Occidente aprieta las clavijas al r¨¦gimen de Micheletti

Panam¨¢ y las potencias de Occidente han incrementado las medidas de presi¨®n para resolver el conflicto de Honduras. A solo horas de que se cumplan los tres d¨ªas establecidos por el mediador, el presidente costarricense ?scar Arias, para alcanzar un acuerdo, el r¨¦gimen de facto hondure?o es el blanco de las gestiones que realiza de manera personal el presidente paname?o, Ricardo Martinelli. Tambi¨¦n es el Gobierno de Roberto Micheletti el objeto del apret¨®n de tuercas que la Uni¨®n Europea y Estados Unidos aplican mediante el recorte de sus millonarias ayudas al empobrecido pa¨ªs centroamericano.

Representantes de Micheletti viajaron este lunes a Panam¨¢, donde coincidieron con el canciller costarricense, Bruno Stagno, miembro del equipo mediador que lidera Arias en Costa Rica. En frente ten¨ªan al nuevo mandatario hondure?o, cuyo discurso lanzado desde el propio d¨ªa de la toma de poder lo coloca en clara oposici¨®n al movimiento "bolivariano" que lidera Venezuela con aliados regionales como Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Honduras, por lo menos hasta el 28 de junio pasado, cuando se ejecut¨® el golpe de Estado contra el mandatario Jos¨¦ Manuel Zelaya. Micheletti, le dio este martes un plazo de 72 horas a toda la misi¨®n diplom¨¢tica de Venezuela en Tegucigalpa para que abandone el pa¨ªs, inform¨® la viceministra hondure?a de Exteriores, Martha Lorena Alvarado.

Martinelli y Micheletti coinciden m¨¢s que en sus or¨ªgenes italianos. El paname?o parece querer aprovechar la coincidencia ideol¨®gica para suavizar la dura posici¨®n con la cual sus representantes bloquearon las conversaciones en la propia residencia de Arias, a quien incluso lo culparon de intromisi¨®n en los asuntos internos de honduras. Arias hab¨ªa propuesto siete puntos, encabezados por la restituci¨®n de Zelaya en el poder, una posibilidad que resulta casi insultante para el r¨¦gimen de Micheletti.

Tuvo entonces que venir un interlocutor para el interlocutor. "Ante las dificultades (del) proceso de mediaci¨®n en San Jos¨¦, el presidente Martinelli consider¨® oportuno ofrecer avenidas de di¨¢logo que garanticen la integridad personal de los hondure?os y el retorno, tan pronto sea posible, al orden democr¨¢tico (...) Los contactos de Panam¨¢ han coadyuvado a mejorar la comunicaci¨®n del proceso de mediaci¨®n", estim¨® el canciller paname?o, Juan Carlos Varela, seg¨²n AP. ?l reiter¨® la necesidad del retorno de Zelaya al mando en Tegucigalpa, aunque advirti¨® de la inconveniencia de un regreso a la fuerza, como quieren cada vez con m¨¢s entusiasmo grupos populares que apoyan al presidente depuesto en Honduras.

Toda una red de esfuerzos diplom¨¢ticos se teje en la regi¨®n a las puertas del vencimiento de los tres d¨ªas que pidi¨® el mediador ?scar Arias antes de que alguna de las partes hondure?as en conflicto se atreva a dar por acabada cualquier negociaci¨®n. Muchos temen que Centroam¨¦rica vuelva a emitir al mundo noticias que mezclan pol¨ªtica y sangre, como las que escribieron cientos de corresponsales extranjeros en los a?os 80. Por eso cada pa¨ªs aboga por el respeto, si no devoci¨®n, por las formalidades de la democracia que, en este caso, parecen inclinarse a favor de Zelaya, quien en una m¨¢s de sus declaraciones candentes asegur¨® a un diario argentino que en su pa¨ªs "ya se vive una guerra civil".

Las potencias de Occidente, sin embargo, intentan deso¨ªr la ret¨®rica de Zelaya. M¨¢s bien aprietan clavijas contra Honduras como forma de presionar a Micheletti. La Uni¨®n Europea, adem¨¢s de congelar la ayuda de 74 millones que da al presupuesto p¨²blico hondure?o, anunci¨® este martes en Bruselas que dejar¨¢ en el m¨ªnimo posible los contactos diplom¨¢ticos con el r¨¦gimen de Micheletti.

Estados Unidos, por su parte, amenaza. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, realiz¨® a Micheletti "una llamada muy dura", informaron en Washington. La jefa de la diplomacia de Washington record¨® a Micheletti la posibilidad de recortar las ayudas y "las eventuales consecuencias a largo plazo para las relaciones" bilaterales que podr¨ªan sobrevenir si el r¨¦gimen de facto no accede a al di¨¢logo con las propuestas de Arias.