El inesperado Cavendish

?ngel Nieto, que no s¨¦ yo si es ciclista pero que de las dos ruedas entiende, dec¨ªa que no hab¨ªa ganado 13 mundiales, sino 12+1. Al parecer lo hac¨ªa sencillamente por superstici¨®n. Cavendish ayer gan¨® de nuevo en el Tour, la quinta vez en lo que llevamos de edici¨®n. Pero por diversas razones podr¨ªamos decir que no son 5, sino 4+1 las victorias del ingl¨¦s, porque la de ayer no entraba en los planes.

Por una parte porque era una etapa ideal para las fugas. Etapa de la tercera semana intercalada entre una contrarreloj y una llegada en alto: es de manual, fuga asegurada. Muchos corredores con tiempo perdido en la general que se han tomado la crono del d¨ªa anterior como d¨ªa de descanso, y ciertos equipos que a¨²n no han ganado, no pueden desaprovechar una de las ¨²ltimas oportunidades. Pero es que adem¨¢s contaba con el a?adido de que el principio de la etapa era en lo que se suele denominar como un recorrido pestoso, sube y baja constante con un par de cotas de cuarta categor¨ªa; y el final, con una larga bajada a la que preced¨ªa un puerto de segunda categor¨ªa. Una subida de 14 kil¨®metros que si bien no era dura en cuanto a porcentajes, s¨ª que deb¨ªa superar un desnivel de unos 500 metros. Y eso, tal y como est¨¢n las fuerzas a estas alturas, no es ya ninguna tonter¨ªa.

Por lo tanto, las opciones de Cavendish de continuar con el suma y sigue eran muy escasas en la salida, pero resulta que la carrera discurri¨® de un modo distinto al esperado. Fue un d¨ªa r¨¢pido, muy r¨¢pido, la media de 46 kil¨®metros por hora da la medida de ello. Y el hombre sali¨® igual de mentalizado que en la Mil¨¢n-San Remo, y super¨® el puerto en el grupo de cabeza cuando pr¨¢cticamente nadie pensaba que ser¨ªa capaz de hacerlo.

Las circunstancias hicieron que la fuga no llegase a buen t¨¦rmino y que se llegase a pie de la subida en pelot¨®n agrupado. La fuga del d¨ªa fue demasiado numerosa -20 corredores- y por ejemplo mi equipo -uno de los que a¨²n no ha ganado en este Tour- no ten¨ªa representaci¨®n. Es decir que a mis compa?eros les toco tirar del grupo, un poco por orgullo, otro por castigo, y otro porque con esa subida al final, las opciones de que el grupo se seleccionase y de que Freire fuese el ¨²nico sprinter superviviente eran altas. De ah¨ª la velocidad final, pues fue un d¨ªa sin descanso que puede pasar factura en la recuperaci¨®n de cara al Ventoux.

Pero como ya he dicho, Cavendish sorprendi¨® a sus rivales superando el puerto en el reducido grupo de cabeza; porque 45 corredores son bastantes, pero que Cavendish sea capaz de aguantar tama?a selecci¨®n, yo este a?o solo lo hab¨ªa visto en el Poggio de San Remo. Est¨¢ demostrando el ingl¨¦s que es de los que hay que tener en cuenta cuando se propone algo, y de los que adem¨¢s se crecen cuando todos los dem¨¢s opinan que no ser¨¢ capaz de conseguirlo.

No obstante, aunque es sin duda alguna el mejor sprinter que hay en carrera, no ganar¨¢ el maillot verde de la regularidad, que ir¨¢ a parar a manos de Hushovd. Mucho m¨¦rito lo del noruego. Pero a¨²n queda el sprint de Par¨ªs, y all¨ª el favorito es uno que puede ganar su sexta etapa, aunque si lo consigue tendremos que decir que fueron 5+1, 5 y la inesperada de Aubenas.