Camps lleg¨® a su escal¨®n

No es tan n¨ªtida ni un¨¢nime, como est¨¢ vendiendo el PP, la decisi¨®n del Tribunal Superior de Valencia de archivar el caso Camps. En un tribunal formado por tres jueces, legalmente dos constituyen la mayor¨ªa e imponen su decisi¨®n. Pero, en puridad, el caso Camps ha partido en dos a la Sala de lo Penal y Civil de Valencia. No se olvide que esta Sala la integran cuatro magistrados y que dos de ellos han dejado clara su oposici¨®n al archivo de la causa. No s¨®lo Jos¨¦ Flors, el instructor, que ve "indicios suficientes" para sentar a Camps en el banquillo; su colega Juan Montero tambi¨¦n es partidario de que prosigan las pesquisas contra Camps por aceptar miles de euros en regalos de la trama G¨¹rtel.

Si a esta palmaria divisi¨®n en la Sala se une la gran amistad de la que ha hecho gala el propio Camps respecto al presidente de la Sala, Juan Luis de la R¨²a, cabe pensar que el archivo es cuando menos discutible. Tambi¨¦n cobran peso ahora las palabras de Camps cuando el juez Flors abri¨® la puerta a su enjuiciamiento. Convencido del archivo del caso (como si alguien se lo hubiese filtrado), el presidente solt¨® a los periodistas: "Quedan uno o dos escaloncitos y entonces toda esta cuesti¨®n tan extra?a, tan absurda y tan estrafalaria habr¨¢ pasado".

Su escal¨®n le lleg¨® ayer merced a los votos de su amigo De la R¨²a - "tendremos que buscar en el diccionario una palabra distinta a la de amistad que resuma esta ¨ªntima y sentida relaci¨®n entre De la R¨²a y el presidente de la Generalitat", dijo Camps de ¨¦l en 2007- y del tambi¨¦n magistrado conservador Jos¨¦ Francisco Ceres. De la R¨²a fue el gran aval de Ceres en la incorporaci¨®n de ¨¦ste al tribunal valenciano.

Llama tambi¨¦n la atenci¨®n del caso Camps la r¨¢pida reducci¨®n de delitos que aplic¨® la Sala a las diligencias que le remiti¨® el juez Garz¨®n y en las que daba cuenta, no s¨®lo de un cohecho, sino tambi¨¦n de tr¨¢fico de influencias y prevaricaci¨®n.

Antes de que le llegase desde Madrid una parte fundamental del sumario, la Sala valenciana limit¨® la investigaci¨®n al delito de cohecho pasivo del art¨ªculo 426 del C¨®digo Penal, que castiga a la autoridad que recibe regalos, aunque sea a cambio de nada. ?A cambio de nada? ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, jefe de la trama G¨¹rtel en Valencia, mantuvo una esclarecedora conversaci¨®n con Camps al d¨ªa siguiente de los pasados Reyes. La grab¨® la polic¨ªa. En ella, El Bigotes se muestra muy agradecido -"(...) F¨ªjate, f¨ªjate si te debo..."- con Camps. Y Camps, no se olvide, es el jefe m¨¢ximo de una Administraci¨®n que en los ¨²ltimos a?os ha adjudicado casi ocho millones a la trama G¨¹rtel.