La distinci¨®n del buen gusto

Aunque uno se quede quieto, las manillas del reloj vuelven a situarse encima. Si los ochenta retornan, ?c¨®mo no continuar¨¢n triunfando los que ya estaban entonces? Pet Shop Boys hicieron buena la m¨¢xima de que quien tuvo retuvo y, ante 4.000 personas, dejaron el martes en el Pueblo Espa?ol de Barcelona (el lunes actuaron en Madrid) muestras de su clase.

Abrieron orientados a la alegr¨ªa, aplic¨¢ndose a su pop bailable de base sint¨¦tica. Heart fue la primera pieza de la noche y primera muestra de imaginaci¨®n esc¨¦nica. Un muro de cubos blancos hac¨ªa las veces de pantalla donde, a medida que avanzaba el repertorio, se proyectaban personajes captados mediante planos cenitales, figuras geom¨¦tricas, videoclips de sus temas, caso de Love etc, o im¨¢genes de ellos mismos fracturadas por rejillas digitales. Con estos fondos pasaron por escena Did you see coming?, el tema m¨¢s deliciosamente petardo de su ¨²ltimo trabajo, Pandemonium, Love comes quickly y un Building a wall que sirvi¨® para que se desmontase la muralla de cubos y emergiese un cuerpo de bailarines entre Neil Tennant y Chris Lowe, quienes hab¨ªan interpretado el primer tema con sendos cubos ocultando su rostro.

Por encima de todo, qued¨® un repertorio con el acento puesto en la melod¨ªa, unas letras cargadas de iron¨ªa, la elegant¨ªsima voz de Tennant doblada para aumentar su efecto seductor y una base que bien podr¨ªa estar pre-grabada en un porcentaje casi absoluto. Tras un breve relax marcado por una serie de baladas que cerr¨® Jealousy, se inici¨® la traca final. Suburbia, All over the world y Se a vida e dieron paso a Viva la vida, ir¨®nica apropiaci¨®n de Coldplay con Tennant vestido de rey; un gui?o que en 1994 dedicaron a los entonces triunfantes Blur con Girls and Boys. Despu¨¦s, el delirio con It's a Sin, Being boring y West end Girls. Elegancia sin m¨¢cula. Pet Shop Boys. Envejeciendo con mucha clase.