Detenido en Navacerrada el jefe de la banda mafiosa de Los Miami

Se baj¨® de la furgoneta. Sin la pr¨®tesis de su pierna. Tranquilamente. Juan Carlos Pe?a Enano, de 43 a?os y alrededor de 1,70 metros, se dej¨® detener sin ni siquiera sudar. El considerado jefe de la banda de delincuentes Los Miami -dedicada al tr¨¢fico de drogas, ajustes de cuentas y extorsiones, entre otros delitos- llevaba cuatro a?os desaparecido. Le perdieron la pista en abril de 2005. Ten¨ªa una cita como imputado en un juicio por tr¨¢fico de drogas. Pero se esfum¨®. Hasta el pasado mi¨¦rcoles, el d¨ªa del cumplea?os de su hijo. Agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa lo detuvieron ese d¨ªa en un chal¨¦ de Navacerrada.

Pe?a, que perdi¨® la pierna izquierda en una de las ocasiones que intentaron matarlo, hizo un par de maniobras para intentar huir. No lo consigui¨® y se baj¨® del veh¨ªculo. Se dio cuenta de que de frente le ven¨ªa un coche policial y que no ten¨ªa posibilidad de huir. Estaba muy tranquilo, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. No iba armado. Se aferraba a la muleta. Su veh¨ªculo es un coche adaptado y la pierna ortop¨¦dica le molestaba para conducir.

Ese d¨ªa lo pillaron en la calle, pero Pe?a no se dejaba ver mucho. De hecho, la polic¨ªa tuvo dificultades para localizarle porque se hab¨ªa parapetado en su chal¨¦. No sal¨ªa casi nunca. Su actitud era casi paranoica, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. S¨®lo confiaba en su esposa y en su hermano. La inquietud no era infundada y creci¨® tras sufrir dos intentos de asesinato. Ninguno de los vecinos de la lujosa zona residencial en la que viv¨ªa con su familia lo hab¨ªa visto jam¨¢s. El chal¨¦, de tres plantas, con piscina y techo de pizarra, lo alquil¨® su mujer por 1.500 euros al mes. Estaban construyendo uno de su propiedad.

El mi¨¦rcoles pasado era un d¨ªa especial. Su hijo mayor cumpl¨ªa nueve a?os. Pe?a tiene otras dos hijas m¨¢s peque?as, de unos cinco a?os. "No llevaba ning¨²n tipo de vigilancia ni de escolta", comentaron fuentes de la investigaci¨®n. Los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado le buscaban desde hace m¨¢s de un a?o. Se les escabull¨® y, tras una temporada en Brasil, regres¨® a Espa?a. La Audiencia Nacional le buscaba por blanqueo de capitales, asociaci¨®n il¨ªcita y tr¨¢fico de estupefacientes.

Cuando fue detenido, le acompa?aba su hermano Iv¨¢n, que se encuentra en tercer grado penitenciario por un delito de homicidio. La pista que sigui¨® la polic¨ªa hasta este peligroso delincuente fue su esposa. Durante meses y meses, los agentes de la UDYCO central la vigilaron hasta que dieron con ¨¦l. Tras pasar una temporada huido en Brasil, entr¨® en la pen¨ªnsula por Portugal y se instal¨® en Benidorm (Alicante), donde pas¨® alrededor de un mes. De eso hace ya un a?o y medio. La pista se perdi¨® ah¨ª.

La polic¨ªa volvi¨® a encontrar el rastro en Madrid, donde llegaron a comprobar hasta 17 domicilios distintos en ocho meses. Pe?a tomaba cada vez m¨¢s medidas de seguridad. De hecho, lleg¨® a prescindir de su escolta personal, generalmente ejercida por hombres de pa¨ªses del Este (sobre todo b¨²lgaros), para recluirse en las viviendas que ten¨ªa. "Ha ca¨ªdo en una paranoia tremenda. Recelaba de todo el mundo", explica un alto mando policial. Ahora viv¨ªa en un chal¨¦ de alquiler en la localidad de Navacerrada.

Pe?a fue detenido a finales de 2004 cuando fue incautado en el municipio de Mazarr¨®n (Murcia) un contenedor con 70 kilos de clorhidrato de coca¨ªna —la forma m¨¢s com¨²n de la coca¨ªna—, con una pureza de un 80%, procedente de Colombia. Hab¨ªa utilizado la infraestructura de una empresa de la zona para introducir la droga en Espa?a tras viajar al pa¨ªs suramericano.

De Pe?a Enano son muy caracter¨ªsticos sus grandes ojos, profundas entradas en el pelo y su pr¨®tesis en la pierna izquierda. El juicio que se segu¨ªa con ¨¦l y contra otros 20 integrantes de su banda en la Audiencia Nacional comenz¨® el 4 de abril de 2005. Sin embargo, algunos de ellos, entre los que se encontraba Pe?a, no acudieron a la vista. Fuentes policiales explicaron que el detenido fue juzgado en rebeld¨ªa (ausente en el juicio) y que fue condenado a una pena de prisi¨®n de 12 a?os por los tres delitos que le imputaban. Desde entonces, se hab¨ªa convertido en una de las m¨¢ximas prioridades de la polic¨ªa espa?ola, que ve¨ªa c¨®mo se hab¨ªa fugado un peligroso delincuente.

La historia de Pe?a comienza a finales de los noventa con extorsiones, control de la noche madrile?a, en especial de las discotecas de moda, y con mucho movimiento de drogas. De hecho, durante muchos a?os fueron los amos de todo lo que ocurr¨ªa en la capital cuando se pon¨ªa el sol. Nadie pod¨ªa ejercer de portero si ellos no daban el visto bueno.

Durante muchos a?os, este grupo —bautizado as¨ª porque sus miembros se dedicaban a traer veh¨ªculos Corvette desde Florida y luc¨ªan cazadoras con la inscripci¨®n "Miami" en la solapa— trabajaron como matones, cobradores de morosos y ajustadores de cuentas muy relacionados con gente de la far¨¢ndula y los clientes de los locales nocturnos de Madrid. No les temblaba la mano a la hora de ejercer su autoridad.

Los problemas llegaron al grupo cuando se disgreg¨®. Uno de sus lugartenientes, ?lvaro L¨®pez Tard¨®n, se separ¨® de la banda y quiso formar su propia organizaci¨®n. Aquello result¨® impensable para una red tan tupida de delincuentes. L¨®pez Tard¨®n fue secuestrado, torturado y a los pocos d¨ªas liberado. Desde aquel entonces comenz¨® una pugna enorme que Pe?a ha sufrido en dos ocasiones, cuando estuvieron a punto de matarle.

La primera vez se produjo cuando iba en moto y le embistieron con un coche. Fue cuando perdi¨® la pierna izquierda, seg¨²n recuerdan fuentes policiales. La segunda intentona homicida se produjo el 30 de noviembre de 2004, en la confluencia de la calle de la Bungavilla y de la avenida de Burgos, en el distrito de Chamart¨ªn. Recibi¨® dos impactos de bala en la espalda y en el t¨®rax mientras esperaba en un sem¨¢foro en rojo dentro de su Porsche Carrera. El agresor logr¨® huir pese a que la polic¨ªa acordon¨® el garaje en el que supuestamente se refugi¨® el pistolero.

El veh¨ªculo no era de su propiedad. Adem¨¢s, Pe?a ten¨ªa ya en aquel entonces varios antecedentes por tr¨¢fico de drogas y una prohibici¨®n de abandonar Espa?a desde 1999.

Pero Pe?a no ha sido s¨®lo v¨ªctima. Tambi¨¦n se le relaciona con el asesinato del abogado Rafael Guti¨¦rrez Cobe?o, que fue tiroteado sobre las 22.30 en la confluencia de las calles de Menorca y de Men¨¦ndez Pelayo, cerca del parque del Retiro, el 27 de octubre de 2005. Un hombre de aspecto suramericano se acerc¨® al todoterreno del letrado y empez¨® a disparar a discreci¨®n.

Este abogado fue arrestado y encarcelado en Suiza en 2001, junto con la esposa de Juan Carlos Pe?a, por actividades de blanqueo de capitales del narcotr¨¢fico. Ambos fueron localizados con 170 millones de pesetas —algo m¨¢s de un mill¨®n de euros— en el veh¨ªculo en que viajaban. El dinero hab¨ªa sido retirado instantes antes de un banco de la ciudad suiza de Lugano.