Literatura, ?para qu¨¦?
No me acuerdo de la Primera Guerra Mundial pero la le¨ª hace tiempo.
No me acuerdo de mi primer viaje a Acapulco pero s¨ª de haber le¨ªdo Cr¨®nica de una muerte anunciada en la vieja carretera interminable.
No me acuerdo de ninguna mujer de principios de siglo que no sea Margarita.
No me acuerdo de qu¨¦ color era el sill¨®n en el que escuch¨¦ caer el hacha de Rask¨®lnikov. Un sonido apagado que a¨²n corta en mis o¨ªdos.
No me acuerdo de ning¨²n cacique mexicano que no se parezca a Pedro P¨¢ramo.
No me acuerdo de ninguna cuerda que no haya ahorcado a un inocente.
No me acuerdo de cien a?os a menos que est¨¦n tan apretados.
No me acuerdo de ninguna fuga que no haya sido interminable.
No me acuerdo ya de mis amigos, mejor me acuerdo de Dunois, Billard y el se?or Lacaze.
No me acuerdo de haber olido nunca un cad¨¢ver, s¨¦ que huele a podredumbre, a leche fermentada, al el¨ªxir de las hienas.
No me acuerdo de haber entrado en un pante¨®n sino era en busca de Balzac, Cioran, Duras.
No me acuerdo de m¨¢s tristes tigres que de tres.
No me acuerdo de ning¨²n lunes que no sea aquel en que se inici¨® la eternidad.
No me acuerdo de haber querido ir a ?frica hasta que se volvi¨® una cuesti¨®n personal.
No me acuerdo qu¨¦ gritaban en la calle mientras Bartleby se negaba nuevamente a hacerlo.
No me acuerdo de la metempsicosis aunque s¨¦ que puede llegarse a ella enlazando una jarcia.
No me acuerdo de la Caja de Pandora pero s¨ª de la idiotez de Epimeteo.
No me acuerdo de ninguna tentaci¨®n que no nazca del amor por el fracaso.
No me acuerdo de ning¨²n silencio que no esconda un ruido de fondo.
No me acuerdo qu¨¦ estaba comiendo mientras cortaban la cabeza a Damasceno.
No me acuerdo de 1984 aunque recuerdo 1984.
No me acuerdo de ninguna vida que no sea min¨²scula.
No me acuerdo de un viaje mejor que del que lleva de la cama al escritorio.
No me acuerdo de un calor tan sofocante como el capaz de derretir un par de alas en el aire.
No me acuerdo del lugar en que se encuentra el Mississippi, me acuerdo de que ruge como mil fierros chocando.
No me acuerdo de mejor comedia que la nuestra.
No me acuerdo de Par¨ªs m¨¢s que de noche.
No me acuerdo de ning¨²n viejo que no sea un pobre Rey Lear.
No me acuerdo de haber o¨ªdo insultos que los que repite siempre Parra.
No me acuerdo de ninguna infancia apacible.
No me acuerdo de haber visto una serpiente que no se alimentara de elefantes.
No me acuerdo del fr¨ªo de la nieve, s¨ª del riesgo de no atinar a encender unos cerillos.
No me acuerdo de haber estado en presencia de un oso y a¨²n me aterra el filo de sus garras.
No me acuerdo de haber despertado con la nota de una mujer en la almohada pero Carlota me dej¨® una nota que dec¨ªa: Volver¨¦ al medio d¨ªa. Y despu¨¦s de su inicial: O quiz¨¢ m¨¢s tarde.
No me acuerdo de haber visto los colores hasta haber le¨ªdo Para siempre.
No me acuerdo de haberme asomado al agujero hasta que encontr¨¦ a mi Alicia en su ca¨ªda.
Emiliano Monge (Ciudad de M¨¦xico, 1978) es autor del libro de relatos Arrastrar esa sombra (Sexto Piso. Madrid, 2008. 124 p¨¢ginas. 15 euros).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.