Peregrinaje de forofos

M¨¢s que la capital del toreo, Barcelona fue ayer el centro del peregrinaje de forofos de Jos¨¦ Tom¨¢s que en el mundo son. Y son muchos -19.000 se agolparon en la plaza-, y muy fan¨¢ticos, divertidos y jaraneros. Llegaron desde todos los puntos de Espa?a y parte del extranjero y consiguieron su objetivo: sacar a hombros a su ¨ªdolo entre la algarab¨ªa general. Est¨¢ bien que quien se gasta los cuartos y se mete kil¨®metros en el cuerpo trate de rentabilizar su esfuerzo y su dinero con orejas y ovaciones.
Atronadora, de las que hacen ¨¦poca, fue la ovaci¨®n con la que el p¨²blico recibi¨® a Jos¨¦ Tom¨¢s cuando asom¨® por la puerta de cuadrillas. Atronadora, larga e intensa, de las que no se ven todos los d¨ªas. Otro m¨¢s del mismo tenor cuando cambi¨® la seda por el percal, que lo oblig¨® a saludar desde el tercio. Y as¨ª toda la tarde: emociones a flor de piel, v¨ªtores y alabanzas, y gritos de "torero, torero" en distintas fases de la corrida.
Tres ganader¨ªas / Jos¨¦ Tom¨¢s, ¨²nico espada
Dos toros de N¨²?ez de Cuvillo, primero y sexto, inv¨¢lidos y descastados; dos de Victoriano del R¨ªo, tercero y quinto, bronco uno y descastado el otro; y dos de El Pilar, segundo y cuarto, encastado el primero e inv¨¢lido el otro.
Jos¨¦ Tom¨¢s: pinchazo y estocada baja (silencio); media baja y atravesada (oreja); pinchazo -aviso- y un descabello (oreja); estocada baja -aviso- (dos orejas); -aviso- estocada atravesada -segundo aviso- (oreja); dos pinchazos y estocada (ovaci¨®n). Sali¨® a hombros.
Plaza Monumental de Barcelona. 5 de julio. Corrida ben¨¦fica. Lleno de "no hay billetes".
No es f¨¢cil discernir el toreo profundo, que lo hubo, de la bisuter¨ªa
Para ser la gran figura que pudiera ser hay que ir a plazas m¨¢s exigentes
Diecinueve mil forofos son muchos forofos, y, entre todos, flaco favor le hacen a su ¨ªdolo. Alguien ha dicho con raz¨®n que, sin un m¨ªnimo de exigencia, este espect¨¢culo no tiene sentido. Y ayer todo despleg¨® un olor a excesivo triunfalismo. Tanto, que no resulta f¨¢cil discernir el toreo profundo, que lo hubo, de la bisuter¨ªa, que tambi¨¦n hizo acto de presencia. Con un p¨²blico tan extraordinariamente entregado ocurre lo que ocurri¨® ayer: que parece que est¨¢s ante la corrida del siglo, ante la apoteosis so?ada, cuando, en realidad, la corrida no fue m¨¢s que una desmesurada exageraci¨®n en torno a este fen¨®meno de masas, gran torero, pero mejor exponente del marketing moderno, llamado Jos¨¦ Tom¨¢s.
Cort¨® cinco orejas, se lo llevaron a hombros, y los suyos -todos- se lo pasaron en grande. Pero seguro que todos esperaban m¨¢s: porque no hubo ninguna faena maciza y redonda, ni una estocada en el hoyo de las agujas, ni un quite grandioso, ni un momento para la historia. S¨ª hubo momentos emotivos porque Tom¨¢s es un gran torero que se entrega en cuerpo y alma, que sabe torear muy bien.
Pero, unas veces por culpa de los toros -ninguno fue de nota-, y otras porque destac¨® m¨¢s su irregularidad que su toreo, lo cierto es que hubo destellos con capote y muleta, pero no esa conmoci¨®n que todos esperaban.
Ah¨ª quedan, no obstante, las ver¨®nicas con las que recibi¨® al tercero, y el quite por apretadas chicuelinas que realiz¨® a ese mismo toro; las ajustadas gaoneras al quinto o los garbosos delantales al sexto. Ah¨ª queda su valor incontestable y su quietud pasmosa ante el segundo y el tercero, los m¨¢s dificultosos y, a la postre, m¨¢s interesantes de la corrida. Aguant¨® parones de miedo a los dos, los embebi¨® en la muleta y alcanz¨® la suprema brillantez en tandas con ambas manos, aunque en ninguno de ambos toros surgiera el chispazo de la faena completa.
Le concedieron las dos orejas del cuarto y nadie sabe todav¨ªa c¨®mo fue. El animal era un inv¨¢lido y el torero anduvo por all¨ª, jugando con su oponente, mientras los grader¨ªos se desga?itaban de emoci¨®n. Alguien le tir¨® un pollo al torero mientras daba al vuelta al ruedo, y la persecuci¨®n del ave por todo el ruedo, que se mof¨® de la plantilla de los areneros, algunos de los cuales se dieron de bruces contra la arena en su intentos infructuosos de atraparlo, hizo que la gente se olvidara del torero triunfador. Otra oreja en el quinto tras dos avisos y una labor cuajada de tiempos muertos.
Hubo dos volteretas, para que no faltara de nada, y las dos por torpeza del torero. La primera, en el tercero, al que perdi¨® la cara cuando lo toreaba con la izquierda, y la segunda, en el quinto, que lo avis¨® varias veces hasta que lo volte¨® sin misericordia. Afortunadamente, el torero s¨®lo qued¨® magullado y con la cara embarrada.
Queda claro por qu¨¦ a Tom¨¢s le gusta esta plaza: aqu¨ª se le rinde pleites¨ªa, se le quiere y se le mima con exagerado empe?o. Pero, ya se sabe, para ser la gran figura que pudiera ser hay que acudir a otras plazas m¨¢s exigentes, ante aficionados m¨¢s doctos y fr¨ªos. S¨®lo as¨ª los buenos toreros alcanzan la categor¨ªa de figuras hist¨®ricas.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
