"Nos apuntaron a la cabeza y nos dieron una hora para abandonar nuestra finca"
Los propietarios espa?oles expropiados cuentan sus problemas a Moratinos
"Un d¨ªa apareci¨® el Ej¨¦rcito venezolano, un pelot¨®n del batall¨®n Jos¨¦ Laurencio Silva, acantonado en El Rastro, una poblaci¨®n cercana a Calaboso, nos apuntaron con sus armas de reglamento a la cabeza y nos dieron un plazo prudencial de una hora para abandonar nuestra finca. Y tuvimos que irnos y dejarlo todo al Estado venezolano que, en vez de mejorarlo, lo que hizo fue destruirlo todo, hasta la cerca se llevaron".
Jos¨¦ Sol¨®rzano Calder¨®n, nacido hace 83 a?os en Santa Cruz de la Palma, era el due?o de la finca La Vaca, con 33.000 hect¨¢reas, 23 empleados, 26.000 piezas de ganado vacuno, 20.000 ovejas y otros tantos cerdos, adem¨¢s de burros y caballos. A la salida de la reuni¨®n que mantuvo el pasado martes con el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, en el Consulado espa?ol en Caracas, se le ve¨ªa algo m¨¢s tranquilo. "Nos ha prometido que el Estado espa?ol har¨¢ todo lo que est¨¦ en su mano, cueste lo que cueste fueron sus palabras, para que se reconozca y se indemnice el da?o causado a los espa?oles que vivimos en Venezuela. Aunque es incalculable el dolor y los trasnoches y la angustia y las l¨¢grimas que hemos derramado".
Su hijo Luis sostiene que hay un fondo de xenofobia en las expropiaciones de las que han sido objeto casi 200 espa?oles. "Me dijeron que no iban a pagar la finca porque si Espa?a tuviera que pagar todo lo que robaron los colonizadores estar¨ªamos en deuda. Y yo les respond¨ª: ?Qu¨¦ culpa tenemos nosotros de lo que hizo Crist¨®bal Col¨®n?".
No todos los que se reunieron con Moratinos eran antiguos terratenientes. Rodolfo ?lvarez, asturiano de 73 a?os, propietario de una hacienda en El Sule, de poco m¨¢s de 80 hect¨¢reas, relata que estaba limpiando sus tierras cuando fueron invadidos. ?Qui¨¦n les invadi¨®? "Gente". ?Y la polic¨ªa? "Bien, gracias". Asegura que no ha podido recurrir a los tribunales porque ni siquiera han querido facilitarle copia de la denuncia, y que no ha vuelto por su propiedad, ya que teme por su integridad f¨ªsica.
"La forma de invadir aqu¨ª es primero someterte a un robo y una persecuci¨®n constantes, luego vienen las amenazas de muerte", explica Jes¨²s Rodr¨ªguez, gallego de 64 a?os que pose¨ªa algo m¨¢s de 60 hect¨¢reas en el Estado de Aragua. "En Venezuela hay organismos oficiales que hacen la vista gorda ante estas cosas", afirma. ?A qui¨¦n se refiere? "Cuestiones pol¨ªticas, usted ya me entiende".
La ley venezolana permite expropiar las tierras ociosas o aquellas cuyos t¨ªtulos de propiedad no est¨¦n claros. Pero aunque se consiga acreditar la compra y la explotaci¨®n de la finca, los procesos son tan largos que los propietarios se arruinan en la espera. Mientras tanto, no pueden acceder a sus fincas, ocupadas por grupos pr¨®ximos al r¨¦gimen chavista, a los que ¨¦ste tolera cuando no alienta. "No es una reforma agraria, no hay un plan de desarrollo rural, s¨®lo actos aislados, cada vez m¨¢s frecuentes, que sirven para alimentar el populismo", sostienen fuentes diplom¨¢ticas. Las ocupaciones no se limitan a fincas r¨²sticas, sino que incluyen solares urbanos y hasta talleres.
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