Ch¨¢vez apunta a la propiedad privada
La Ley de Propiedad Social abre la puerta a nuevas expropiaciones de bienes y empresas - El proyecto prev¨¦ la militarizaci¨®n de los trabajadores estatales
La publicidad consume cada vez m¨¢s segundos del programa televisivo dominical del presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, desde que se ha propuesto hacerse con el control de los medios de producci¨®n del pa¨ªs, bien creando "empresas de producci¨®n social" o confiscando empresas privadas "capitalistas". "Tome refresco de Uvita para ser padre a los 100 a?os". "El que no tenga un Vergatario [tel¨¦fono m¨®vil fabricado por la telef¨®nica estatal, nacionalizada hace dos a?os] es un cero a la izquierda". "Use el Guayuquito [un pa?al desechable fabricado por el Estado] para que se vea el carajito [ni?o] m¨¢s bonito".
El Gobierno venezolano ha emprendido un viraje hacia la econom¨ªa socialista y el ¨²ltimo paso ha desatado todas las alarmas: se trata del proyecto de Ley de Propiedad Social, que abre la puerta a nuevas confiscaciones de empresas y bienes y que, seg¨²n c¨¢maras empresariales y organizaciones no gubernamentales, permitir¨¢ al Ejecutivo arrasar con la propiedad privada.
M¨¢s de 12.000 firmas contratistas han sido nacionalizadas en el ¨²ltimo a?o
El Gobierno estudia sustituir a los sindicatos por comit¨¦s socialistas
En el ¨²ltimo a?o, Ch¨¢vez ha convertido a m¨¢s de 12.000 firmas contratistas de la estatal Petr¨®leos de Venezuela en "empresas de producci¨®n social", gracias a la entrada en vigor de una nueva Ley de Contrataciones P¨²blicas y a la aprobaci¨®n, en mayo de este a?o, de una ley que reserva al Estado todos los negocios vinculados a la explotaci¨®n de hidrocarburos. Por decreto o mediante expropiaciones, el presidente venezolano tambi¨¦n ha ordenado la nacionalizaci¨®n del sector el¨¦ctrico, de las telecomunicaciones, de la metalurgia, de la industria del cemento, de plantas procesadoras de alimentos y de tierras para la siembra y la ganader¨ªa. Su ¨²ltima gran compra fue la de la filial venezolana del Banco Santander, que otorga al Estado el dominio del 25% de las captaciones de la banca nacional.
Si bien la Constituci¨®n establece la posibilidad de que el Estado declare la utilidad p¨²blica y expropie una propiedad, la revoluci¨®n desea ir m¨¢s all¨¢ en los supuestos que justifican la medida. El proyecto de Ley de Propiedad Social, en el que trabaja desde abril la mayor¨ªa oficialista en el Parlamento, faculta al Gobierno a "declarar la utilidad p¨²blica y el inter¨¦s social de bienes, materiales e infraestructuras que se determinen susceptibles de ser declarados de propiedad social, para asegurar, mediante la producci¨®n socialista, la satisfacci¨®n de las necesidades sociales y materiales de la poblaci¨®n". El borrador de la ley tambi¨¦n establece que el Ejecutivo "podr¨¢ decretar la expropiaci¨®n forzosa, mediante justa indemnizaci¨®n", de los bienes "cuya actividad productiva no se corresponda con los intereses nacionales y el modelo socioproductivo".
El proyecto ha despertado una gran inquietud. Las encuestas recientes, incluso las encargadas por el Gobierno, reflejan que m¨¢s del 70% de la sociedad venezolana apoya la existencia de la propiedad privada y rechaza las medidas confiscatorias del Gobierno.
Ante la presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica, la Comisi¨®n de Participaci¨®n Ciudadana del Parlamento, que est¨¢ a cargo de la redacci¨®n de la ley, ha elaborado decenas de proyectos: un total exacto de 42, seg¨²n el diputado chavista Ulises Daal, coordinador del equipo t¨¦cnico que trabaja esta materia. Pero en todos hay un esp¨ªritu que se mantiene: "En la medida que empresas no cumplan su verdadero objetivo de participar activamente en el proceso econ¨®mico, (...) claro que el Estado estar¨¢ en la obligaci¨®n de tomar los correctivos para encauzarlas, por cualquier v¨ªa, para que respondan a los intereses de la poblaci¨®n venezolana", dijo el 28 de junio el diputado Daal, en una entrevista al diario caraque?o El Universal. "Vamos a transitar un largo trecho con la propiedad privada capitalista y en el transcurrir del tiempo la idea es que todos los medios de producci¨®n sean socializados", agreg¨®. En lugar de bur¨®cratas burgueses, ser¨ªan los propios trabajadores -agrupados en "unidades de producci¨®n socialista" y dirigidos y financiados por el Ejecutivo- los que se har¨ªan cargo de la direcci¨®n de las f¨¢bricas.
Los redactores del proyecto tambi¨¦n han hecho una lectura bastante literal de la idea de crear "ej¨¦rcitos industriales", planteada por Carlos Marx y Federico Engels en el Manifiesto Comunista. Adem¨¢s de "asumir el compromiso del trabajo productivo por la patria" y de "formarse t¨¦cnicamente para el manejo de las empresas socialistas", el proyecto de ley establece que ser¨¢ deber de los trabajadores "formarse militarmente para la defensa de la soberan¨ªa nacional".
La n¨®mina petrolera deber¨ªa ir a la vanguardia de este ej¨¦rcito, en caso de que a los marines estadounidenses se les ocurra desembarcar en puertos venezolanos. Lo ha dicho el presidente de Petr¨®leos de Venezuela y, a su vez, ministro de Energ¨ªa, Rafael Ram¨ªrez. "El comandante Ch¨¢vez ha hecho un llamado a que los trabajadores se incorporen en la milicia nacional. Tienen que estar los trabajadores porque es importante que sepan los enemigos de la revoluci¨®n, el imperialismo norteamericano, que la industria petrolera est¨¢ al servicio de nuestro pueblo. No vamos a permitir que nos la quiten", areng¨® el ministro a sus empleados, durante el primer encuentro nacional de Comit¨¦s Socialistas de Trabajadores de la industria petrolera, que se realiz¨® el martes en el Estado de Zulia.
Pero esa clase obrera "revolucionaria" llamada a conducir las industrias no ha crecido al mismo ritmo que el capital de este Estado petrolero. A pesar de los esfuerzos del Partido Socialista Unido de Venezuela, la revoluci¨®n no ha logrado, en 10 a?os, hacerse con una base sindical s¨®lida, y las reivindicaciones laborales en el sector p¨²blico, desde el magisterio hasta los petroleros, est¨¢n a la orden del d¨ªa.
Por eso, para cerrar el c¨ªrculo, el Gobierno tambi¨¦n se ha planteado sustituir a los sindicatos por "comit¨¦s socialistas de trabajadores" con los que el Estado-patr¨®n s¨ª estar¨ªa en disposici¨®n de negociar contratos y salarios. Una figura a la que tambi¨¦n se refiri¨® el martes el ministro Ram¨ªrez: "Los comit¨¦s socialistas son una l¨ªnea del comandante Ch¨¢vez, son una l¨ªnea de nuestro partido. No puede haber ninguna empresa bajo control estatal que no tenga comit¨¦ socialista. Quien no tenga comit¨¦ socialista es sospechoso de estar conspirando contra esta revoluci¨®n".
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