Caballos, apuestas y luz de luna
Miles de personas acuden al hip¨®dromo de Mijas los fines de semana
Valparaiso se ha escapado y la cuarta carrera de la noche no puede empezar sin ¨¦l. Son m¨¢s de las 12 y la gente se levanta y aplaude al caballo, r¨ªe su insumisi¨®n. Una se?ora, boletos de apuesta en la mano, grita "?ah¨ª, ah¨ª, eso es, muy bien!". Es el hip¨®dromo Costa del Sol en Mijas, "el segundo m¨¢s importante de Espa?a en n¨²mero de visitantes", asegura Rafael Huayas, y¨®quey de profesi¨®n. Delante s¨®lo est¨¢ el de la Zarzuela en Madrid. S¨®lo en la velada del s¨¢bado pasado m¨¢s de 5.000 personas acudieron al hip¨®dromo de Mijas. Esta noche tiene su oportunidad.
En el hip¨®dromo hay unas 20 mesas de apuesta. Cada una hace unos 1.500 euros de media por noche seg¨²n el c¨¢lculo de un par de cajeras. En la zona vip, donde un Elvis marchito ensaya unas canciones, la mesa de apuestas puede hacer hasta 6.000 euros por noche. Si decide jugar, la apuesta m¨ªnima es un euro.
En el recinto se puede beber, comer o bailar; la apuesta m¨ªnima es un euro
En la zona vip hay pantallas para seguir las carreras, servicio de camareros y m¨¢s de un puro candente que contribuye a espesar un aire ya ahumado. Es, quiz¨¢, el ¨²nico lugar que sugiere aquel ambiente decadente en el que se mov¨ªa el carterista Martin LaSalle en Pickpocket (1959).
El hip¨®dromo de Mijas resulta, cuanto menos, curioso. Puede usted ir a cenar, a tomar un trago, a bailar y a apostar, claro. Hay ni?os peque?os que corretean incr¨¦dulos ante las posibilidades que ofrece el recinto; turistas n¨®rdicos de chanclas y calcetines buscando establecer un meeting point con sus cong¨¦neres; se?ores que persiguen la suerte en papeleras llenas de boletos arrugados, despreciados por sus antiguos due?os; damas de falda encolada, melenas rubias, morenas. Los yoqueis, que quede de una vez por todas claro, no son peque?os duendecillos inaccesibles, sino trabajadores afables de gran labor y orgullo. Van de aqu¨ª para all¨¢ con sus protecciones, pes¨¢ndose una y otra vez, cogiendo plomos si hace falta para dar el peso adecuado.
Mary corre en la cuarta carrera con el dorsal n¨²mero tres. Es rubia, finlandesa, sonr¨ªe mucho y compite desde el a?o 2000; antes practicaba la doma cl¨¢sica y ahora se dedica a correr. "Es lo que tiene casarse con un entrenador" cuenta. Mary no puede vivir de las carreras. "Eso lo pueden hacer los mejores, los cinco o diez primeros del ranking". El juez de peso, Pepe, le da un par de plomos. "Es para nivelar la carrera", explica, "su caballo debe pesar m¨¢s, ya que o bien es un buen corredor, o est¨¢ en buena forma". En las carreras que se celebran en Mijas el objetivo es nivelar a los participantes. Si un caballo y su y¨®quey han tenido buenos resultados ¨²ltimamente, deber¨¢n pesar m¨¢s que sus competidores para, as¨ª, equilibrar la carrera. De esa manera, si en una de las mangas se corre a 55 kilos, los mejores tendr¨¢n que pesar m¨¢s para compensar su ventaja.
La afici¨®n a las carreras va creciendo poco a poco. Lo dice Diego, encargado de las relaciones p¨²blicas del hip¨®dromo. Es un se?or magro de pelo blanco y bigote ordenado; tiene un programa de las carreras en la mano. Conoce a todo el que se mueve por all¨ª. "Aqu¨ª viene gente de todas partes, mira, ah¨ª est¨¢ Adri¨¢n. Todos los fines de semana se baja desde Sevilla". Se acerca Adri¨¢n. La afici¨®n le viene de su padre. Ha apostado a colocado por el numero uno en la quinta, es decir, el caballo con el dorsal n¨²mero uno deber¨¢ llegar entre los dos primeros para que ¨¦l cobre. Y cobra. "Ya he recuperado, ?he apostado diez euros y me llevo 20 largos!".
Ir al hip¨®dromo de Mijas es obligatorio, al menos una vez, para confirmar sus sospechas o para sorprenderse.
el hip¨®dromo de mijas abre esta noche y la del viernes que viene a partir de las 21.30. precio de la entrada: 5 euros. gratis para menores de 18 y mayores de 65.
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