Catalu?a ofrecer¨¢ desde septiembre inhibidores sexuales a violadores
El tratamiento ser¨¢ voluntario y se recetar¨¢ a presos con riesgo de reincidencia
Catalu?a ser¨¢, a partir de septiembre, la primera comunidad aut¨®noma que suministra inhibidores sexuales a los violadores con riesgo de reincidencia. La Generalitat empezar¨¢ a recetar el tratamiento -la mal llamada castraci¨®n qu¨ªmica- a los condenados por delitos sexuales que est¨¦n a punto de abandonar la c¨¢rcel y corran el riesgo de cometer nuevas agresiones. La medida ser¨¢ voluntaria: s¨®lo la adoptar¨¢n los presos que lo deseen. Su alcance ser¨¢, adem¨¢s, muy limitado. La consejera de Justicia, Montserrat Tura, cree que si s¨®lo tres presos siguen el tratamiento el primer a?o ser¨¢ "todo un ¨¦xito".
La castraci¨®n qu¨ªmica -expresi¨®n que la mayor¨ªa de expertos rechaza- es, en realidad, un tratamiento hormonal que disminuye la producci¨®n de testosterona. De esa forma, decae tambi¨¦n el deseo sexual del violador, que pasa a comportarse de forma m¨¢s d¨®cil. Pero la inyecci¨®n, por s¨ª sola, no es la panacea. La Generalitat la entiende como un complemento m¨¢s de los programas de tratamiento que ya siguen m¨¢s de medio millar de reos en los centros penitenciarios espa?oles.
La Generalitat cree que convencer a s¨®lo tres presos ya ser¨ªa un ¨¦xito
"En Estados Unidos, algunos abandonan por los efectos secundarios"
El Departamento de Justicia del Gobierno catal¨¢n est¨¢ ultimando el protocolo que detalla c¨®mo se aplicar¨¢ la pol¨¦mica iniciativa. La idea es que los terapeutas informen a los presos que respondan a un perfil determinado sobre la posibilidad de iniciar el tratamiento.
Pero, ?qui¨¦nes re¨²nen los requisitos? S¨®lo un pu?ado de hombres, seg¨²n Justicia. En Espa?a hay m¨¢s de 3.600 reclusos condenados por delitos sexuales. En Catalu?a, apenas 230 de ellos participan en programas de rehabilitaci¨®n y se encuentran, por lo tanto, en la ¨²ltima fase de su condena. Es en ese periodo -cuando los presos empiezan a disfrutar de permisos o ven cerca la salida a la calle- cuando se deben suministrar los inhibidores. Pero la selecci¨®n debe restringirse a un grupo a¨²n m¨¢s reducido: el de los violadores reincidentes. Y seg¨²n un reciente estudio de la Generalitat, un 5,5% de los violadores vuelven a cometer agresiones cuando quedan libres. El resultado es que, este a?o, s¨®lo unos 15 presos son susceptibles de ser tratados con inhibidores. Y entre ¨¦stos a¨²n hay que eliminar a los que no quieran participar.
"La castraci¨®n qu¨ªmica tiene que ser voluntaria; si no, no sirve de nada", seg¨²n fuentes de Servicios Penitenciarios. La raz¨®n es que, adem¨¢s de que el tratamiento se complementa con apoyo psicol¨®gico, es reversible. Es decir, que sus efectos duran s¨®lo mientras el preso acude a inyectarse o a recibir los f¨¢rmacos que precise. El efecto de la inyecci¨®n es m¨¢s largo (s¨®lo hay que acudir una vez al mes) y es, por ello, el m¨¦todo m¨¢s utilizado. Una vez que el reo cumple condena y abandona la c¨¢rcel, s¨®lo su fuerza de voluntad puede hacerle regresar.
Odette Terol, doctora en psicolog¨ªa cl¨ªnica y forense, comparte ese planteamiento. Terol ha tratado a cientos de agresores sexuales en Estados Unidos, donde los inhibidores de la libido funcionan desde hace 13 a?os en programas de libertad condicional. La experta recuerda que, aunque muchas pruebas cient¨ªficas han resultado exitosas, el tratamiento hormonal no es infalible: algunos violadores han vuelto a reincidir incluso con los ¨®rganos sexuales extirpados.
"He tratado a pacientes castrados y a veces no ha funcionado", argumenta Terol. Seg¨²n la doctora, algunos presos abandonaron el tratamiento por temor a los efectos secundarios que pueden originar los f¨¢rmacos: "Crecimiento de las mamas, ca¨ªda del vello, depresi¨®n, obesidad...", detalla. "Algunos acud¨ªan s¨®lo para obtener beneficios en la c¨¢rcel. Pero, a escondidas, se inyectaban testosterona", recuerda.
En el caso de Catalu?a, sin embargo, no habr¨¢ beneficios penitenciarios para los que accedan al tratamiento de inhibici¨®n del deseo sexual. Tampoco se castigar¨¢ a los que se nieguen. En las c¨¢rceles, el hecho de no participar en los programas de tratamiento s¨ª implica la redacci¨®n de informes desfavorables que pueden ser clave a la hora de obtener permisos penitenciarios. "El beneficio es personal: si se someten al tratamiento, es posible que no reincidan y no hagan da?o a m¨¢s gente", sostienen fuentes del departamento.
La medida fue acordada hace un a?o por una comisi¨®n de expertos presidida por el ex fiscal Jos¨¦ Mar¨ªa Mena. La comisi¨®n acord¨® una bater¨ªa de iniciativas para tratar de minimizar los riesgos de la excarcelaci¨®n de violadores reincidentes tras cumplir condena.
Tras el caso de la ni?a Mari Luz, el Gobierno central tambi¨¦n se pronunci¨® a favor de aplicar inhibidores sexuales, aunque hasta hora no ha concretado c¨®mo hacerlo. En pa¨ªses como Estados Unidos, Alemania, Dinamarca o Suecia, funciona ya desde hace a?os.
A golpe de suceso
El debate sobre los inhibidores del deseo sexual ha emergido repetidamente a ra¨ªz de casos en los que se evidencia que la c¨¢rcel no ha cumplido su funci¨®n resocializadora.
- El violador de Palma. En 2004, pidi¨® que se le aplicara este tratamiento en el juicio que le conden¨® por 13 agresiones sexuales. El tribunal lo rechaz¨®.
- Sarkozy. En 2007, el presidente franc¨¦s, Nicol¨¢s Sarkozy, plante¨® la necesidad de aplicar los inhibidores sexuales despu¨¦s de que un pederasta excarcelado volviese a violar a un ni?o.
- Expertos. En Catalu?a, la excarcelaci¨®n del 'violador del Vall d'Hebron' llev¨® a crear una comisi¨®n de expertos que recomend¨® usar inhibidores de la libido.
- El caso Mari Luz. El detonante para que el Gobierno central tambi¨¦n se pronunciase fue el asesinato de la ni?a Mari Luz, fruto de la descoordinaci¨®n judicial.
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