El PP se lo juega todo a la idea de que una sala conservadora salvar¨¢ a Camps

Dimisi¨®n es para el PP una palabra maldita, que en ocho a?os de Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, pese a multitud de esc¨¢ndalos, s¨®lo pronunci¨® Manuel Pimentel. Es una palabra que s¨®lo se utiliza para exig¨ªrsela a los socialistas. Este a?o, con ¨¦xito, puesto que Mariano Fern¨¢ndez Bermejo dimiti¨® de ministro de Justicia por cazar sin licencia con el juez Baltasar Garz¨®n, y Alberto Saiz, por supuesta utilizaci¨®n fraudulenta de los medios del CNI.

Pero ayer esta palabra maldita empez¨® a circular en el PP asociada a uno de los suyos, uno de los m¨¢s importantes, Francisco Camps, todopoderoso bar¨®n valenciano, gran aval de Rajoy en la lucha interna del partido.

Hasta la secretaria general, Dolores de Cospedal, evit¨® descartar esa posibilidad. ?Si acaba en el banquillo dimitir¨¢?, le preguntaron en la televisi¨®n de Castilla y Le¨®n. "Depender¨ªa de muchas circunstancias y fundamentalmente de una opini¨®n personal", asegur¨® para concluir que ella prefiere "esperar al procedimiento judicial y no tratar de presionar desde el punto de vista medi¨¢tico a lo que pueden hacer los jueces".

El entorno de Camps asegura que todo est¨¢ controlado

En el PP empieza a instalarse la idea de que a Camps s¨®lo le queda un cartucho, que ya no hay plan B. Si la sala acepta el recurso que va a presentar contra el auto del juez Jos¨¦ Flors, que ve "indicios racionales" de cohecho y sobre todo trata de probar que minti¨® al decir que ¨¦l pag¨® todos los trajes, ya no habr¨¢ salida, sentencian varios dirigentes. Camps seguir¨¢ teniendo el apoyo de Mariano Rajoy incluso entonces, pero los que le conocen creen que no resistir¨¢ la presi¨®n. Por responsabilidad y tambi¨¦n por no hacerle pasar ese trago a su familia y a su gente, dicen, se ir¨¢.

Sin embargo, en el PP se ha instalado tambi¨¦n la idea de que eso no va a suceder. Los populares, con la informaci¨®n que les llega desde los dirigentes de la Comunidad Valenciana, est¨¢n absolutamente convencidos de que la Sala del Tribunal Superior de Justicia que decidir¨¢ sobre el recurso le dar¨¢ la raz¨®n a Camps.

La sala, explican estas fuentes, estar¨¢ con toda probabilidad compuesta por tres magistrados conservadores miembros de la APM -Flors es de la moderada asociaci¨®n Francisco de Vitoria, pero ni mucho menos es un juez de los considerados pr¨®ximos al PSOE o anti-PP- y por tanto la confianza en que les d¨¦ la raz¨®n es mucho mayor.

Diversas fuentes del PP hablan abiertamente incluso de las vinculaciones personales que hay entre algunos jueces y dirigentes populares que est¨¢n sirviendo para que les hagan llegar el mensaje de la gravedad de lo que se est¨¢ jugando y la importancia que para el partido y el Gobierno valenciano tiene una decisi¨®n como ¨¦sta.

Todos recuerdan en privado que Juan Luis de la R¨²a, el presidente del tribunal -que ayer cumpl¨ªa su mandato y est¨¢ a la espera de que el Poder Judicial decida sobre su puesto- y probablemente de la sala que juzgue el recurso de Camps, es tan amigo de este pol¨ªtico que dijo en p¨²blico: "la palabra amistad no es suficiente para definir nuestra relaci¨®n".

Camps y su entorno, por su parte, seg¨²n fuentes de la direcci¨®n, est¨¢n trasladando el mensaje tanto a Rajoy como a otros dirigentes de que el asunto est¨¢ controlado. Pero no s¨®lo en privado. Los valencianos est¨¢n tan seguros que incluso se juegan en p¨²blico todo a esta ¨²nica carta. "Faltan dos escaloncitos", dijo Camps. Y ayer fue m¨¢s claro a¨²n el conseller de Inmigraci¨®n, Rafael Blasco, que expres¨® su "convicci¨®n personal" de que su jefe "no va a tener que sentarse delante de la Justicia por estos hechos".

Mientras, el PP sigue intentando minimizar los hechos y, sobre todo, evitar que se hable de la posible mentira de Camps, que insisti¨® varias veces, en p¨²blico y ante el juez, en que ¨¦l pag¨® todos los trajes en met¨¢lico en la tienda de Madrid. De hecho, es el ¨²nico de los imputados que dijo eso, los dem¨¢s aseguraron que se los pagaron a la red de Francisco Correa, algo m¨¢s dif¨ªcil de contrastar, por lo que Camps se ha metido en un embrollo jur¨ªdico peor que el de sus compa?eros. "Estamos hablando de una multa como mucho de 2.000 euros", insisti¨® Cospedal, lo que supondr¨ªa asumir que pudo haber regalo y por tanto el valenciano pudo mentir.

Rajoy ha decidido creer a su fiel bar¨®n cuando dice que pag¨® los trajes, pero en la c¨²pula del partido se ha instalado ya una gran incredulidad con el optimismo de Camps, que primero dijo que los jueces no admitir¨ªan el caso, despu¨¦s que no lo imputar¨ªan, despu¨¦s que no habr¨ªa juicio oral y ahora que la sala le dar¨¢ la raz¨®n. Si ha fallado cuatro veces, ?por qu¨¦ no una quinta?, se preguntan en G¨¦nova.