La prueba del pudin
En las situaciones de emergencia es cuando un sistema pol¨ªtico tiene que demostrar su solidez. De las crisis que tales situaciones de emergencia desatan, se puede salir m¨¢s fuerte o m¨¢s d¨¦bil e, incluso en determinados casos, puede ocurrir que el sistema no aguante y tenga que procederse a su sustituci¨®n por otro.
Hasta el momento, el sistema pol¨ªtico democr¨¢tico construido a partir de la muerte del general Franco ha estado sometido a tensiones importantes tanto durante la fase constituyente como despu¨¦s de la entrada en vigor de la Constituci¨®n, pero ha sido capaz de soportar esas tensiones sin que se haya visto alterada en ning¨²n momento la normalidad ni en el ejercicio de los derechos ciudadanos ni en el funcionamiento regular de los poderes p¨²blicos. Se ha soportado una presi¨®n terrorista muy intensa sin que se haya tenido que recurrir al estado de excepci¨®n o de sitio, y se ha revolucionado la estructura del Estado, pasando de uno de los Estados m¨¢s centralistas del mundo a uno de los m¨¢s descentralizados, sin que la prestaci¨®n de los servicios p¨²blicos se haya resentido respecto de la que prestaba anteriormente. M¨¢s bien todo lo contrario. Si exceptuamos el intento de golpe de Estado del 23-F de 1981, no ha habido ninguna circunstancia exterior o interior que haya puesto en crisis la f¨®rmula de gobierno resultante de la transici¨®n.
Parece que podemos encontrarnos en la antesala de una situaci¨®n de emergencia, en la que vamos a poder comprobar la solidez del Estado auton¨®mico construido en estos ¨²ltimos decenios. Si cristaliza la amenaza de gripe en los t¨¦rminos en que parece que puede hacerlo, no cabe duda de que el servicio p¨²blico de la sanidad espa?ola, completamente descentralizado en 17 servicios auton¨®micos, se va a tener que enfrentar a un reto de magnitud desconocida hasta la fecha. Ante una emergencia de esta naturaleza es donde el ejercicio del derecho a la autonom¨ªa por las nacionalidades y regiones va a tener que demostrar que es una buena f¨®rmula para ordenar la convivencia ciudadana.
Administrativamente se van a tener que producir 17 respuestas ante esta nueva emergencia sanitaria, pero pol¨ªticamente esas 17 respuestas administrativas tienen que operar como si fueran una sola. La evidencia emp¨ªrica de que disponemos indica que la sanidad espa?ola no se ha resentido como consecuencia de la descentralizaci¨®n del servicio, sino todo lo contrario. Pero tampoco se ha encontrado ante una emergencia como aquella a la que puede tener que hacer frente el pr¨®ximo oto?o. Y en un ambiente en el que existe una preocupaci¨®n ciudadana sobre el alcance de esta nueva variedad de gripe, que la informaci¨®n en los medios de comunicaci¨®n no hace m¨¢s que traducir.
Que la preocupaci¨®n ciudadana no se convierta en alarma va a depender en buena medida de la confianza que los ciudadanos tengan en la respuesta de la sanidad p¨²blica espa?ola y de la seguridad que los servicios de salud transmitan de que va a producirse una respuesta uniforme en todo el territorio del Estado. Confianza y seguridad que es importante que se transmita desde ya.
La emergencia a la que tenemos que poder enfrentarnos es probable que se convierta en la mayor prueba de resistencia de nuestro sistema auton¨®mico, en la que vamos a poder comprobar la solidez del mismo. Parece que se est¨¢ procediendo a la coordinaci¨®n entre el Ministerio de Sanidad y las consejer¨ªas de Salud y que estaremos debidamente preparados para cuando llegue el momento. Tengo bastante confianza en que va a ser as¨ª, pero, como dice el refr¨¢n ingl¨¦s, la prueba del pudin est¨¢ en el momento de comerlo.
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