El pacto del t¨²nel de Vallvidrera

"Presidente, tenemos un problema de primer orden". Joan Puigcerc¨®s y Joan Ridao no se anduvieron con rodeos el pasado viernes ante Jos¨¦ Montilla en el Palau de la Generalitat. La suya no era una advertencia cualquiera. Hac¨ªa ya m¨¢s de 12 horas desde las primeras noticias de acuerdo entre el Gobierno y la Generalitat por la financiaci¨®n y Esquerra segu¨ªa amenazando con descolgarse con todas sus consecuencias. "Fue el momento m¨¢s cr¨ªtico", admiten fuentes de la negociaci¨®n.

De poco sirvieron los argumentos del cuarto asistente a la reuni¨®n, el consejero Antoni Castells, quien record¨® que el tripartito se hab¨ªa plantado ya dos veces ante un mal acuerdo. A ERC no le bastaban los 3.400 millones que garantizaba el pacto cerrado el jueves entre el consejero y la ministra Elena Salgado. Puigcerc¨®s y Joan Ridao necesitaban exhibir a su militancia un acuerdo con 3.800 millones, el compromiso que hab¨ªan adquirido p¨²blicamente los republicanos. Una vez m¨¢s, el tripartito se asomaba al abismo.

Pero las cosas comenzaron a enderezarse la misma noche del viernes. Otra reuni¨®n en el Palau de la Generalitat, esta vez en el despacho del presidente, sirvi¨® para que Montilla y Castells accedieran a la petici¨®n de ERC de negociar por su cuenta con el Gobierno algunos flecos del acuerdo. Hab¨ªa poco que perder, debieron de pensar. Por eso el propio Montilla descolg¨® el tel¨¦fono para pedir a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero consideraci¨®n hacia ERC. Despu¨¦s cen¨® en la casa dels Canonges con sus dos hombres de confianza en el PSC: Miquel Iceta y Jos¨¦ Zaragoza. Una cena frugal, a la espera de resultados.

?stos llegaron antes de lo previsto. Poco antes de las once de la noche, Joan Ridao, de camino a casa, recib¨ªa una primera llamada al m¨®vil mientras cruzaba con su coche los t¨²neles de Vallvidrera. Era la ministra Salgado. Y estaba dispuesta a negociar. Ridao par¨® el coche en el peaje para hablar m¨¢s tranquilamente. "En esta primera llamada la cifra subi¨® ya unas decenas de millones", aseguran fuentes republicanas. Hab¨ªa margen para el acuerdo. Ridao y Salgado, que siempre han presumido de tener buena relaci¨®n, quedaron para seguir hablando el s¨¢bado. "A primera hora te llamo", dijo Salgado. "?A primera hora madrile?a?" le inquiri¨® un Ridao acostumbrado a la impuntualidad de la capital. "A las nueve; hora monta?era". Y as¨ª fue.

En el m¨®vil de Ridao y en los tel¨¦fonos de la sede de ERC constan una veintena de llamadas entre la ministra y la direcci¨®n republicana durante la jornada del s¨¢bado. Fue maratoniano. Tambi¨¦n hubo dos contactos con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Fue ¨¦l quien propuso incrementar en 50 millones la cifra en virtud de la realidad biling¨¹e de Catalu?a. Y la cifra fue subiendo, aun a costa de que parte del dinero extra estuviera fuera del modelo. As¨ª, se pact¨® una partida de 370 millones para transportes metropolitanos y para nuevos convoyes de Cercan¨ªas. El modelo del Estatuto no habla de estos conceptos, pero lo importante para ERC era sumar.

Buena prueba de que las cosas funcionaban fue que el PSC se atreviera el s¨¢bado por la tarde a exhibir a bombo y platillo las cifras de un acuerdo que el d¨ªa antes el tripartito insist¨ªa en desmentir. El riesgo de un no de ERC, fatal para la financiaci¨®n, letal para el tripartito, comenzaba a desvanecerse. Miquel Iceta hizo pol¨ªtica de bistur¨ª ante los periodistas. "Las cifras pueden estar sujetas a alguna variaci¨®n". Las calculadoras segu¨ªan echando humo en ERC. El s¨¢bado por la noche, Zapatero y Montilla hablan de nuevo. El en¨¦simo ajuste en el modelo hace m¨¢s digerible el pacto para ERC. El s¨ª republicano era un hecho y s¨®lo faltaba la ratificaci¨®n de su ejecutiva. Acababan las 48 horas del tripartito en las que ¨¦ste se asom¨® al abismo.