Algo se mueve en Brasil

Podr¨ªa pensarse que la nataci¨®n brasile?a vive de C¨¦sar Cielo, el velocista intocable de estos Mundiales de Roma. Pero detr¨¢s del joven de 22 a?os que se entrena en Auburn (Alabama, Estados Unidos) desde hace tres a?os a las ¨®rdenes del australiano Brett Hawkett, ex ol¨ªmpico como ¨¦l, ex velocista como ¨¦l, hay una potencia emergente, un pa¨ªs con escasa tradici¨®n en la nataci¨®n y un enorme amor al deporte. Un vistazo al medallero revela mucho m¨¢s. Con sus cuatro medallas -los dos oros de Cielo en los 50 y los 100 metros libre, la plata de Felipe Fran?a en los 50 braza y el bronce de Polaina Okimoto en los 10.000 de aguas abiertas-, Brasil es el sexto en las carreras, por detr¨¢s de potencias de siempre, como Estados Unidos, Rusia o Australia, y de otras m¨¢s recientes, como China. Hay un dato a¨²n m¨¢s esperanzador para su futuro: sus 15 finalistas en la piscina, incluidos tres relevos.

"La clave es el dinero y el trabajo a largo plazo", explican en la federaci¨®n brasile?a

Las l¨¢grimas de Fran?a con su medalla fueron una de las im¨¢genes m¨¢s conmovedoras de Roma. Replicaban las de Cielo en el podio de los Juegos de Pek¨ªn 2008, en los que logr¨® el oro en los 50 metros y el bronce en los 100 e hizo que todos se preguntaran: ?hay nataci¨®n en Brasil? No s¨®lo la hay, sino que ha despegado enormemente desde la cita ol¨ªmpica. Entonces, aparte de esas dos medallas, Brasil s¨®lo tuvo cuatro finalistas. As¨ª que ha m¨¢s que triplicado sus nadadores relevantes en un a?o.

"La clave del ¨¦xito es el dinero y el trabajo a largo plazo", dice el presidente de la federaci¨®n brasile?a, Coaracy Nunes. El directivo asegura que las medallas de Roma son el resultado de un programa que empez¨® hace 20 a?os y que cuenta con 10 millones de euros de presupuesto anual, casi el doble que el de la nataci¨®n espa?ola. "Mi misi¨®n como presidente no es saber de nataci¨®n, sino conseguir dinero", resume Nunes. Ese dinero, del sector p¨²blico y de empresas privadas, ha permitido a Brasil tener una delegaci¨®n de 110 participantes en los Mundiales.

El otro equipo que ha irrumpido con fuerza es Dinamarca. Con Paul Wildeboer, padre del espa?ol Aschwin, al frente del equipo nacional y liderado por la fondista Lotte Friis -medallista en Pek¨ªn, oro en 800 metros libre y plata en 1.500 aqu¨ª en Roma-, sus nadadores han estado en ocho finales.

China es un caso diferente. Segunda en el medallero (cuatro oros, dos platas y tres bronces), s¨®lo superada por los Estados Unidos de Michael Phelps, es una potencia de ida y vuelta, aunque, en el pasado, ensombrecida por la sombra del dopaje. En Roma ha tenido una actuaci¨®n espectacular que pueden resumir a la perfecci¨®n sus relevos de estilos femenino. Dos oros, dos r¨¦cords del mundo que, Jaked mediante, constatan que la nataci¨®n china sigue al m¨¢ximo nivel.