La polic¨ªa da por probado que agentes de Granados espiaron a Prada en 2008

Jos¨¦ Oreja S¨¢nchez, Jos¨¦ Luis Caro Vinagre y Antonio Coronado Mart¨ªnez, los tres ex guardias civiles que fich¨® como asesores de seguridad el consejero de Interior de Madrid, Francisco Granados, y que ma?ana comparecen ante una juez por el espionaje pol¨ªtico, "han sido los autores de los partes de seguimiento analizados y, por tanto, los autores de los seguimientos y vigilancias a que dichos partes hacen referencia". Es la conclusi¨®n del informe de la polic¨ªa tras cotejar los partes difundidos por este diario del espionaje al ex consejero de Justicia Alfredo Prada y al vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, con las ubicaciones de los m¨®viles de dichos agentes. Los posicionamientos de sus tel¨¦fonos coinciden en fecha, hora y lugar con la ubicaci¨®n de Prada reflejada en los partes. Es la prueba de que estos tres agentes del Gobierno de Aguirre, a pesar de sus burlas sobre este esc¨¢ndalo y el cerrojazo a la comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria, siguieron pegados como una lapa a Prada en los d¨ªas reflejados por los partes del espionaje, aunque los tres alegaron no recordar d¨®nde estaban cuando la polic¨ªa les interrog¨® en marzo pasado.

Telef¨®nica s¨®lo tiene guardado datos del ¨²ltimo mes de seguimientos

Los imputados negaron ante la polic¨ªa cualquier tipo de espionaje

El informe policial da un impulso decisivo sobre el esc¨¢ndalo del espionaje desde el Gobierno de Madrid a rivales de Aguirre en la v¨ªspera del congreso del partido en Valencia -uno de ellos, Prada, era vicepresidente de su Gobierno-. Prueba que los partes de espionaje eran reales y reflejaban una actividad ilegal desarrollada minuciosa y tenazmente por agentes de la Consejer¨ªa de Interior y de la m¨¢xima confianza de Granados.

Le siguieron a Chinch¨®n

La investigaci¨®n policial certifica que cuando Prada estaba en Chinch¨®n, all¨ª estaban los agentes-esp¨ªa imputados: el parte indica que llega a las 12.20 y se va a las 18.15; y "los tel¨¦fonos usados por Oreja, Caro y Coronado se encuentran en la hora de influencia de Chinch¨®n precisamente entre las horas 12.31 y 18.44". Si acud¨ªa a Brea de Tajo a las 11 horas, all¨ª estaba su equipo de marcaje: "Los tel¨¦fonos usados por Oreja y Coronado se encuentran en la zona de influencia de Brea de Tajo precisamente entre las 11.53 y las 13.09". Si regresaba a su domicilio, en N¨²?ez de Balboa, hasta all¨ª le segu¨ªan los asesores de Granados, "22. 23 en Hermosilla". Y un largo etc¨¦tera. Si estaba en el hotel Hesperia o Palace, all¨ª merodeaban sus sombras... Si cambiaba de lugar, los m¨®viles de los asesores de Granados hac¨ªan igual recorrido. Las horas y los lugares de las llamadas telef¨®nicas delatan y desnudan la actividad ilegal de estos tres agentes.

Pero la polic¨ªa ha topado con un escollo: Telef¨®nica s¨®lo conserva un a?o los datos sobre los posicionamientos de las llamadas de los m¨®viles. Y como se solicitaron datos sobre ocho agentes sospechosos de realizar los seguimientos el pasado 6 de mayo, s¨®lo se han entregado las llamadas efectuadas por los sospechosos a partir del 6 de mayo de 2008. Los partes de seguimiento comienzan en marzo.

Sin embargo, la muestra de un solo mes ha bastado para demostrar que estos tres ex guardias civiles s¨ª han espiado a Prada a partir de esa fecha, lo que no excluye que los restantes cinco agentes intervinieran en los partes y seguimientos previos a tal fecha, de los que no hay datos telef¨®nicos. Los asesores de Granados, cuando ma?ana comparezcan ante la juez por un delito que compete a sus jefes, malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, deber¨¢n arrostrar el dilema de si colaboran en aclarar qui¨¦n les dio las ¨®rdenes para tal marcaje a Prada u optan por una labor que puede ser entendida como obstrucci¨®n a la justicia.

De hecho, la polic¨ªa destaca en su informe que ya omitieron un dato cuando fueron interrogados en marzo pasado. La polic¨ªa les pregunt¨®, por un error derivado de este diario, si hab¨ªan vigilado a Prada el 13 de abril de 2008 en Chinch¨®n. Los tres lo negaron, pero ocultaron que s¨ª lo espiaron en la fecha descrita por el parte, el 13 de mayo de 2008, como ahora queda acreditado. Por supuesto, tambi¨¦n negaron haber participado en vigilancias o seguimientos. Ahora tienen el serio reto de explicar por qu¨¦ mintieron a la polic¨ªa y negaron tal labor.

Tendr¨¢n que aclarar tambi¨¦n qui¨¦n les coordinaba, porque ellos han relatado que tal tarea la desempe?¨® el ex director de Seguridad Sergio Gam¨®n hasta el fichaje como asesor de Granados de Marcos Pe?a, que inform¨® a la polic¨ªa de que su contrataci¨®n data del 7 de mayo de 2008. Por tanto, aunque Pe?a suele alegar que ¨¦l no estaba en la consejer¨ªa cuando se produjeron los hechos, su relato prueba lo contrario. Gam¨®n y Pe?a deber¨¢n dirimir qui¨¦n coordin¨® a estos ex guardias civiles en mayo de 2008, mes en el que la polic¨ªa ya da por probado que se produjo un espionaje por estos agentes de Granados.

Aguirre suele argumentar que, si se demuestra que un agente, a t¨ªtulo particular, ha cometido una ilegalidad, ser¨¢ implacable. Pero resulta dif¨ªcil sostener que este espionaje sea obra de agentes incontrolados: los tres ya imputados son asesores de la total confianza de Granados, que, de hecho, recomend¨® a Pe?a que los usara para sus informes.

Durante casi un mes, los tres han estado siguiendo en bloque noche y d¨ªa a Prada y relatando cuanto hac¨ªa el vicepresidente de Aguirre. Los movimientos de Prada ten¨ªan un valor pol¨ªtico: era un serio rival de Aguirre en v¨ªas, como ocurri¨®, de ser fichado por Mariano Rajoy para su direcci¨®n nacional del partido. Y el espionaje se produjo el mes previo al congreso nacional del PP, en el que plane¨® un ¨®rdago de Aguirre a Rajoy.

Siete partes cotejados

La polic¨ªa ha cotejado en total 7 de los 35 partes de espionaje difundidos por este diario, pero ha bastado esta muestra para descerrajar la realidad oculta de que ha existido espionaje en el seno del Gobierno regional. Y si estos partes son ciertos, no es osado colegir que los previos, de similar factura y con graf¨ªas de agentes suyos, son igualmente reales, por lo que Manuel Cobo tambi¨¦n fue espiado. Granados insinu¨® d¨ªas atr¨¢s que no ser¨ªa relevante que Prada hubiera sufrido alguna contravigilancia domiciliaria. Un argumento nuevo que ha coincidido con la entrega a la polic¨ªa de los datos que dejaban al descubierto que sus agentes hab¨ªan sido pillados en una labor de seguimiento continuado y clandestino a dirigentes del PP y miembros de su propio Gobierno. Seguir¨ªa siendo ilegal haber practicado tal contravigilancia, porque la protecci¨®n de altos cargos es competencia del Ministerio del Interior. Granados siempre neg¨® que sus agentes, especialmente sus asesores, hubieran seguido a Prada, y los partes no revelan riesgos de atentados, sino que desnudan la vida p¨²blica y privada de Prada y Cobo, y de cuantos ciudadanos se encontraron con ellos en los meses del espionaje que Aguirre neg¨® y la polic¨ªa ha probado.