Suelas nuevas para el 'Trotamundos'
Las m¨ªticas gu¨ªas 'Routard' se renuevan en su edici¨®n espa?ola con 20 vol¨²menes
Hay un perfil de un viajero que reconocen generaciones de medio mundo. Camina a paso tranquilo con pantalones, camisa y zapatillas marrones. A sus espaldas lleva una curiosa mochila: un globo terr¨¢queo con asas y bolsillos situados estrat¨¦gicamente en continentes como ?frica o Am¨¦rica. Su nombre, en franc¨¦s, Le Routard; en espa?ol, la Trotamundos.
La m¨ªtica gu¨ªa francesa fundada en 1973 renace en Espa?a gracias a Anaya. Hasta el pasado marzo, Salvat se encargaba de publicarla. Pero su adaptaci¨®n no despertaba demasiadas pasiones en el fundador del libro, Philippe Gloaguen. "Las gu¨ªas Salvat eran un poco mediocres. Anaya tiene m¨¢s experiencia en viajes, suyas son las gu¨ªas Total o Touring. Estoy muy satisfecho con el resultado", asegura por tel¨¦fono. El salto a Anaya Touring Club ha sido sencillo: "Tanto Salvat como Anaya son filiales de Hachette, mi casa editorial. Hachette pens¨® que cambiar de editor aumentar¨ªa la calidad. Y no se ha equivocado".
Desde el nuevo sello apuntan: "Nuestro equipo ha trabajado mano a mano con Philippe Gloaguen. Se ha actualizado cerca del 60% del contenido y se han ampliado las obras. Salvat hab¨ªa cercenado algunas y nosotros hemos recuperado el formato original. Por ejemplo, la gu¨ªa de Par¨ªs ha pasado de tener 464 p¨¢ginas a 848. Este 2009 se publican 20". Otra novedad: la maquetaci¨®n se ha llenado de color y parte de la tipograf¨ªa se ha modernizado.
Un sue?o apasionado
Ha resistido el embate de Internet (su versi¨®n online, www.routard.com, suma dos millones y medio de visitantes), de otras gu¨ªas como Lonely Planet (nacida el mismo mes que la Trotamundos: abril de 1973) y varios baches financieros. Su secreto, seg¨²n su fundador: ser el fruto de un sue?o apasionado. Gloaguen y su amigo Michel Duval estudiaban en la Escuela Superior de Comercio de Par¨ªs a principios de los setenta. Rondaban la veintena. "Necesit¨¢bamos dinero y en vez de pintar apartamentos o dar clases particulares, preferimos el periodismo".
Llamaron a la puerta de varios peri¨®dicos. Quer¨ªan escribir sobre sus escapadas a Ir¨¢n, India o Nepal. S¨®lo las revistas m¨¢s underground apostaron por ellos. "Despu¨¦s de dos a?os escribiendo art¨ªculos de viajes para peque?as publicaciones, nos empe?amos en reunirlos en una gu¨ªa". Tras 19 rechazos, un ignoto librero (Gedalge) acept¨®. La primera Trotamundos apareci¨® en abril de 1973. Era toda una oda al autoestop, con una portada psicod¨¦lica y una lista de hoteles y restaurantes ordenados del m¨¢s barato al m¨¢s caro. Era la primera vez que se publicaba algo as¨ª. Supuso una peque?a revoluci¨®n. Se vendieron miles de ejemplares en un solo verano. El ¨¦xito sonre¨ªa por fin a los intr¨¦pidos Gloaguen y Nerval. Pero su editor muri¨® atropellado por un autob¨²s. Volv¨ªan a estar solos. Sin embargo, la gu¨ªa Trotamundos era ya toda una instituci¨®n y cuatro grupos tentaron a los dos amigos con contratos millonarios. Finalmente apostaron por Hachette. Y en 1975 publicaron 52.000 ejemplares de cuatro t¨ªtulos. Los turistas cool y los m¨¢s hippies se lanzaron a comprarlos en masa, y bautizaron la gu¨ªa Trotamundos como "la Biblia azul" (por el color de su portada).
Era el inicio de un camino lleno de aventuras. Gloaguen ha recorrido unos 40 pa¨ªses en busca de aventuras y hoy cuenta con unos 80 redactores-viajeros, con 40 editores y 7 redactores jefe. Y es el rey de todo el planeta de bolsillo de la Trotamundos.
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