Bolero de amor compartido
Fernando Trueba y Javier Mariscal firman 'Chico y Rita', una pel¨ªcula de animaci¨®n ambientada en La Habana y Nueva York, en la que llevan trabajando m¨¢s de 4 a?os
?Frijoles! Siguiendo el rastro del olor de ellos, Rita, una exuberante muchacha, mulata de labios carnosos, entra en la cocina de un lujoso ¨¢tico neoyorquino. "?Hummm! ?Qu¨¦ maravilla!", dice mientras se lanza sobre la cazuela. En la mesa, Chico, un apuesto joven de piel oscura, la mira con hostilidad.
Chico. "?Ya te has cansado de hacer el papel de se?orita encantadora?".
Rita. "?No te gusta que est¨¦ sentada aqu¨ª a tu lado? ?Comiendo frijoles?".
Fernando Trueba (Madrid, 1955) contempla esta escena en un ordenador del estudio de Javier Mariscal (Valencia, 1950) en Barcelona. Sonr¨ªe ante los seductores contoneos de Rita, ante la tristeza de Chico, dos personajes de animaci¨®n creados por Mariscal, protagonistas del primer trabajo cinematogr¨¢fico que firman conjuntamente el realizador y el dibujante.
Hay 129.600 fotogramas en 146 escenas con dibujos de Mariscal
En la pel¨ªcula, que se estrenar¨¢ en 2010, trabajan 340 personas
Y la escena contin¨²a en la pantalla:
Chico. "Me gusta tanto que me da miedo".
Rita. "?Miedo de qu¨¦?".
Chico. "De lo mismo que t¨²".
Rita. "?Y yo de que iba a tener miedo?".
Chico. "?A hacerle caso a tu coraz¨®n por una vez? ?A salir de tu jaula de cristal y no encontrar el camino de vuelta?".
Rita. "?De verdad crees eso? Ven conmigo".
Definitivamente, no eran los frijoles los que hab¨ªan llevado a Rita a la cocina. "Es la pasi¨®n la que ha llevado a Rita a entrar en esa cocina en busca de Chico", apunta Trueba.
La misma pasi¨®n de la que nace Chico y Rita. Ese amor compartido por Trueba y Mariscal por la m¨²sica y la cultura cubana. Una amistad genial y un trabajo de a?os. De la uni¨®n de dos artistas diferentes pero complementarios, del caos visceral y creativo de Mariscal y de la coherencia reflexiva de Trueba, tal y como los ha visto Tono Errando, el tercero en discordia, hermano del dibujante, que firma con ellos la direcci¨®n de este filme, que supone una novedosa experiencia en sus vidas y que tiene un objetivo claro: dar lo mejor al p¨²blico, ofrecer la m¨¢xima calidad en un producto muy cuidado.
Chico y Rita, escrito por Trueba junto a Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n, es ante todo un gui¨®n realista, que habla de sentimientos y emociones. Una tierna historia de amor entre un pianista cubano que sue?a con hacerse un hueco en el mundo del jazz y una cantante de voz fascinante. Un bolero de amor que recorre las calles de La Habana y Nueva York de los a?os cuarenta y cincuenta, en un viaje que va desde la sensualidad cubana hasta la ebullici¨®n musical de los clubes neoyorquinos de los grandes int¨¦rpretes y orquestas del momento, de Charlie Parker, Chano Pozo o Dizzy Gillespie. Fue hace m¨¢s de cuatro a?os cuando Mariscal le coment¨® a Trueba que no quer¨ªa dejar de cumplir su sue?o de realizar una pel¨ªcula de animaci¨®n con un buen gui¨®n y una historia potente.
Las cifras alrededor de este "trabajo de chinos", en palabras de Ang¨¦lica Huete, directora de producci¨®n, son apabullantes. Para 90 minutos de metraje se van a utilizar 129.600 fotogramas en 146 escenas, basados todos en los dibujos originales de Mariscal. En el proyecto, que esperan tener listo para la primavera de 2010, trabajan 50 personas en el ¨¢rea de creaci¨®n y preproducci¨®n y 220 m¨¢s en la producci¨®n, adem¨¢s de contar con la participaci¨®n de 70 m¨²sicos. Hay cuatro estudios de animaci¨®n repartidos por el mundo entero, cada uno con su especialidad -Budapest, S?o Paulo, Madrid y la isla de Mann-, adem¨¢s del de Barcelona, que trabajan a destajo para sacar adelante este proyecto de casi 10 millones de euros, del que ya est¨¢n rodados los di¨¢logos y grabada la m¨²sica.
El estudio de Mariscal bulle de actividad. Nada, sin embargo, se acerca a la explosi¨®n de su titular, que deja una estela de energ¨ªa all¨ª por donde pasa. Miles de dibujos y bocetos descansan en las mesas, con los detalles m¨¢s realistas de cada uno de los elementos que salen en cada fotograma. Dibujos de coches, autobuses, neones, calles, enchufes, muebles, instrumentos musicales, de todos los cachivaches imaginables, invaden los rincones y estallan en las paredes. Una estanter¨ªa llena de libros y fotos de La Habana y Nueva York de los a?os cuarenta y cincuenta, que han sido manoseados a conciencia por Mariscal, sirven de referencia para esta historia anclada en esas dos ciudades m¨ªticas. Se asemeja a un taller de alta costura, donde cada pieza se realiza de manera artesanal.
"Es un bolero de amor", explica Mariscal, ese creador que ha ido guardando dibujos de sus viajes a La Habana en cuadernillos de apuntes que luego regala, el que dice de s¨ª mismo que "ha aprendido dibujando". "Es una historia rom¨¢ntica que tiene mucho de homenaje a Bebo Vald¨¦s, al gran amigo, al ser maravilloso, pero tambi¨¦n a toda esa generaci¨®n. Es una mezcla de historias de m¨²sicos, a los que conoces y a los que no. Es una pel¨ªcula que ha salido sola", a?ade Trueba. En la ajetreada cocina del estudio parecen la pareja perfecta. Hay mucha complicidad. Se admiran, se r¨ªen.
En Chico y Rita se han mezclado las pasiones de Trueba: el cine, la m¨²sica y la pintura. Si algo ten¨ªa claro este realizador, que se dispara en continuos proyectos -prepara estos d¨ªas en Madrid un nuevo disco de Josele Santiago que ha grabado en parte en Nueva York, mientras ultima los detalles para presentar El baile de la victoria en el Festival de San Sebasti¨¢n- es que este proyecto de animaci¨®n ten¨ªa que tener una estructura narrativa cl¨¢sica, como si de una pel¨ªcula de la Warner de los a?os cuarenta se tratara, unido al toque sensual, colorido y moderno de los dibujos de Mariscal. "Son trazos limpios, en una l¨ªnea heredada del dibujo m¨¢s cl¨¢sico de Tint¨ªn", explica el dibujante sobre su trabajo.
El filme ha sido rodado en su totalidad en locales de la Escuela de Cine de San Antonio de los Ba?os, en Cuba, con personajes reales. "Era la manera de que los animadores tuvieran la informaci¨®n dram¨¢tica, de darle una carga m¨¢s humana y profunda. Un material de una riqueza enorme para que el animador pueda trabajar. Tambi¨¦n para controlar los movimientos, la puesta en escena, la c¨¢mara y que todo estuviera como yo quiero", explica el realizador, quien ha introducido en la parte musical un elemento innovador. Ha invitado a m¨²sicos a trabajar como si fueran actores para conseguir una banda sonora original y no una simple compilaci¨®n. As¨ª Mike Mossman ha tocado como si fuera Dizzy Gillespie, Jimmy Heath ha imitado el estilo de Ben Webster y la m¨²sica de Chano Pozo la ha interpretado Yaroldi Abreu. Finalmente, el piano prodigioso de Bebo Vald¨¦s es el que suena en el instrumento que toca Chico. "He ido eligiendo los m¨²sicos que pod¨ªan hacer esas interpretaciones, los que estuvieran m¨¢s cerca de su estilo, lo conociera o lo entendiera".
Nieve, una persecuci¨®n, que hubiera cafeter¨ªas, cabarets. ?sas fueron algunas de las peticiones que Mariscal hizo a Trueba para que las incluyera en el gui¨®n. Y as¨ª lo hizo, entre otras cosas, para disfrutar con las creaciones de su amigo. "Siempre he estado enamorado de la libertad que tiene al trabajar, de su trazo, de su l¨ªnea, el color y la vitalidad, la alegr¨ªa y la sensualidad que tiene. Mariscal es el Mediterr¨¢neo, pero tambi¨¦n es un hijo de Picasso, como lo son David Hockney y otros artistas. Las calles de La Habana que ha dibujado son m¨¢s bonitas que las de verdad".
Mariscal no quiere parar. "Chico y Rita tendr¨¢ continuaci¨®n", asegura. "Fernando es un regalo, y haremos otros proyectos de animaci¨®n. Esto no ha hecho m¨¢s que empezar. Sue?o con un producto estable, y que el p¨²blico se enamore de esta pel¨ªcula, que lloren emocionados".
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