida fama de rapacidad de estos financieros, quieren una red de seguridad, o dos. Todas las propuestas de la FDIC parecen destinadas a intentar evitar que los inversores de capital riesgo intenten obtener un beneficio tan r¨¢pido de su inversi¨®n que los bancos corran de nuevo el riesgo de hundirse. Para empezar, el regulador considera que los bancos adquiridos por estas empresas deber¨ªan mantener un coeficiente de capital social m¨ªnimo del 15%. Es m¨¢s del doble de lo que un banco ordinario deber¨ªa apartar en caso similar. As¨ª, el ¨²nico modo de que el banco obtenga rendimientos decentes es hacer pr¨¦stamos e inversiones arriesgados o extorsionar a los clientes con los tipos de inter¨¦s.
Adem¨¢s, la FDIC propone que el capital riesgo mantenga sus inversiones al menos durante tres a?os y quiz¨¢ m¨¢s. Pero incluso esas decisiones de salida estar¨ªan en manos de los reguladores. Por ¨²ltimo, se pide a los compradores que hagan de "fuente de fuerza", lo que parece dar a entender que el capital riesgo es el responsable de sacar a flote a los bancos si estos naufragan otra vez, lo que podr¨ªa a?adir m¨¢s restricciones que no se aplican a empresas bancarias m¨¢s tradicionales.
La FDIC hace bien en preocuparse por la salud a largo plazo de los bancos insolventes que vende. Y, como nuevas inversoras en el sector bancario, quiz¨¢ las empresas de capital riesgo deber¨ªan probar que son administradoras capaces. Pero sin concesiones por ambas partes, es probable que se alcancen pocos acuerdos.
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