El celador de un sue?o urbano
Tiene a su cargo paisaje, semillas y cultivos del gran espacio vegetal
Mariano S¨¢nchez, vicedirector del Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid desde hace tres a?os, es ingeniero t¨¦cnico agr¨ªcola, experto en arboricultura, paisajista y jardinero. Regenta un equipo de 40 personas y tiene a su cargo, adem¨¢s, la huerta m¨¢s singular de Madrid, un microcosmos de los numerosos cultivos que pueden darse en la regi¨®n, desde sabrosas berenjenas hasta 12 variedades de tomate. "La huerta del Jarama es muy rica", explica este sevillano de 53 a?os, criado en Palma de Mallorca, que vino a Madrid a estudiar Ingenier¨ªa T¨¦cnica Agr¨ªcola. Desde hace tres a?os, tras la llegada a la direcci¨®n de Gonzalo Nieto, S¨¢nchez es uno de los m¨¢s altos responsables de un bosque urbano neocl¨¢sico de ocho hect¨¢reas, que alberga m¨¢s de 7.000 especies vegetales, 1.397 ¨¢rboles. "Me sorprende el olmo del Ca¨²caso, de m¨¢s de 140 a?os, de preciosa arquitectura, por sus colores, su porte majestuoso y sus 34 metros de altura", explica. Considera que el Bot¨¢nico "es como un sue?o en el coraz¨®n de Madrid". Enclavado en el paseo del Prado -"los podadores de los ¨¢rboles m¨¢s pr¨®ximos al paseo bajan completamente tiznados por la contaminaci¨®n", precisa-, este vergel "recibe al a?o 490.000 visitantes", asegura. Bajo el denso follaje de sus copas buscan la frescura que destila, entre mil aromas, el jard¨ªn neocl¨¢sico madrile?o, creado por mandato de Carlos III en 1774 e inaugurado en 1781. Como conservador bot¨¢nico, Mariano S¨¢nchez vela por todas las vicisitudes que afectan a la vegetaci¨®n y es responsable de su paisaje. Rige, adem¨¢s, un banco de germoplasma creado para conjurar el peligro de extinci¨®n de algunas especies. Fiscaliza tambi¨¦n los endemismos y las semillas que el Bot¨¢nico regala a otras instituciones. Y gestiona el personal. Es el encargado de Horticultura, cometido que le asigna el dise?o de las plantaciones, las tipolog¨ªas de cultivo y las metodolog¨ªas a aplicar.
1.397 ¨¢rboles y 7.000 especies vegetales coexisten en ocho hect¨¢reas
"Los ¨¢rboles de sombra pueden alcanzar 30 metros en 30 a?os"
En la primera Escuela-Taller de Jardiner¨ªa creada en Madrid por el arquitecto Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez Gonz¨¢lez, Peridis, Mariano S¨¢nchez se form¨® en los a?os ochenta. Ahora ¨¦l es profesor de paisaje en la Escuela Superior de Arquitectura.
Tiene a su cargo 40 jardineros de los 140 cient¨ªficos, t¨¦cnicos y auxiliares con los que cuenta esta instituci¨®n "nacida para investigar, conservar y difundir los conocimientos bot¨¢nicos", reitera. En su casa, cuida un peque?o jard¨ªn donde crecen una parra virgen, un ¨¢rbol de J¨²piter y un olivo silvestre "que, en teor¨ªa, puede vivir mil a?os y m¨¢s a¨²n", dice sonriendo. A ¨¦l le gustar¨ªa ser recordado como un jardinero innovador. ?Cu¨¢l es la innovaci¨®n que ha protagonizado en el Jard¨ªn Bot¨¢nico? "La de sustituir las plantas cultivadas de vivero por las de origen natural que crecen en nuestros suelos, como la sierra de Guadarrama", explica.
Mariano S¨¢nchez ha presidido de 1999 a 2007 la Asociaci¨®n Espa?ola de Arboricultura. ?Qu¨¦ tal es la salud de los ¨¢rboles de Madrid? "Regular, por la contaminaci¨®n, y ello pese a, que despu¨¦s de Tokio, es la ciudad del mundo con m¨¢s ¨¢rboles, unos 290.000... Pero la capital japonesa es m¨¢s h¨²meda", se?ala. "Aqu¨ª pasamos del fr¨ªo polar durante unos pocos d¨ªas del invierno, a jornadas en que la humedad desciende al 11%, una situaci¨®n que te deja la garganta completamente seca", dice. "Con tales extremos, los ¨¢rboles sufren mucho". A su juicio, "otro peligro enorme es el clima; veremos sus efectos en 10 a?os, m¨¢s o menos; tilos y casta?os de Indias comienzan a morir prematuramente", precisa. ?Qu¨¦ ha de saber un lego sobre las plantas y su cultivo? "Es preciso que sepa que los ¨¢rboles de sombra necesitan un alcorque de un metro c¨²bico, aunque sea rectangular su disposici¨®n; que en 30 a?os un ¨¢rbol de tal naturaleza crecer¨¢ como una casa de 10 pisos; que en alcorques de 40 cent¨ªmetros, ¨²nicamente se pueden plantar arbolitos como gestroemia, aligustre, pac¨ªficos, carpes y ostria carpincifolia, por ejemplo".
?Y a prop¨®sito del riego, qu¨¦ debe tenerse en cuenta? "Respecto del riego, a los tres o cuatro a?os, los ¨¢rboles deben buscarse por s¨ª mismos la vida, el agua, a trav¨¦s de sus ra¨ªces; en muchas ocasiones, el agua superficial no les favorece, sino que les perjudica, a no ser que se instale un drenaje que haga al agua subir de abajo arriba y no al rev¨¦s, como sucede al regar los alcorques de ¨¢rboles veteranos ya que, por el crecimiento del ¨¢rbol, el agua queda fuera del alcance de su ra¨ªz".
Entre los proyectos que el Jard¨ªn Bot¨¢nico considera a corto plazo se encuentra "la instalaci¨®n de un arboreto en La Poveda, una parcela del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, instituci¨®n de la que el Jard¨ªn Bot¨¢nico depende". Acaricia la idea de montar un invernadero, as¨ª como "un banco con el ADN -una especie de carn¨¦ de identidad biol¨®gica- de las plantas"; de momento, ya guarda m¨¢s de 2.300 semillas. Se propone ampliar la colecci¨®n de bons¨¢is con m¨¢s ejemplares de gran calidad y dotar al jard¨ªn, en un espacio secundario, de cafeter¨ªa, tienda y un aula mediaombiental pr¨®xima a los cultivos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.