Acerca del CNI (II)
Seg¨²n est¨¢ mandado en la Ley 11/2002, de 6 de mayo, mediante dos reales decretos de numeraci¨®n correlativa, dictados el pasado 24 de abril, se dispon¨ªa, a propuesta de la ministra de Defensa y previa deliberaci¨®n del Consejo de Ministros, el cese por expiraci¨®n de su mandato y el nombramiento para otro nuevo de Alberto Saiz, como secretario de Estado director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Hab¨ªa trascendido alg¨²n desacuerdo previo para esa renovaci¨®n entre la vicepresidenta primera del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, y la ministra de Defensa, Carme Chac¨®n. La primera, es competente porque preside la Comisi¨®n Delegada del Gobierno para Asuntos de Inteligencia, encargada de velar por la adecuada coordinaci¨®n de todos los servicios de informaci¨®n e inteligencia del Estado, en aras de la formaci¨®n de una comunidad de inteligencia. La segunda, porque tiene al CNI adscrito a su departamento. Venci¨® el pulso la vicepresidenta, pero su victoria fue p¨ªrrica.
Parece que Saiz hab¨ªa mostrado cierta preferencia por despachar con De la Vega, puenteando a la ministra
Al renovado director no le fueron aceptadas las medidas de depuraci¨®n que propon¨ªa para restablecer la disciplina y parece que a partir del momento en que declin¨® atender determinados requerimientos de Jotapedro empez¨® a padecer los embates del diario predilecto de Moncloa, el cual se dedic¨® a publicar algunas filtraciones internas que daban cuenta de dispendios varios en ¨¢mbitos de la pesca deportiva. As¨ª, en apenas dos meses se precipit¨® su dimisi¨®n y se procedi¨® a su relevo, acordado por otro real decreto simult¨¢neo de 3 de julio, donde se nombraba para el cargo al general F¨¦lix Sanz Rold¨¢n, a quien se confiaba la misi¨®n de restablecer el orden sin beneficiar a los indomables. Sucede que la designaci¨®n se hizo p¨²blica la v¨ªspera, cuando la ministra de Defensa se encontraba de visita oficial en Washington. Entonces, esa ausencia se adujo para declararla ajena a un nombramiento que deb¨ªa hacerse a propuesta suya.
Para subsanar esa impresi¨®n, aquel mismo viernes, 3 de julio, se ide¨® la fotograf¨ªa del nuevo titular del CNI, pendiente a¨²n de tomar posesi¨®n, en el despacho de la ministra, que se?alaba con el dedo ¨ªndice en actitud de demostrar autoridad. En medios del Gobierno se reconoc¨ªa la eficacia de Alberto Saiz en el ¨¢mbito de la lucha antiterrorista, un dato que habr¨ªa abonado su continuidad. Pero la informaci¨®n es poder y parece que Saiz hab¨ªa demostrado cierta preferencia por despachar con la vicepresidenta, puenteando a la ministra de Defensa. M¨¢s all¨¢ de estos detalles, la lectura del Bolet¨ªn Oficial del Estado, donde permite advertir que para ser nombrado director del CNI basta sin m¨¢s la propuesta del ministro de Defensa, es decir, merecer su confianza, mientras que el secretario general, que es su segundo con rango de subsecretario, ha de seleccionarse "entre personas de reconocida experiencia y competencia profesional en el ¨¢mbito de la Inteligencia". As¨ª que el agr¨®nomo Alberto Saiz, sin otros antecedentes que los de sus responsabilidades en la Consejer¨ªa de Agricultura de la Junta de Castilla-La Mancha, pudo ser nombrado director del CNI por obra y gracia del ministro Jos¨¦ Bono, pero no habr¨ªa podido ser designado secretario general.
Ahora, la condici¨®n militar del reci¨¦n nombrado F¨¦lix Sanz Rold¨¢n se quiso interpretar de manera primaria como un retroceso, despu¨¦s de que se hubieran sucedido en la direcci¨®n del CNI a partir de 2002 el diplom¨¢tico, Jorge Dezcallar, y el agr¨®nomo, Alberto Saiz. Pero el general Sanz Rold¨¢n tiene una trayectoria que incluye destinos en Washington y en Bruselas, estuvo adscrito a la Direcci¨®n General de Pol¨ªtica de Defensa, fue jefe del Estado Mayor de la Defensa, primer eslab¨®n de la cadena de mando militar. En esa estructura ha contado con el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas. As¨ª que descartar a personas de su val¨ªa ser¨ªa una excentricidad y un despilfarro para nuestro pa¨ªs.
Otra cuesti¨®n distinta es que el presidente del Gobierno est¨¦ habilitado por la disposici¨®n adicional tercera de la ley m¨¢s arriba mencionada para modificar por un simple real decreto la adscripci¨®n org¨¢nica del CNI a otro departamento ministerial, por ejemplo el de Presidencia o el de Fomento. Tambi¨¦n deber¨ªa reconsiderarse que el control parlamentario del CNI lo ejerza esa exc¨¦ntrica Comisi¨®n de Fondos Reservados del Congreso de los Diputados, que algunos denominan por su cuenta Comisi¨®n de Secretos Oficiales, en lugar de una constituir una Comisi¨®n de Inteligencia.
Adem¨¢s, habr¨ªa que atender a los efectos colaterales que derivan del Estatuto del Personal y en especial la renuncia impuesta a quienes se integren en el CNI a la carrera profesional, en muchos casos militar. Son materias pendientes para el pr¨®ximo d¨ªa.
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