"El verano del amor me pill¨® en la mili"
Pocos iconos han tardado tanto en tocar en Espa?a como John Fogerty (Berkeley, California, 1945). Sus canciones, sobre todo las de Creedence Clearwater Revival, el grupo que encabez¨® a finales de los sesenta, forman parte del imaginario popular. Algo que el cine estadounidense, desde Apocalypse Now a Forrest Gump, o escritores como Stephen King se encargan de mantener.
Kurt Cobain, antes de formar Nirvana, milit¨® en una banda de versiones de (abreviemos) la Creedence. Y Bruce Springsteen considera a Fogerty "el Hank Williams de nuestro tiempo", en referencia al patriarca del country, estilo que s¨®lo supone, junto al rhythm & blues y el rock sure?o, uno de los ingredientes de un sonido sencillo e irresistible.
El icono californiano trae a Espa?a por primera vez su rock intransferible
"Grandes canciones anglosajonas antiqu¨ªsimas, tipo Oh, Susanna o Greensleeves, tienen melod¨ªas reconocibles y letras que a la gente le gusta cantar, y muchas se caracterizan por su aparente sencillez. Creo que bastantes de las m¨ªas tambi¨¦n pervivir¨¢n", proclama el propio Fogerty desde su domicilio en Los ?ngeles, en v¨ªsperas de su primera gira espa?ola (el 10 de julio act¨²a en San Javier, el 11 en C¨®rdoba, el 13 en Madrid y el 14 en Barcelona).
"Al ser el estreno en Espa?a, interpretar¨¦ muchas de mis canciones m¨¢s famosas", se arranca con entusiasmo Fogerty, a pesar de que public¨® hace menos de dos a?os un gran disco de nuevos temas, Revival. Alude por supuesto a ese periodo m¨¢gico, entre 1968 y 1970, en el que firm¨® seis gloriosos ¨¢lbumes con Creedence Clearwater Revival y arras¨® en las listas de singles.
El fruto de tal hiperactividad no siempre se pudo ver sobre el escenario: desde que se disolvi¨® el grupo en 1972, Fogerty se neg¨® a tocar temas de la Creedence durante 15 a?os, y s¨®lo comenz¨® a hacerlo regularmente en los noventa. Hab¨ªa cedido los derechos de los mismos al due?o del sello Fantasy, Saul Zaentz, para que le liberara de su contrato leonino, y no quer¨ªa engordar la cuenta del enemigo.
El conflicto con el disquero convirti¨® a John en artista torturado y volvi¨® guadianesca su carrera en solitario. Aunque los problemas empezaron antes, con los otros miembros de la banda, en pleno ¨¦xito: "Recuerdo a mi hermano Tom mostr¨¢ndose muy celoso a mediados de 1969. Para m¨ª fue un trauma: pens¨¦ que ve¨ªan bueno para todos el que yo fuera el ¨²nico compositor. Llev¨¢bamos juntos toda la vida y no hab¨ªa visto nada que me hiciera pensar que pudieran escribir buenas canciones".
Hijos de la clase media californiana, su m¨²sica representaba una anomal¨ªa en la bah¨ªa de San Francisco. "El llamado verano del amor de 1967 me pill¨® en la mili. All¨ª todo el mundo me preguntaba qu¨¦ eran los hippies, un t¨¦rmino que en realidad invent¨® la revista Time. Me licenciaron en julio y, de vuelta a casa, nos miramos los del grupo y conclu¨ª: 'Llevamos el pelo largo, y alguno, bigote o barba; supongo que somos hippies".
Tras su deb¨² como solista en 1975, Fogerty pas¨® 10 a?os de silencio, enredado en cuestiones contractuales, y crey¨® remontar el vuelo de la mano de Warner con Centerfield, un n¨²mero uno, al que sigui¨® inmediatamente otro ¨¢lbum, Eye of the zombie, fallido y oscuro. "A¨²n luc¨ªa cicatrices psicol¨®gicas por tantos a?os de condena", explica, tirando de met¨¢fora. Hasta que obtuvo un Grammy en 1997 con Blue moon swamp, pasaron otros 11 a?os de reclusi¨®n.
Las letras de la Creedence no s¨®lo idealizaban la Am¨¦rica del pasado, tambi¨¦n tocaron temas candentes, incluso pol¨ªticos (Fortunate son, sobre los enchufes para librarse del ej¨¦rcito). Y el posicionamiento de Fogerty arrecia en el ¨²ltimo lustro: en 2004 su D¨¦j¨¤ vu (all over again) compara Irak con Vietnam y ¨¦l participa en Vote for Change a favor de John Kerry. Revival incluye ataques, con nombre y apellido, a los popes de la anterior Administraci¨®n. "La iron¨ªa es que George Bush llevara Centerfield [la canci¨®n que titula el ¨¢lbum de 1985] en su iPod. Todos me lo dec¨ªan y yo contestaba: 'quiz¨¢ deber¨ªa escuchar mis otras canciones".
Fogerty cant¨® Centerfield, una oda al b¨¦isbol, en la inauguraci¨®n en abril del nuevo Yankee Stadium. Ama ese deporte desde chaval, al igual que a los autores versionados en The Blue Ridge Rangers rides again, el disco country que prepara para septiembre, con cameos de Springsteen y miembros de The Eagles. Es una idea de Julie, su mujer y representante, y continuaci¨®n de otro disco de versiones vaqueras que public¨® bajo ese seud¨®nimo en 1973. "En cualquier caso, ya no mido mi vida en funci¨®n de mi carrera, sino de mi familia. Y soy muy feliz".
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