Las varas del PP
El presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, se sentar¨¢ casi con toda seguridad en el banquillo de los acusados. Ser¨¢ juzgado por un jurado popular del delito de cohecho.
El juez del Tribunal Superior de aquella comunidad "ve indicios racionales suficientes" de que el dirigente popular ha aceptado regalos de la trama corrupta dirigida por Francisco Correa y su comisionado en Valencia, ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes. Las empresas controladas por ¨¦stos lograron contratos de la Generalitat por casi siete millones de euros entre 2005 y 2009.
Camps ha recibido gratis total trajes, chaquetas, pantalones y zapatos valorados en unos 12.000 euros que fueron abonados por El Bigotes, seg¨²n el auto del magistrado instructor Jos¨¦ Flors. En ese escrito se rese?a que Camps falt¨® a la verdad al afirmar ante el juez que ¨¦l hab¨ªa pagado sus trajes. Es decir, minti¨®. Lo mismo que minti¨® cuando afirm¨® al inicio de la investigaci¨®n que no conoc¨ªa a El Bigotes. Una afirmaci¨®n que se demostrar¨ªa falsa al publicar este peri¨®dico una grabaci¨®n en la que Camps llamaba a El Bigotes "amiguito del alma".
Otros tres altos cargos del PP valenciano, entre ellos su secretario general, Ricardo Costa, est¨¢n imputados en la misma causa que Camps.
Estos son los hechos. Unos hechos que pueden ser hist¨®ricos, si, por segunda vez en la historia, el presidente de una comunidad aut¨®noma es sentado en el banquillo. El anterior fue Jordi Pujol por el llamado caso Banca Catalana.
?Se ha expulsado o suspendido de militancia a los implicados? ?Alg¨²n dirigente popular pide en p¨²blico que Camps dimita como presidente de la Generalitat?
Nada de nada, como dir¨ªa el propio Camps. Por el contrario, el l¨ªder m¨¢ximo del PP, Mariano Rajoy, guarda silencio y mantiene la misma injustificada posici¨®n de defensa a ultranza de Camps, del que opina que es "un pol¨ªtico honrado, un dirigente ejemplar".
Viajemos a Andaluc¨ªa. En esta comunidad, los dirigentes del PP piden un d¨ªa s¨ª y el otro tambi¨¦n la dimisi¨®n del ex presidente de la Junta de Andaluc¨ªa Manuel Chaves, actual vicepresidente tercero del Gobierno de Espa?a, por haber autorizado una subvenci¨®n de 10 millones de euros a la empresa Minas de Aguas Te?idas (Matsa), en la que trabaja su hija.
Los populares aseguran que Chaves ha violado la Ley de Incompatibilidades. El ex presidente sostiene lo contrario: su hija ni es accionista, ni gestion¨® la subvenci¨®n. Su firma, como abogada de la empresa, s¨®lo aparece en el documento de aceptaci¨®n de la subvenci¨®n fechado 42 d¨ªas despu¨¦s de que la Consejer¨ªa de Innovaci¨®n aprobara la ayuda y 35 d¨ªas despu¨¦s de que el Consejo de Gobierno, presidido por Chaves, la ratificara.
?sos son los hechos. Las diferencias entre ambos son abismales. De un lado, el presidente valenciano ha mentido. Ante el juez, en el Parlamento y ante la prensa. Por el contrario, Chaves siempre ha reconocido la existencia de esa ayuda.
Camps ha negado en el Parlamento la documentaci¨®n de las adjudicaciones a las empresas del entramado corrupto de Correa. La Consejer¨ªa de Innovaci¨®n de la Junta ha proporcionado el expediente de Matsa a diputados del PP, a la prensa y al Parlamento.
Camps est¨¢ imputado y a punto de sentarse en el banquillo. No hay ninguna acci¨®n judicial iniciada contra Chaves. Tan solo la denuncia de un medio informativo obsesionado con su familia. El sindicato ultraderechista Manos Limpias ha presentado una querella en el Supremo. El PP puso otra, pero la retir¨® y ahora amenaza con otra mejor elaborada.
?Debe dimitir Chaves pero no Camps? Juzguen ustedes si la vara que aplica el PP para medir presuntas corruptelas ajenas es la misma con la que mide las propias d¨ªas antes de ser juzgadas en un Tribunal Superior de Justicia.
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