?tzi, el 'hombre del hielo'
El Museo Arqueol¨®gico Regional, en Alcal¨¢ de Henares, dedica una exposici¨®n al hallazgo de un var¨®n momificado en un glaciar hace 5.300 a?os
Var¨®n. 45 a?os. 1,60 metros de estatura. Cabello casta?o oscuro. Ojos azules. 50 kilos de peso. Medida del pie: 38 cent¨ªmetros. Ast¨¦nico. Omn¨ªvoro. Profesi¨®n: arquero y cazador. Actividades ocasionales: pastoreo, pesca. Aficiones: monta?ismo y manualidades de ebanister¨ªa. Nacionalidad: surtirol¨¦s. Muerte: por herida incisa de flecha en omoplato izquierdo y consecutivo desangramiento en un glaciar situado a 3.210 metros de altitud. Nombre: desconocido. Apodo: ?tzi, el hombre del hielo. Edad: 5.300 a?os.
Tal era el hombre cuyo cad¨¢ver momificado, hoy conservado a -6? cent¨ªgrados, nitrogenado y menguado en peso hasta 13 kilos, fue encontrado en la planicie subglaciar de Tisenjoch, entre Austria e Italia -formalmente, a 92,5 metros de la l¨ªnea fronteriza, dentro del territorio italiano-. Los autores del hallazgo fueron Helmut y Erika Simon, que encontraron el cuerpo con la cabeza y los hombros sobresaliendo de una charca semihelada de 40 metros de longitud por 4 de profundidad y 8 de anchura. Fue el jueves 19 de septiembre de 1991 -una fecha que nadie adivinaba que iba a ser conocida tiempo despu¨¦s como un hito en la historia de la arqueolog¨ªa y, por ende, de la del g¨¦nero humano-.
Los Simon regresaban de una excursi¨®n de monta?a por el valle alpino de ?tz. Junto al cuerpo oscurecido, con un brazo cruzado bajo el cuello, la pareja hall¨® una bolsa cil¨ªndrica hecha con corteza de abedul que se encontraba tiznada en su interior. Pensaron que se trataba de un monta?ero despe?ado meses antes.
Alarmados, los Simon descendieron hasta un refugio, en Similaun, e informaron a Markus Pirpamer, su due?o, que avis¨® a su vez a los carabinieri italianos del valle de Senales y a la polic¨ªa austriaca del puesto de S?lden, cerca de Innsbruck. "Hubo un primer levantamiento policial del cad¨¢ver, efectuado r¨¢pidamente porque se cre¨ªa que se trataba del cuerpo de un alpinista desaparecido un par de a?os antes", explica Germ¨¢n Delibes, catedr¨¢tico de Prehistoria de la Universidad de Valladolid. Delibes fue uno de los primeros expertos del mundo que se dio cuenta de la importancia del hallazgo, "sobre todo por la entidad del ajuar con ¨¦l encontrado". As¨ª lo asegura el catedr¨¢tico, que ha supervisado contenidos de la exposici¨®n ?tzi, el hombre que vino del hielo, con r¨¦plicas perfectamente mimetizadas, inaugurada ayer por Ignacio Gonz¨¢lez, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, en el Museo Arqueol¨®gico Regional de Alcal¨¢ de Henares que dirige Enrique Baquedano.
El ajuar inclu¨ªa un arco de madera de tejo de 1,82 metros; 14 flechas en construcci¨®n, en madera de viburno, y dos de ellas dispuestas para ser lanzadas, con punta de s¨ªlex pegada al astil con alquitr¨¢n de abedul e hilo, m¨¢s plumas impulsoras procedentes de un p¨¢jaro llamado chova piquigualda; una cuerda de rafia vegetal; un pu?al con mango de fresno; un punz¨®n de tilo para hacer inscripciones; una gorra de piel de oso; una yesca de madera para hacer fuego; un cintur¨®n de piel de ciervo... As¨ª, hasta 22 materiales en total, tratados artesanalmente por un hombre extraordinariamente inteligente, capaz de sobrevivir a 3.210 metros de altitud sobre los Alpes, gracias, sobre todo, a otro fabuloso utensilio: un hacha de cobre con empu?adura de madera de tilo.
Esta madera, material org¨¢nico, tambi¨¦n ha resistido sin descomponerse m¨¢s de 5.000 a?os gracias a haber quedado, junto con su due?o ?tzi, integrada dentro de la enorme lengua de un glaciar que tard¨® todo ese tiempo en desplazarse y expulsar de su seno al infortunado cazador y a su valios¨ªsimo ajuar. El filo de cobre se?alaba que pertenec¨ªa a la ignota Edad del Cobre. El primer arque¨®logo local que preludi¨® la importancia del hallazgo fue Conrad Spindler, que, con otros dos colegas interesados en el asunto, fallecer¨ªa poco despu¨¦s, dando origen a una leyenda similar a la que acompa?¨® a Howard Carter (1874-1939) tras abrir la pir¨¢mide de Tutankam¨®n, apertura que fue seguida paulatinamente por la muerte de 20 allegados suyos. Aquel enigma qued¨® desvelado al descubrirse en la pir¨¢mide, en 1985, la existencia de un hongo, el Aspergius flavus, cuyas esporas provocaban alergias pulmonares letales. De la historia de ?tzi, de la prodigiosa precocidad del ser humano por crearse una tecnolog¨ªa para sobrevivir en tiempos remot¨ªsimos, da cuenta esta interesante exposici¨®n, montada por la empresa Dynasty, procedente del Museo de Arqueolog¨ªa de Tirol del Sur, en Bolzano.
?tzi, el hombre que vino del hielo. Museo Arqueol¨®gico Regional. De Marte a domingo, de 11.00 a 19.00. Visitas teatralizadas todos los domingos a las 12.00. Plaza de las Bernardas. Alcal¨¢ de Henares. Hasta el 22 de noviembre.
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