Buscando el buen camino
Sergio Garc¨ªa, que no ha ganado ning¨²n 'grande', pone buena cara y promete un juego consistente ante el prestigioso torneo europeo
Dicen que el Aisla Course de Turnberry, un par 70 ba?ado por el mar de Irlanda, es un campo mucho m¨¢s pac¨ªfico, menos duro, que cualquiera de los links brit¨¢nicos que acogen el Open. Y no parece, viendo lo que rodea a Turnberry, las vacas que pacen como si nada, la verde campi?a escocesa, los tractores faenando, la escarpada costa, la misteriosa silueta entre la niebla de la isla de Craig, que nadie pueda ponerse nervioso jugando al golf en estos parajes. No es mal ambiente, pues, para quienes m¨¢s necesitan la paz interior para sacar su mejor juego. Como Sergio Garc¨ªa, siempre un im¨¢n en el Open Brit¨¢nico, necesitado de energ¨ªa positiva despu¨¦s de una ¨¦poca an¨ªmica turbulenta. "Pero ya me he recuperado, ya estoy en el buen camino", asegura el castellonense ante el grande europeo que hoy comienza (Golf +, desde las 10.00); "mi juego es ahora m¨¢s consistente, y estoy m¨¢s confiado".
"Estoy peg¨¢ndole mal, he perdido el 'swing', estoy fuera de onda", se lamenta Quir¨®s
Sergio estrena putter y, parece, una mentalidad m¨¢s acorde con lo que se le supone a un n¨²mero cinco del mundo. Al menos tiene mejor cara que en Augusta (lo que no es dif¨ªcil) y mira al cielo preocupado por el viento cambiante y la lluvia en lugar de maldecir su suerte. Sus 29 a?os le visten de veterano frente a uno de sus compa?eros de juego de hoy, el tallo italiano Matteo Manassero, de estreno gracias a su triunfo en el British amateur -fue el ganador m¨¢s joven, con 16 a?os y 62 d¨ªas-. "Pues s¨ª, esta ma?ana lo pensaba. En 1996 estaba con Seve pensando en si podr¨ªa alg¨²n d¨ªa jugar una vuelta y ahora...". Sergio mira al pasado, recuerda cuando ¨¦l tambi¨¦n fue campe¨®n amateur, sus primeros pinitos, y le pica la "curiosidad" ante Manassero. Y mira al futuro y al otro lado, compartiendo tambi¨¦n campo hoy con ¨¦l, curiosa escalera generacional, est¨¢ Tom Watson, 59 a?os, alguien a quien todav¨ªa agradecen en Turnberry su duelo al sol con Jack Nicklaus en 1977. Sergio juega hoy entre el pasado y el futuro preocupado por dar lustre a su presente.
Tambi¨¦n en busca de un rayo de luz, ?lvaro Quir¨®s y Gonzalo Fern¨¢ndez-Casta?o discuten como ni?os sobre si el campo beneficia o no a los pegadores. "Que te digo que no, que con el viento, todos igual", zanja Quir¨®s, "y por eso es importante tener suerte con el tiempo". "Eso es el British, amigo", le responden, y ?lvaro tuerce el gesto porque no parece emocionado en su debut. "Un torneo m¨¢s. Adem¨¢s, estoy peg¨¢ndole mal, he perdido el swing, estoy fuera de onda, a veces me voy a la izquierda, otras a la derecha, y eso me genera dudas". "Mi objetivo", sigue Gonzalo con las bromas, m¨¢s centrado, ya feliz despu¨¦s de recuperar a la perra que se le perdi¨® en Guadalmina (Marbella), "es pasar a ?lvaro en la clasificaci¨®n" (el madrile?o es el 40? despu¨¦s de su segundo puesto en Escocia la semana pasada, su cuarta plata del a?o, y Quir¨®s es el 36?). "Hasta que no le pase no estoy tranquilo". No anda por el campo ya Pablo Larraz¨¢bal, que hoy debe pegarse el madrug¨®n de su vida para estar en el tee del uno a las 6.41.
El quinteto espa?ol lo cierra Jim¨¦nez, el jornalero, otro que puede contar batallitas de Turnberry. Aqu¨ª se jug¨® por ¨²ltima vez el Open Brit¨¢nico en 1994, cuando, recuerdan los veteranos, el periodista no estaba enganchado al m¨®vil y Supergarc¨ªa llamaba al fijo del hotel a ¨²ltima hora. Entonces los jugadores naturales llevaban la voz cantante. Hoy les ha sustituido el mecanizado Tiger Woods, que busca su primer grande del a?o. Queda, sin embargo, Rory McIlroy, su swing natural, la gran apuesta brit¨¢nica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.