El Gobierno argentino decide por fin afrontar la epidemia de gripe A
Los hospitales privados de Buenos Aires agotan sus reservas de antivirales
El ministro de Salud argentino, Juan Manzur, anunci¨® ayer que, por primera vez, se van a tomar medidas de coordinaci¨®n a nivel nacional para evitar que cada provincia y municipio aplique protocolos sanitarios distintos para tratar a los enfermos de gripe A y hacer frente a la crisis sanitaria, como ocurre ahora. El Gobierno empez¨® tambi¨¦n a distribuir fondos extraordinarios, lo que incluye comprar nuevas provisiones de los antivirales indicados para el virus H1N1, dado que muchos especialistas no creen que se llegue al "pico" del contagio hasta dentro de dos semanas.
Buena parte de las cl¨ªnicas y hospitales privados de Buenos Aires han dejado de recibir partidas de Tamiflu y sus m¨¦dicos se limitan a escribir la receta, que tendr¨¢ que ser llevada por un familiar del enfermo al hospital p¨²blico Mu?iz, especializado en infectolog¨ªa, donde se ha centralizado un servicio de farmacia especial. La falta de suministros a los hospitales privados ha hecho que en algunos de ellos, por ejemplo, el hospital Espa?ol, se hayan decidido a comprar tela para fabricar ellos mismos los barbijos o mascarillas que necesita el personal sanitario y los enfermos.
Bancos y empresas piden a los clientes que operen s¨®lo a trav¨¦s de la Red
"En los hospitales p¨²blicos no faltan los antivirales ni los insumos necesarios. El ¨²nico problema es la escasez de personal para hacer frente a una emergencia sanitaria de este tama?o. No sucede lo mismo en todas las privadas, donde no hay antivirales, ni mascarillas, ni alcohol en gel", asegura el doctor Ignacio Ardanza, que trabaja en los dos tipos de establecimientos. Organizaciones profesionales de m¨¦dicos y enfermeros aseguran que, al menos en la provincia de Buenos Aires, hay hasta un tercio del personal sanitario tambi¨¦n "griposo", lo que exige todav¨ªa mayor esfuerzo a los que contin¨²an al pie del ca?¨®n. Nadie sabe c¨®mo va a evolucionar la epidemia. El precedente de M¨¦xico no sirve, seg¨²n los especialistas, porque all¨ª los casos de la gripe A se detectaron en verano y en Argentina acaba de empezar el invierno austral.
El Gran Buenos Aires (capital federal y las localidades que la rodean) se va adaptando poco a poco a la crisis. En los Ayuntamientos en los que se ha dado orden de cerrar bares y restaurantes, el de San Isidro, por ejemplo, la orden se cumple poco y mal. Quiz¨¢s, porque 500 metros m¨¢s para all¨¢, en la municipalidad de al lado, todo est¨¢ abierto. Cada Ayuntamiento y cada provincia act¨²a como mejor le parece. Incluso cada obispado. En algunas provincias se han suspendido los oficios y en otras, no.
Pese a que los expertos consideran que el virus H1N1 presenta una incidencia y una gravedad poco normal entre los j¨®venes, el viernes por la noche abrieron en Buenos Aires numerosas discotecas, en las que centenares de adolescentes bailaron sin hacer caso a las llamadas de prudencia. "Mis viejos me pidieron que no viniera, pero yo quiero estar con mis amigos y no me da miedo la gripe", confiaba una jovencita, rodeada de decenas de compa?eros.
El efecto de la apresurada campa?a de contenci¨®n no se apreciar¨¢ hasta ma?ana lunes, cuando comience la semana laboral y se compruebe hasta qu¨¦ punto se paraliza la actividad econ¨®mica y burocr¨¢tica habitual. Los bancos y algunas empresas han pedido a sus clientes que hagan sus gestiones a trav¨¦s de Internet, tel¨¦fono o cajeros autom¨¢ticos. Movistar, ha enviado un SMS en el que recomienda que "como medida preventiva" se realicen los tr¨¢mites a trav¨¦s de su web.
Las autoridades de la provincia y de la capital, que han pedido que el cierre escolar no se tome como unas vacaciones, sino que se intente alg¨²n aprovechamiento educativo, preparaban a toda marcha cuadernos de deberes para entregarlos a los alumnos, con la exigencia de devolverlos completados a primeros de agosto, cuando se reanuden las clases.
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