Larsson y el retorno de las amazonas
?Por qu¨¦ Stieg Larsson ha conseguido hacer la novela de la d¨¦cada? ?Por qu¨¦ ha logrado que nos quedemos sin dormir y no podamos dejar de leer su ¨²ltimo libro hasta terminar exhaustos? ?Por qu¨¦ Millennium ha traspasado los l¨ªmites de la literatura y es ya un fen¨®meno social?
Seguramente por un conjunto de razones. Pero sobre todo por una: ha situado en el centro de su propuesta a la mujer amazona. Y lo ha hecho justo en el complejo momentum que vivimos en Europa.
La mujer se ha apoderado de este nuestro particular momentum, hecho de crisis y de confusi¨®n, como se ha apoderado de la asombrosa obra de Larsson. Las amazonas de Millennium aparecen en la novela tan s¨®lidamente como ya lo est¨¢n en el coraz¨®n de los dos grandes papeles que desarrolla la mujer de hoy: l¨ªder emergente de nuestras sociedades y, a la vez, v¨ªctima cotidiana del delito m¨¢s repugnante que cabe en las cabezas y en las almas.
Los personajes fuertes, imparables y fascinantemente tiernos de la novela son mujeres. No s¨®lo la perturbadora Lisbeth Salander. Tambi¨¦n las polic¨ªas (p¨²blica y privada) Figuerola y Modig. Y la editora Erika Benger, a la que reserva un di¨¢logo demoledor con un miserable. Y la inteligente abogada Giannini, que destroza literalmente al villano psiquiatra.
Cada vez que esas mujeres irrumpen, se hace el vac¨ªo y s¨®lo tenemos ojos para ellas. C¨®mo son, c¨®mo avasallan, c¨®mo nos desbordan.
Y frente a ellas, los hombres que odian a las mujeres. Los que perpetran el cotidiano pecado que m¨¢s degrada a la Humanidad. El crimen m¨¢s intolerable y m¨¢s tolerado a la vez. La violencia f¨ªsica, ps¨ªquica y pol¨ªtica contra la mujer, masivamente extendida desde siempre.
No se puede hacer una denuncia m¨¢s abrasadora que la que hace Larsson. Su t¨¦cnica, sencillamente, arrasa. Millennium es la fusi¨®n de la novela negra cl¨¢sica con el ritmo del arte del siglo XX: el cine, y con el lenguaje del siglo XXI: Internet. El autor administra el misterio de forma m¨¢gica y nos tiene prisioneros, inermes, ante lo que nos quiere decir. Lo que Larsson nos dice es que las amazonas han vuelto, para quedarse. Que se han puesto a marcar el rumbo de los acontecimientos y que eso es irreversible, porque tales mujeres tienen menos de cuarenta a?os.
Tambi¨¦n nos dice que los que no aman a las mujeres, las matan, las violan, las maltratan o las desprecian, no son solamente asesinos, violadores o maltratadores. Son los m¨¢s necios. Los que no han entendido nada de la vida. Y por eso no merecen compasi¨®n, ni comprensi¨®n, ni perd¨®n. Y hay que derrotarlos y destruirlos de forma implacable.
Seguramente el objetivo de la novela -si es que puede hablarse as¨ª- es imposible de obtener sin apelar a una soci¨®pata como Salander. Sus decisiones irrefrenables, secas, subversivas, sirven para iluminar el horror contra el que se rebela. El n¨²cleo duro de la novela es, por eso, su capacidad de atravesar nuestras entra?as y atraparnos, no con la conducta ¨¢cida de Lisbeth Salander, sino con la tr¨¢gica pulsi¨®n y decisi¨®n machista, escondida, casi invulnerable, del lado oscuro.
El trepidante relato de Larsson acab¨® quiz¨¢ con su propia existencia. Parad¨®jicamente. Porque esta novela es tan explosiva y vitalista que ha dejado de ser sueca para adquirir la nacionalidad europea. Espero que sirva para conmover y tambi¨¦n para corroer los sucios cimientos de la perversi¨®n. -
Diego L¨®pez Garrido (Madrid, 1947) es secretario de Estado para la Uni¨®n Europea.
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