El ¨²ltimo de los gigantes empresariales
Como "el ¨²ltimo de los gigantes" le bautiz¨® el gran periodista Cyrus Sulzberger. De esos que Europa, hoy m¨¢s que nunca, necesita. Francesco Rossi le consagr¨® en 1972 su magistral pel¨ªcula El caso Mattei, con Gian Maria Volont¨¦ de protagonista.
L¨ªder democristiano resistente en armas contra el fascismo, Enrico Mattei fue un monstruo de la empresa, el v¨¦rtice del despegue industrial transalpino tras la Segunda Gran Guerra. Cre¨® la base energ¨¦tica para aceros, petroqu¨ªmica, autom¨®vil...
Se lanz¨® a la prospecci¨®n de petr¨®leo y gas en el valle del Po. Lo encontr¨®. Cre¨® el ENI, Ente Nazionale de Idrocarburi, cuyo itinerario aut¨®nomo y relaciones norteafricanas y sovi¨¦ticas rompieron el oligopolio de las grandes petroleras, las siete hermanas, irrit¨¢ndolas hasta provocar el inter¨¦s del presidente Kennedy. Muri¨® en 1962, en un sospechos¨ªsimo accidente de aviaci¨®n. Fue el primer gran emprendedor italiano con una visi¨®n y estrategia internacional propia, la de un so?ador realista. Sin ¨¦l no habr¨ªa surgido la generaci¨®n de condottieri que catapult¨® a su pa¨ªs en la treintena gloriosa: los Agnelli, De Benedetti, Pirelli y compa?¨ªa.
Europa necesita colosos como Mattei y Duran Farell, padres de 'mapas' en energ¨ªa e industria
Hoy hace 10 a?os falleci¨® Pere Duran Farell, la vida paralela hispana de Mattei. Ingeniero, empresario poli¨¦drico, activista cultural. Y catalanista de los de seny: "?Que Catalunya salga de su c¨¢scara!" proclamaba. Y lo aplicaba. Tore¨® con el caudillo mientras conspiraba con el Tarradellas exiliado y negociaba clandestinamente con las entonces ilegales (corr¨ªa 1968) Comisiones Obreras, como presidente de la Maquinista. Su gran legado es la gasificaci¨®n de Espa?a. Un hecho clave para el relanzamiento econ¨®mico de este pa¨ªs.
A diferencia de Mattei, que figuraba en el n¨²cleo duro del poder democristiano, el perif¨¦rico Duran se vio obligado a sortear las zancadillas de la dictadura. Presidente de Catalana de Gas, trajo en barco el gas licuado de Libia y lo regasific¨® en Barcelona. Tuvo que lidiar con los falangistas de Enagas (Valero Bermejo y compa?¨ªa) y asumir que Arias Navarro le birlara en 1974 la planta de regasificaci¨®n, en favor de aqu¨¦llos. Resisti¨®, promovi¨® el gasoducto con Argelia, y al cabo absorbi¨® Gas Madrid, alumbrando Gas Natural en 1992.
Apasionado de las utop¨ªas responsables, las conjuras c¨ªvico-civiles y de convencer m¨¢s que de vencer ("jam¨¢s cantes victoria, porque eso implica que alguien ha sufrido la correspondiente derrota", aconsejaba), se empe?¨® en diversificar la estructura energ¨¦tica espa?ola (y latinoamericana). Cuando en los primeros ochenta el gas representaba s¨®lo un 2,5% de la energ¨ªa primaria consumida en Espa?a, so?aba con llegar al 10% en un decenio: hoy supone el 21,4% (por el 48,1% el petr¨®leo, el 13,8% el carb¨®n; el 9,8% la nuclear y el 6,9% las renovables; cifras de 2007). Para lograrlo, huero de una palanca de poder como el ENI, emple¨® a fondo su capacidad de seducci¨®n sobre los primeros Gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez... mientras formaba parte, en calidad de minor¨ªa rebelde, de la patronal Fomento, cuna de la CEOE que tanto apret¨® para impedir a esos rojos el acceso al banco azul.
Predic¨®, primero en el desierto, las bondades hoy evidentes de la cogeneraci¨®n energ¨¦tica. A saber, los sistemas de ciclo combinado: producci¨®n y aprovechamiento simult¨¢neo de electricidad y calor (reutilizando el vapor de agua excedente), con el consiguiente ahorro energ¨¦tico y reducci¨®n de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Misi¨®n culminada, aunque su muerte en plena actividad (a los 78 a?os) le impidi¨® saborear una miel por la que tanto lib¨®: la constituci¨®n de una gran empresa el¨¦ctrica-gasista, reci¨¦n consagrada ahora mediante la fusi¨®n Gas Natural/Uni¨®n Fenosa, la primera de este g¨¦nero
Impulsor tambi¨¦n, a trav¨¦s de Hidru?a, de la energ¨ªa nuclear (Vandell¨®s I) aunque luego muy cr¨ªtico de ella, el mapa energ¨¦tico espa?ol en evoluci¨®n no se explicar¨ªa, al igual que el de Italia sin Mattei, sin su contribuci¨®n modernizadora, su visi¨®n a largo plazo, su riesgo, su tozudez de rostro pl¨¢cido.
Duran cosech¨® tambi¨¦n, quien no arriesga jam¨¢s yerra, alg¨²n sonoro fracaso. Tuvo que entregar Hidru?a a Hidrola, pero present¨® el rev¨¦s como soluci¨®n ¨²til para todos. Encabez¨® una Corporaci¨®n Industrial Catalana de floj¨ªsimos resultados, pero a¨²n se recuerda c¨®mo muchos accionistas se resignaban a perder... a cambio de gozar en las juntas escuchando sus siempre sorprendentes razones.
Enrico Mattei, Pere Duran Farell. ?Colosos de otra ¨¦poca? ?Remedos p¨®stumos de aquellos capitanes de industria que retrat¨® Vicens Vives en su Industrials i Pol¨ªtics? ?Guiones para pel¨ªculas y biograf¨ªas audaces?
No s¨®lo. Europa, Espa?a, Catalu?a, necesitan m¨¢s empresarios obsesionados por construir conglomerados con tama?o cr¨ªtico: como el caso de la nueva Gas Natural. Con visi¨®n y estrategia internacional propia. Que desborden el estricto marco familiar y multipliquen el recurso al mercado de valores, aunque necesiten dotes seductoras para enamorar a sacrificadas juntas. Capaces de acordar, m¨¢s que de enfrentarse, con los sindicatos. De lanzarse a nuevos sectores de futuro, como hizo el catal¨¢n con la qu¨ªmica fina y la japonesa Corporaci¨®n Kao. De establecer puentes celestinos con los poderes, como los tendidos por Duran entre Gonz¨¢lez, Pujol, ?incluso Aznar! De asumir apuestas culturales, como la del Cap¨ªtulo Espa?ol del Club de Roma. Y de tantas otras que el enjuto condottiero catal¨¢n encabez¨®.
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