Lenguas espa?olas
En un muy interesante art¨ªculo publicado ayer en Abc, Fernando Garc¨ªa de Cort¨¢zar, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea, debate el sempiterno asunto de la Espa?a pol¨ªglota. Para este profesor, "algunos grupos pol¨ªticos levantan por aqu¨ª y por all¨ª aduanas ling¨¹¨ªsticas", cosa que dificulta y mucho la libre circulaci¨®n de ciudadanos. Para el autor, no pocas personas desear¨ªan ver "cada terru?o con su lengua r¨²stica", lo que supondr¨ªa el triunfo de lo tradicional sobre lo racional. La Espa?a pol¨ªglota y el uso pol¨ªtico de las lenguas son las mayores dificultades para que las lenguas sean "puentes, instrumentos de uni¨®n y no de aislamiento". Adem¨¢s, la Espa?a pol¨ªglota tiene unos costes en el erario p¨²blico elevad¨ªsimo, lo que pone a¨²n m¨¢s en cuesti¨®n la raz¨®n de ser de defender la Espa?a de la diversidad ling¨¹¨ªstica. Esta diversidad ling¨¹¨ªstica, para el autor, es "una Espa?a antiqu¨ªsima". De ah¨ª que uno se vea indignado y sufriendo, sin poder "cerrar los ojos ante los millones de personas que se ven postergadas y coaccionadas por el simple hecho de querer utilizar su idioma de alcance universal".
El art¨ªculo no s¨®lo es interesante, tambi¨¦n est¨¢ excelentemente escrito. La firma est¨¢ engalonada con el t¨ªtulo de catedr¨¢tico y el texto lleno de referencias a ilustres autores. Pero no por ser catedr¨¢tico las mentes son preclaras; tambi¨¦n son precisas un poco de sensibilidad y, si se me permite, empat¨ªa; y tampoco por citar a las palabras de alguien importante es que ese alguien importante suscribe nuestra opini¨®n. Si adem¨¢s aderezamos el texto con conductas rid¨ªculas y enormes sumas de dinero que salen del esfuerzo y tiempo del contribuyente, adem¨¢s de sacarse de la manga coacciones sobre el uso de la lengua en la "vida social", es f¨¢cil que se piense que el autor tiene raz¨®n, que la diversidad ling¨¹¨ªstica de un pa¨ªs es cosa de esa Espa?a rural que tanto denunciaba Ortega.
No s¨®lo la lengua puede verse menospreciada como instrumento de comunicaci¨®n a favor de un modo de uso ideol¨®gico. Tambi¨¦n los art¨ªculos de peri¨®dico tienen usos ideol¨®gicos. Por eso, hablemos en la lengua que hablemos, cuando expresamos nuestra opini¨®n siempre acabamos siendo tachados no s¨®lo de "fachas y retr¨®grados", tal y como reconoce haber sido tachado el mismo autor, sino de "antiguos", tal y como tambi¨¦n se?ala de nuevo el mismo autor. Suele ser que por este uso ideol¨®gico se digan muchas idioteces, se disfrace el utilitarismo de racionalismo, se ci?a en el uso de la lengua que le parezca y se eluda la espinosa cuesti¨®n de si la lengua es patrimonio cultural y si todo patrimonio cultural debe mirarse con respeto o no. Tambi¨¦n por esto mismo, por el uso ideol¨®gico del art¨ªculo de opini¨®n, es importante que nos preguntemos: ?Entonces qu¨¦?, ?qu¨¦ soluciones propone el autor del texto, ante esta ca¨®tica y desesperada situaci¨®n?
Pero antes de proponer soluciones, ensalza las virtudes del castellano. Como lo habla m¨¢s gente, tiene m¨¢s derechos. Esto es un juicio utilitario, pero no racional. Si pensamos que no es racional el uso del catal¨¢n porque es una lengua menos hablada, tambi¨¦n deber¨ªamos pensar que el espa?ol no es tan racional como se dice porque hay lenguas m¨¢s habladas. El "alcance universal" del espa?ol es una falacia: s¨®lo quiere decir que el espa?ol es m¨¢s comercial y rentable ?Que pasar¨ªa si nos dijeran que hablar con nuestro insobornable acento andaluz fuese cosa de catetos o de antiguos, para nada racional, y que nos dijeran esto en nuestra propia casa? Que a nadie se le olvide que hablar un mismo idioma tambi¨¦n supone hablar de un solo gobierno y, por tanto, la eliminaci¨®n de instituciones leg¨ªtimas y democr¨¢ticas.
?Y qu¨¦ propone el autor,? Pues lo contrario a la "pusilanimidad o los silencios", esto es: mano dura y griter¨ªos. Represi¨®n y agitaci¨®n, en otras palabras. Pero, la verdad, es que tambi¨¦n sabemos citar a Ortega. En Espa?a invertebrada leemos: "S¨®lo debe ser lo que puede ser, y s¨®lo puede ser lo que se mueve dentro de las condiciones de lo que es". En fin que tal vez sea necesario entender de una vez que las lenguas espa?olas se hablan no para amparar ning¨²n proyecto pol¨ªtico, sino porque s¨ª, porque existen y son.
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