El paso que necesitamos

A lo largo de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas en el Pa¨ªs Vasco se ha articulado un complejo sistema de soporte a la innovaci¨®n que se configura en torno a lo que se conoce como la red vasca de ciencia, tecnolog¨ªa e innovaci¨®n. Sin duda, en el marco de esta red el elemento m¨¢s caracter¨ªstico son los 17 centros tecnol¨®gicos que en total suman m¨¢s de 2.600 personas y un volumen de actividad de alrededor de 200 millones de euros anuales.

Los centros tecnol¨®gicos vascos son relativamente peque?os, tienen un grado de especializaci¨®n tecnol¨®gica relativamente escaso y compiten de un modo nada despreciable entre ellos por la financiaci¨®n p¨²blica y los clientes privados. Este modelo ha dado hasta la fecha buenos resultados que quedan patentes en un magn¨ªfico grado de participaci¨®n y retorno en el Programa Marco Europeo (casi el 11% del total espa?ol conseguido en el VII Programa Marco), la colaboraci¨®n con empresas (m¨¢s del 32% de su financiaci¨®n viene por contratos de investigaci¨®n con empresas) y, por supuesto, la conformaci¨®n de una importante masa investigadora y de conocimiento en el conjunto del pa¨ªs.

Aspiramos a ser una sociedad innovadora y ha llegado el momento de avanzar en este objetivo

El marco de referencia es mundial porque nuestras empresas compiten a nivel global

Ser¨ªa poco inteligente no reconocer como sociedad el ¨¦xito y la ventaja competitiva que nos da la red de centros tecnol¨®gicos con la que contamos, pero ser¨ªa un mayor desatino que no fu¨¦semos capaces de mirar m¨¢s all¨¢ de nuestro ombligo y que nos conform¨¢ramos con lo que tenemos sin m¨¢s contemplaciones y sin la necesaria autocr¨ªtica que nos aconseja, por un lado, la magnitud de los retos de innovaci¨®n y diversificaci¨®n sectorial a los que nos enfrentamos y, por otro, la grave crisis econ¨®mica en la que estamos envueltos.

En un mundo cada vez m¨¢s globalizado, los pa¨ªses que captan el valor son aqu¨¦llos que cuentan con conocimiento y tecnolog¨ªa de primer nivel y son capaces de liderar procesos de innovaci¨®n abierta que integran complejas tecnolog¨ªas, sofisticados procesos de producci¨®n, ensamblaje y marketing para crear nuevos productos y servicios y ponerlos con ¨¦xito en el mercado. Y esto y no menos es lo que tenemos que exigir a nuestros centros: conocimiento, tecnolog¨ªa y liderazgo en un sistema global de innovaci¨®n abierto. Ya no vale con ser los l¨ªderes de un sistema vasco o estatal de innovaci¨®n y nos quedar¨ªamos cortos con pensar ¨²nicamente a nivel europeo. El marco de referencia es mundial porque nuestras empresas compiten a nivel global y nuestros ciudadanos aspiran tambi¨¦n a est¨¢ndares globales de calidad de vida.

?C¨®mo avanzar en este camino? En mi opini¨®n la clave estrat¨¦gica est¨¢ en dos palabras m¨¢gicas: "Nichos" y "masa cr¨ªtica". Somos un pa¨ªs peque?o y no podemos aspirar a liderar todas las tecnolog¨ªas y todos los campos del conocimiento y mucho menos conformarnos con ser mediocres en todo. Elijamos algunas pocas tecnolog¨ªas emergentes (nuestros nichos) y apostemos en ellas de modo decidido para estar a la cabeza, ser un polo de referencia mundial y atraer el talento necesario (la masa cr¨ªtica).

Tecnalia, que est¨¢ liderando el proceso de fusi¨®n de siete centros tecnol¨®gicos, y la alianza estrat¨¦gica Ik4, que une los intereses cient¨ªfico-tecnol¨®gicos de otros siete, son pasos en la direcci¨®n correcta. Se precisa, sin embargo, una apuesta m¨¢s audaz, avanzando con decisi¨®n y paso firme hacia la creaci¨®n de una corporaci¨®n tecnol¨®gica que marque las prioridades, una las principales capacidades existentes e integre la cadena de valor del conocimiento y la tecnolog¨ªa con una visi¨®n conjunta y orientada al mercado global como principal referencia.

Esta corporaci¨®n tecnol¨®gica vasca deber¨ªa ser capaz de integrar bajo la misma direcci¨®n y de un modo coherente las capacidades tecnol¨®gicas existentes en las ¨¢reas estrat¨¦gicas del pa¨ªs para apoyar el desarrollo del tejido empresarial presente y para desarrollar nuevas capacidades en sectores emergentes. Esto implica la convergencia en la misma tanto de los principales centros tecnol¨®gicos, como de los Centros de Investigaci¨®n Cooperativa (CIC), para garantizar, en primer lugar, que el conocimiento pr¨®ximo y cercano al mercado de la tecnolog¨ªa que disponen los centros, oriente la investigaci¨®n estrat¨¦gica de los CIC y, en segundo lugar, que la investigaci¨®n estrat¨¦gica y de excelencia realizada por los CIC sirva al conjunto de la corporaci¨®n para integrar cadenas de valor del conocimiento que lleven la excelencia y la capacidad de desarrollo tecnol¨®gico al mercado.

Sin duda, la creaci¨®n de una corporaci¨®n tecnol¨®gica va a permitir al sistema vasco ganar en eficiencia, eliminando muchas duplicidades, pero sobre todo le va permitir incrementar su potencial de mercado, abri¨¦ndole puertas para participar y liderar proyectos cient¨ªfico-tecnol¨®gicos de mayor envergadura, acompa?ar como socio estrat¨¦gico a empresas l¨ªderes tanto vascas como for¨¢neas en sus procesos de innovaci¨®n globales y, por ¨²ltimo, pero no menos importante, crear capacidades para facilitar la creaci¨®n de nuevas empresas intensivas en conocimiento y tecnolog¨ªa de presencia global.

La corporaci¨®n tecnol¨®gica se convertir¨ªa de este modo en el principal buque insignia de la pol¨ªtica tecnol¨®gica vasca y como tal se convertir¨ªa en el principal instrumento para dirigir la apuesta vasca por la innovaci¨®n. El establecimiento claro de las directrices tecnol¨®gicas y de mercado, una gesti¨®n corporativa profesional en la que se combinen adecuadamente los intereses p¨²blicos y privados y un sistema de financiaci¨®n basado en resultados son la clave del ¨¦xito que, como a nadie se le escapa, exigir¨¢n un elevado grado de compromiso institucional.

No hay duda que aspiramos a ser una sociedad innovadora y ha llegado el momento de avanzar de manera significativa en este objetivo. Que mejor paso que la uni¨®n inteligente de nuestras capacidades tecnol¨®gicas para cimentar el largo camino que nos queda por recorrer.

I?aki Barredo es economista y socio de Naider.