Trampa para los pegadores

Como todos los links, los campos junto al mar, Turnberry tiene trampa. Que no se f¨ªen los pegadores de sus m¨²sculos, porque la brisa marina acostumbra a juguetear caprichosamente con la bola que vuela alta. M¨¢s vale la bola baja, bien controlada, y luego afinar para hacerla rodar sobre el green con mucho tacto hasta rematar con el putt. Esto no es Estados Unidos, tierra del m¨¢s fuerte, aqu¨ª las matem¨¢ticas no sirven para mucho. "Aqu¨ª no vale mi bola explosiva, alta, fuerte", explicaba ayer ?lvaro Quir¨®s en charla con los lectores de EL PA?S. "Aqu¨ª, en la mayor¨ªa de hoyos, no voy a poder jugar el drive, sino una madera tres, o un hierro dos, para mantener la bola en juego. Premia m¨¢s tenerla en el centro de la calle que en el semirough".

En Turnberry gan¨® en 1977 Tom Watson en pelea con Nicklaus, en 1986 levant¨® la jarra Greg Norman, y en 1994 triunf¨® Nick Price. "Y esos han sido algunos de los jugadores que mejor han golpeado a la bola en la historia del golf", explica Tiger Woods, el n¨²mero uno, que vio la pasada edici¨®n del Open por televisi¨®n y entre dolores reci¨¦n operado de su lesi¨®n de rodilla. "Eso demuestra que aqu¨ª tienes que golpear a la bola bien, tienes que dirigirla bien, y golpear bien los hierros", a?ade El Tigre, debutante en Turnberry, enamorado, como todos los jugadores estadounidenses, de los campos brit¨¢nicos, y seguido con inter¨¦s por su nuevo amigo, el presidente Barack Obama, un fan del golf.

"Adem¨¢s, tanto como golpear recto desde el tee, importa el viento. En los ¨²ltimos d¨ªas hemos tenido diferentes ¨¢ngulos de viento, y eso cambia mucho el juego. Por eso es tan dif¨ªcil jugar en un link, no s¨¦ si voy a dar 10 drives o no voy a dar ninguno, llega un momento en que no puedes controlar a qu¨¦ distancia se va a ir la bola", cuenta Woods. El parte meteorol¨®gico avisa adem¨¢s de cambios dentro de una misma jornada: ratos de sol, ratos de lluvia y viento.

El estadounidense se ha subido al carro de los triunfos desde su recuperaci¨®n: tres victorias (Memorial, Arnold Palmer y el AT&T) y varias remontadas. Le queda la cuenta de cada a?o, un grande. Hoy compartir¨¢ protagonismo con el fen¨®meno japon¨¦s, Ryo Ishikawa, un fil¨®n medi¨¢tico y publicitario seguido por un desfile de fot¨®grafos y patrocinadores, e intentar¨¢ que el domingo el irland¨¦s Harrington, un tipo que suele acabar las temporadas de menos a m¨¢s, no se apunte su tercera victoria seguida en el Open Brit¨¢nico, una marca con la que igualar¨ªa el triplete de Peter Thompson entre 1954 y 1956.