El arte de filmar la danza
El nombre de Carlos Saura se instala en las grandes influencias de la danza teatral espa?ola en t¨¢ndem con Antonio Gades. Juntos produjeron desde la versi¨®n filmada de Bodas de sangre al menos feliz, y en cierto sentido incomprendido, Amor brujo. En medio, Carmen, en cine primero y en teatro, despu¨¦s, un experimento sin precedentes en el ballet espa?ol. Sin duda estos t¨ªtulos han marcado la est¨¦tica de lo que sucedi¨® tanto contempor¨¢neamente como despu¨¦s. Al Gades esencial y sint¨¢ctico se sumaba el pulimento Saura basado en un estilo de consunci¨®n entre escenario de luz y escenario f¨ªsico; la geometr¨ªa resultante ven¨ªa a obtenerse por dos v¨ªas: un baile discretamente acentuado en lo coral y una especie de lente coreogr¨¢fica que se hac¨ªa coadyuvante del narrativo. Poco sitio para el trascendente simb¨®lico, los excesos localistas o el tipismo. Si se sostiene el aserto de que el ballet espa?ol y el ballet flamenco son artes modernas en s¨ª desde sus etapas fundacionales en los albores del siglo XX, Gades y Saura representan su cristalizaci¨®n contempor¨¢nea. Esa elaborada sobriedad dot¨® al estilo Gades-Saura de un empaque capaz de gustar a enterados y ne¨®fitos. Algo de aquel instinto regulador estaba en el de Elda y el cineasta lo apuntal¨® con oficio e intuiciones que se han quedado en el consciente colectivo de la profesi¨®n.
Saura sigui¨® entusiasta en la senda del baile filmado. Sevillanas y Salom¨¦ son las mejores de una serie de obras donde filmar la danza desde una perspectiva po¨¦tica reg¨ªa gui¨®n y tem¨¢tica. En todas estas pel¨ªculas la danza es linfa argumental, eje. Puede haber historias, pero el baile manda. Y este eje de valoraci¨®n ha influenciado a tantos. Algunas soluciones pl¨¢sticas se repiten peligrosamente en todas las obras y casi siempre son salvadas por la eficacia del que baila y la pericia del que filma. El poder de la luz como esmalte de la danza, rescatadora de su m¨¢s preciado dibujo, debe mucho a Saura y sus iluminadores que lejos de imponer una f¨®rmula se entregaban a la b¨²squeda de un arropo justo.
Siempre se puede so?ar con qu¨¦ hubieran hecho con Fuenteovejuna, ¨²ltima creaci¨®n de Gades y obra maestra de su estilo.
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