El mediador Arias teme una guerra civil en Honduras si fracasa la negociaci¨®n

El estancamiento del di¨¢logo entre las partes en conflicto en Honduras y la ruptura de las conversaciones han disparado las alertas que nadie quer¨ªa o¨ªr. La posibilidad de enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas leales al Gobierno de facto del presidente Roberto Micheletti y los grupos que apoyan al presidente depuesto, Manuel Zelaya, sali¨® a relucir en las declaraciones del mediador del conflicto, el mandatario costarricense ?scar Arias, y del secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), Jos¨¦ Miguel Insulza.

"Puede haber una guerra civil y un derramamiento de sangre que el pueblo hondure?o no se merece", declar¨® Arias al lamentar la imposibilidad de acercar a los representantes de Zelaya y de Micheletti en la segunda ronda de conversaciones en Costa Rica este fin de semana. Arias no logr¨® m¨¢s que convencer a las partes de comprometerse a no tomar ninguna decisi¨®n antes de este mi¨¦rcoles, pues espera sacar de la chistera alguna soluci¨®n m¨¢gica que apacig¨¹e la crisis. Conversaciones telef¨®nicas con Washington, Tegucigalpa, Managua y Bruselas est¨¢n en la agenda presidencial. Ayer mismo, la Comisi¨®n Europea congel¨® ayudas por un importe de 65,5 millones de euros para el Gobierno hondure?o tras el fracaso de las gestiones de Arias. El golpe es duro para un pa¨ªs que necesita la ayuda exterior para sobrevivir.

"Ver¨¦ si podemos lograr un acuerdo entre las partes en conflicto, porque ?cu¨¢l es la alternativa al di¨¢logo? Buena parte del pueblo hondure?o, ustedes lo saben, tiene armas. ?Qu¨¦ pasa si se dispara una de esas armas contra un soldado, o un soldado dispara su arma contra un ciudadano armado?", declar¨® Arias, flanqueado por los representantes de ambas partes despu¨¦s de 13 horas de negociaciones. La delegaci¨®n de Micheletti declar¨® inaceptable el retorno de Zelaya al poder y m¨¢s bien termin¨® atacando a Arias por considerar que estaba entrometi¨¦ndose en asuntos internos de Honduras.

Insulza coincidi¨® con los temores del mediador. "Si Arias pide tres d¨ªas m¨¢s es porque cree que vale la pena hacer el intento (...) Yo no creo que sea un buen camino el de la insurrecci¨®n y el de la confrontaci¨®n, pero creo que no lo vamos a evitar si no hay de parte del Gobierno de facto alguna flexibilidad", manifest¨® el secretario de la OEA a una radio chilena. Mientras, los hondure?os viven con el coraz¨®n en un pu?o, con manifestaciones durante el d¨ªa y el toque de queda de todas las noches.

Arias pide paciencia. Pero las organizaciones defensoras de Zelaya parecen crecerse con el llamado a la "insurrecci¨®n" del mandatario depuesto. "Aqu¨ª nadie se rinde, se est¨¢ comenzando. Ahorita son protestas pac¨ªficas, pero no se puede descartar que la cuesti¨®n llegue a mayores", dijo a la agencia Reuters Wilfredo Moncado, uno de los l¨ªderes sindicalistas que han cerrado filas en torno a Zelaya.

Ni Moncado ni nadie en Honduras se atreve a negar que las armas abundan. Las cifras oficiales indican que hay un arma legal por cada 33 habitantes. A ello se suma el arsenal de las fuerzas de seguridad y, quiz¨¢ tan abundante y potente, el de los grupos criminales. "Muchas han ingresado por conductos legales, pero una vez dentro del territorio es imposible saber en manos de qui¨¦n est¨¢n", coment¨® Luis Alberto Cordero, director de la Fundaci¨®n Arias para la Paz, la entidad que el presidente de Costa Rica fund¨® tras recibir el Nobel de la Paz.