Est¨¦vez, presidente de EE UU

Ram¨®n Est¨¦vez es bajito y cat¨®lico. Y piensa que ser sentimental es algo que no se puede permitir un artista porque mata cualquier tipo de arte. Aunque no lo puede hacer mucho, le gusta ir a misa en bicicleta a iglesias cercanas a Parderrubias, una parroquia de Salceda de Coselas, en la provincia de Pontevedra, donde naci¨® su padre, Francisco. Tres de sus cuatro hijos se llaman Ram¨®n, Emilio y Carlos, aunque ¨¦l no habla m¨¢s que cuatro palabras de espa?ol. Estos d¨ªas anda por El Escorial con su hermana Carmen, la ¨²nica chica entre 10 hermanos. Pasea por el pueblo y la gente se vuelve a mirarle. No hay en ¨¦l nada excepcional. Quiz¨¢ esa camisa caribe?a y su mirada escudri?adora, pero la oculta tras unas gafas de sol cl¨¢sicas.

La expectaci¨®n es normal teniendo en cuenta que detr¨¢s de ese personaje en principio anodino se encuentra un famoso e internacional actor, sobre todo desde que protagoniz¨® la serie televisiva El ala oeste de la Casa Blanca. Martin Sheen, hombre comprometido con su profesi¨®n, con su familia y sobre todo con la lucha por los derechos humanos. Actividad esta ¨²ltima que le ha tra¨ªdo hasta Espa?a para participar en una ¨²nica actuaci¨®n de Voces contra el poder: M¨¢s all¨¢ de la oscuridad, de Ariel Dorfman, que anoche se vio en el Auditorio de El Escorial dentro del curso de la Universidad Complutense dirigido por el juez Baltasar Garz¨®n: Justicia y derechos humanos: de la frustraci¨®n a la esperanza.

Sheen fue un actor m¨¢s en la representaci¨®n en la que, adem¨¢s de los cantantes Soledad Jim¨¦nez y Patxi Andi¨®n, tambi¨¦n participaron Mar¨ªa Jos¨¦ Goyanes, Jordi Dauder, Eusebio L¨¢zaro, Ram¨®n Langa, Ruth Gabriel, Marta Belaustegui, Ana ?lvarez y Antonio Hortelano adem¨¢s de Carmen Est¨¦vez, hermana del actor estadounidense. El texto de Dorfman se complet¨® con la actuaci¨®n de Sole Jim¨¦nez, ex vocalista de Presuntos Implicados.

Nacido en Ohio en 1940 en el seno de una familia de emigrantes decidi¨® cambiarse el nombre para que dejaran de encasillarle. Entregado al teatro en sus or¨ªgenes profesionales y popular por su presencia en series televisivas en los a?os setenta del pasado siglo, se hizo mundialmente conocido tras participar en Apocalypse now, de Francis Ford Coppola. Ayer, mientras com¨ªa el men¨² de un gran comedor repleto de estudiantes recordaba cuando hizo esta emblem¨¢tica pel¨ªcula: "Treinta a?os ya", dec¨ªa mientras finalizaba su manjar estudiantil sin vino, porque ha concluido que ya se hab¨ªa bebido todo lo que le correspond¨ªa y ha devenido en abstemio.

No tiene muy buena opini¨®n de los pol¨ªticos y no cree que sean ellos los que pueden conseguir un mayor bienestar a la poblaci¨®n: "Cualquier acci¨®n que defienda una mejora para el ser humano siempre tiene su origen en la gente de a pie, no en los pol¨ªticos; lo que pasa es que cuando ellos ven que algo funciona lo hacen suyo, pero no hay que confundir entre l¨ªderes y pol¨ªticos", se?ala el actor, que sostiene que hoy en d¨ªa son las ONG las inspiradoras de los cambios. "No hay m¨¢s que ver el espect¨¢culo para comprender qui¨¦nes son m¨¢s importantes, si los pol¨ªticos o las personas concienciadas que arriesgan sus vidas para hablar claro", se?ala este hombre que quiz¨¢ no ha arriesgado su vida para decir alto lo que piensa, pero s¨ª su profesi¨®n.

"La mayor¨ªa de las democracias hoy en d¨ªa son una mezcla de dinero, envidias, poder, ej¨¦rcitos... y queda muy poco de lo que es la democracia pura. Hay mucho que hacer". Y, tomando prestadas las ¨²ltimas palabras del espect¨¢culo, a?ade: "Y si nosotros no lo hacemos, ?qui¨¦n lo har¨¢? Mirar la pobreza masiva y sentir horror por los que pasan hambre es natural, cabrearse por eso es ser responsable, esa rabia te llevar¨¢ a buscar justicia, pero si ese cabreo y esa rabia no te mueve a buscar justicia m¨¢s vale que destruyas tu esp¨ªritu".

El origen de lo que se vio anoche en El Escorial est¨¢ en un libro y una obra de teatro que analiza los conflictos de derechos humanos en m¨¢s de 40 pa¨ªses. La primera vez se estren¨® en el Kennedy Center de Washington en 2000, en presencia del presidente Clinton y con Kevin Kline, John Malkovich y Sigourney Weaver, entre otros. Ayer arroparon la representaci¨®n Carlos Berzosa, rector de la Universidad Complutense, Kerry Kennedy, de la fundaci¨®n RFK y el juez Baltasar Garz¨®n, quien por cierto es un personaje del montaje. Como todos los dem¨¢s, un actor habl¨® por su boca mientras una gran foto suya aparec¨ªa sobre el escenario.