'Alunizaje' con truco

El atraco parec¨ªa sacado de una pel¨ªcula de acci¨®n, pero ocurri¨® en pleno distrito de Salamanca y justo cuando empezaban a trabajar los tres empleados de una sucursal de Caja Madrid. Cuatro ladrones se apoderaron de tres sacas llenas de dinero con las que iban a recargar el cajero autom¨¢tico y hacer frente a los pagos del d¨ªa. Los asaltantes se hicieron con una recaudaci¨®n de unos 40.000 euros, seg¨²n fuentes de la entidad. El Grupo XII de la Brigada de Polic¨ªa Judicial, especializado en la lucha contra atracos a bancos, se encarga de las investigaciones.

Todo ocurri¨® en cuesti¨®n de segundos, en la confluencia de las calles de Conde de Vilches y de Marqu¨¦s de Ahumada, junto a la calle de Cartagena. Se trata de una v¨ªa estrecha en la que se aparca en l¨ªnea, justo al lado de la entidad bancaria.

Los ladrones hab¨ªan previsto el asalto al mil¨ªmetro. Con antelaci¨®n, estacionaron un Audi en la acera de manera correcta. As¨ª se aseguraron un hueco a su disposici¨®n. Justo antes de cometer el robo, a las 8.15, sacaron este veh¨ªculo y colocaron con suma pericia y a toda velocidad piedras y pal¨¦s junto al bordillo de la acera y la entrada de la entidad. As¨ª, el BMW que empotraron contra el escaparate pudo salvar el desnivel desde el asfalto y los pocos cent¨ªmetros de pared que hab¨ªa debajo de la enorme cristalera de la caja de ahorros.

"O¨ªmos un ruido enorme. Pensamos que era un accidente, pero cuando nos hemos asomado a la ventana hemos visto el coche empotrado en la cristalera", explic¨® una testigo.

El estruendo despert¨® a algunos vecinos. Pero sorprendi¨® a¨²n m¨¢s a los tres empleados que estaban hablando junto a la mesa de la subdirectora momentos antes de abrir al p¨²blico. "Han pensado que era un accidente, pero enseguida se han dado cuenta de que era algo muy distinto", destac¨® Marcos, empleado de un bar cercano. "Era imposible, porque el coche entr¨® con mucha velocidad y mucha fuerza y en esa calle, al ser tan estrecha, no se corre tanto como para meter medio coche. Ha sido impresionante", a?adi¨®.

El coche qued¨® encajado en los cristales de seguridad de la sucursal. Enseguida se bajaron cuatro hombres que gritaron que aquello era un atraco. Los tres empleados ni se movieron. Los ladrones se apoderaron de tres sacas de dinero que estaban junto al cajero autom¨¢tico y salieron a la carrera. Algunos empleados aseguraron que los delincuentes hablaban con acento suramericano. Otros, sin embargo, afirman que lo hac¨ªan en un castellano sin dejes.

Los atracadores salieron a toda velocidad en el Audi. Los testigos les perdieron la pista. Cerca ten¨ªan importantes v¨ªas de escape como la avenida de Am¨¦rica o la M-30.