Muerte s¨²bita de Dani Jarque
Un ataque al coraz¨®n siega la vida del central del Espanyol, de 26 a?os
La tragedia golpe¨® ayer a Daniel Jarque (Barcelona, 1983), defensa central del Espanyol, que falleci¨® de forma inesperada en Coverciano, cerca de Florencia, donde el equipo blanquiazul estaba de pretemporada. Un fulminante ataque al coraz¨®n acab¨® con su vida.
El futbolista se hallaba en la habitaci¨®n del hotel, conversando por el tel¨¦fono m¨®vil con su novia, que est¨¢ en la recta final de su embarazo. Pero, de repente, Jarque se desplom¨®. La chica, asustada, llam¨® entonces a un compa?ero del equipo -Corominas, tambi¨¦n de cuarto e ¨ªntimo amigo del central- para alertarlo de que no le respond¨ªa. Al subir Corominas a la habitaci¨®n, junto con el delegado del equipo, Jos¨¦ Mar¨ªa Calz¨®n, inquietos ambos porque no era una actitud normal en Jarque, se encontraron al jugador en el suelo. Sufri¨® una asistolia. El doctor blanquiazul, Miquel Cervera, le practic¨® el protocolo RCP e hizo uso del desfibrilador. Pero se trataba de una asistolia no desfibrilable. A los pocos minutos lleg¨® la primera ambulancia de los servicios de urgencias de Florencia, que recurrieron sin ¨¦xito a un nuevo intento con el desfibrilador y le administraron adrenalina y atropina durante una hora. Pero el coraz¨®n de Jarque tampoco reaccion¨®.
El futbolista estaba en el hotel hablando por tel¨¦fono con su novia cuando se desplom¨®
Elegido capit¨¢n hace un mes, Jarque estaba de pretemporada con el equipo en Florencia
Jarque estaba pasando por su mejor momento deportivo, una vez que el t¨¦cnico, Mauricio Pochettino, lo hab¨ªa escogido como capit¨¢n del equipo. "Es un orgullo y un reto defender la camiseta del Espanyol. Llevar el brazalete es un sue?o hecho realidad", asegur¨® hace dos semanas Jarque, que dedic¨® toda su vida al club blanquiazul. Desde la plantilla prefirieron mantenerse en silencio, consternados por la peor de las noticias posibles. Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, ofreci¨® todo su apoyo al club para tratar de agilizar los tr¨¢mites y contactar con el embajador espa?ol en Italia, Luis Calvo, y el c¨®nsul, Eduardo de la Iglesia.
En el Espanyol no daban cr¨¦dito a lo sucedido. No hab¨ªa indicio alguno -los m¨¦dicos nunca encontraron nada raro en las diversas pruebas de esfuerzo con gases, electrocardiogramas y ecocardiogramas- de que a Jarque pudiera ocurrirle algo. "En las pruebas de resistencia era uno de los m¨¢s fuertes. No nos lo podemos explicar", se?alan en el club. La ¨²nica advertencia del futbolista se produjo ayer mismo, cuando el cuerpo t¨¦cnico dio la tarde libre al equipo. Mientras la plantilla paseaba por Florencia, el jugador decidi¨® quedarse en el hotel -algo raro en ¨¦l porque siempre se rodeaba de los compa?eros del equipo- alegando que no se encontraba demasiado bien.
Jarque fue trasladado al hospital general de Florencia, donde le har¨¢n la autopsia. All¨ª se quedaron el delegado Calz¨®n y el m¨¦dico Cervera a la espera de los resultados y de poderlo repatriar. El Espanyol decidi¨® suspender la gira italiana. Ten¨ªa previsto para hoy un partido amistoso contra el Bolonia, pero regresar¨¢ a Barcelona.
Un t¨ªmido muy atrevido
Bien peinado, espigado y un tanto flacucho como era a los 13 a?os, Jarque dej¨® su equipo de barrio, el Ciudad Cooperativa de Sant Boi de Llobregat, y se present¨® en las instalaciones del Espanyol para realizar su primer entrenamiento. "Soy medio centro", asegur¨®, con su mezcla de timidez y descaro, al presentarse al t¨¦cnico de los infantiles. Pero apenas jug¨®, hasta el punto de que se plante¨® dejar el club. Sin embargo, Tint¨ªn M¨¢rquez, un a?o m¨¢s tarde, lo cambi¨® de demarcaci¨®n. Central. Y Jarque se hizo con un puesto en el equipo que nunca m¨¢s le quitaron.
Internacional con todas las categor¨ªas inferiores de Espa?a, form¨® parte del Espanyol que gan¨® la Copa de 2006 y del que alcanz¨® la final de la Copa de la UEFA al a?o siguiente. "Es una pieza fundamental, alguien capital en el eje de la defensa", se?alaban cuantos entrenadores pasaban por el equipo blanquiazul. Pero Jarque ten¨ªa dos caras. Cuando era cuestionado por los periodistas, bajaba la mirada, se recolocaba el flequillo con un soplido y, sobre todo, se ruborizaba. Sobre el c¨¦sped, sin embargo, no hab¨ªa quien lo amilanara. Y eso que se curti¨® a s¨ª mismo. Debut¨® en octubre de 2002 contra el Rayo Vallecano a las ¨®rdenes de Ram¨®n Moya. Fue Javier Clemente, un mes m¨¢s tarde, quien defendi¨® a ultranza su categor¨ªa, aunque puso de relieve su falta de veteran¨ªa sobre el campo: "Si Jarque hace una entrada a un delantero es Jarque quien acaba en la grada". Con el tiempo, madur¨®. "Ya no soy ese ni?o. Ahora tengo fuerza y experiencia", aseguraba hace apenas dos d¨ªas.
No hace mucho que Jarque afrontaba las ruedas de prensa como "un aut¨¦ntico marr¨®n". "No es que me desagrade. Simplemente, me da verg¨¹enza", aclaraba. Le ven¨ªa de peque?o; se le sub¨ªan los colores cuando el profesor le ped¨ªa que recitara la lecci¨®n en alto. Pero este hijo de electricista y costurera se transformaba en el c¨¦sped. "Un futbolista nunca puede ser vergonzoso en el campo", defend¨ªa. Poco a poco, le gan¨® el pulso a su timidez. Por eso el t¨¦cnico actual, Mauricio Pochettino, lo design¨® capit¨¢n del equipo hace un mes. El vestuario en pleno respald¨® la decisi¨®n. "Tendr¨¦ que esforzarme en mantener la armon¨ªa, dar la cara cuando las cosas vayan mal, escuchar los deseos de la plantilla y luchar por los intereses comunes", resolvi¨® la semana pasada; "pero exigir¨¦ a todos trabajo, ayudas al compa?ero y generosidad en el esfuerzo. Somos el Espanyol y hay que salir a morder, rascar y demostrar nuestro orgullo".
Tampoco se sonrojaba dentro del vestuario cuando compart¨ªa el tiempo con sus amigos de coraz¨®n. No dudaba en bromear con Coro, su compa?ero de habitaci¨®n y pareja en el futbol¨ªn -Jarque era un hacha con la defensa y el portero-, menos le costaba echarse a re¨ªr de los m¨²ltiples chistes de Mois¨¦s Hurtado o mofarse de los que se atrev¨ªan a retarle a la pocha, su juego de cartas preferido. "Era el m¨¢s humano de todos los futbolistas que he conocido", revelan varios empleados del club. Amante del submarinismo y de la pesca, Jarque recordaba con gran afecto la final de la Copa del Rey juvenil, cuando batieron al Madrid. A ¨¦l le recordar¨¢n todos como un futbolista sensacional y una persona de diez.
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