El PP prende la mecha de la crispaci¨®n

Agosto ha dinamitado las relaciones institucionales entre las dos grandes formaciones pol¨ªticas de Espa?a, PP y PSOE, envueltas en una guerra sorda a cuenta de las tramas de corrupci¨®n que salpican a los populares. Este partido ha desencadenado esta semana una virulenta e inaudita escalada verbal contra el Gobierno, que los socialistas interpretan como una reacci¨®n de defensa ante las investigaciones judiciales que ponen bajo sospecha a algunos dirigentes del partido de Mariano Rajoy.

Impulsado por la victoria electoral de las europeas, animado por los ¨²ltimos datos de las encuestas y aliviado por el archivo de la causa abierta por cohecho contra Francisco Camps, uno de sus principales barones, a Rajoy se le presentaba un inmejorable arranque de sus vacaciones. Tanto que celebr¨® euf¨®rico ante los periodistas la exculpaci¨®n provisional -el archivo est¨¢ recurrido- de Camps, ironiz¨® sobre el negocio que har¨ªan los vendedores de tila a cuenta de los que esperaban la condena del presidente valenciano y exigi¨® cuentas a "la Inquisici¨®n" que denunci¨® las andanzas de la trama corrupta en Valencia. Despu¨¦s habl¨® de un agosto ideal para visitar "chiringuitos".

Pero el recurso de la Fiscal¨ªa ante el Supremo, que tendr¨¢ el efecto de mantener bajo sospecha al presidente valenciano durante al menos ocho meses con la amenaza de un traum¨¢tico regreso al banquillo de los acusados, sumado a una inquietante redada judicial contra otra trama corrupta desarticulada en Baleares que afecta a ex altos cargos populares, ha devuelto a Rajoy y los suyos a los peores tiempos de la crispaci¨®n.

Desde Marbella, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, se encarg¨® de agitar la vida pol¨ªtica con algunas de las acusaciones m¨¢s graves hechas nunca en democracia contra un Gobierno. Cospedal asegur¨® el martes que la Fiscal¨ªa persigue a la oposici¨®n m¨¢s que a ETA. Le debi¨® de parecer poco y al d¨ªa siguiente asegur¨® que los socialistas han ordenado escuchas ilegales a la oposici¨®n. Hasta los jueces, fiscales y polic¨ªas conservadores se mostraron escandalizados por las asombrosas declaraciones. La cuesti¨®n de si esta es una estrategia meditada y razonada en el PP para el pr¨®ximo curso pol¨ªtico sigue a¨²n en el aire. Ni siquiera el rango de quien lanz¨® esa acusaci¨®n (nada menos que la n¨²mero dos del partido) despeja esa duda.

A pesar de que las acusaciones cuestionan el sistema mismo, Rajoy calla. Nadie aval¨® a Cospedal el primer d¨ªa. Incluso alg¨²n dirigente ha expresado en privado su estupor. El departamento de prensa del partido tard¨® varias horas en deslizar la idea de que estos hechos ya hab¨ªan sido denunciados, aunque la denuncia del pasado d¨ªa 24 que trata de hallar las fuentes period¨ªsticas de EL PA?S no dec¨ªa nada parecido.

Despu¨¦s, todav¨ªa sin presentar pruebas, Crist¨®bal Montoro y Jos¨¦ Luis Ayll¨®n avalaron las acusaciones. El m¨¢s expl¨ªcito fue, ayer, Esteban Gonz¨¢lez Pons. "Hay gente en la justicia y en la polic¨ªa que est¨¢ empezando a darnos muchas claves", dijo en la Cope. Se entiende que la afirmaci¨®n deja fuera a la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura, al miembro del Poder Judicial Fernando de Rosa, nada menos que ex consejero de Camps, y a la CEP, sindicato policial que suele sintonizar con el PP. Todos ellos salieron el jueves, junto a todos los profesionales de la justicia y las Fuerzas de Seguridad a los que indirectamente Cospedal acus¨® de corruptos, a defender la honorabilidad de las instituciones y a exigir una denuncia formal si el PP tiene constancia de tales hechos.

El Gobierno recibi¨® indignado y desconcertado estas andanadas verbales. Hubo miembros del Ejecutivo que pensaron que lo mejor ser¨ªa ningunear a Cospedal para rebajar la tensi¨®n: "Le ha dado demasiado el sol", ironizan. E incluso barajaron la idea de que, tras la tormenta desatada por esas palabras, el PP echar¨ªa el freno. Reflexionaron sobre la necesidad de establecer un contacto discreto con Federico Trillo, al que consideran "la mano que mece la cuna", en palabras de Elena Valenciano, pero lo descartaron. Al final, los socialistas concluyeron que hab¨ªa que ser contundente en la respuesta por una denuncia tan calumniosa. El presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, de vacaciones en Lanzarote, consideraba muy grave que alguien pudiera acusar a su Gobierno de crear en Espa?a un estado policial; y, aunque opt¨® por una reacci¨®n templada e institucional -pidi¨® "responsabilidad" al partido de Rajoy-, dio v¨ªa libre a su partido para responder sin miramientos.

"El PP est¨¢ corro¨ªdo por la corrupci¨®n", declar¨® la diputada Elena Valenciano. "El PP teme que algunos casos de corrupci¨®n, y el ¨²ltimo de Mallorca, tengan graves consecuencias penales. Est¨¢n preparando el terreno para que, si les va mal en los tribunales, instalar la idea de que son v¨ªctimas de la persecuci¨®n ordenada por el Gobierno", se?alaron otros dirigentes socialistas a este peri¨®dico. "El PP reedita la crispaci¨®n como forma de hacer pol¨ªtica ante la evidente ausencia de alternativas", se?al¨® Jos¨¦ Blanco, el vicesecretario general del PSOE.

Pero el PP no se arredra y quiere que desfilen por el Congreso de los Diputados los supuestos culpables de tan graves delitos: el fiscal general del Estado -para que explique si hay un trato desigual a los imputados por corrupci¨®n del PSOE y del PP-, el Ministerio del Interior -para que aclare qui¨¦n filtro el sumario sobre la corrupci¨®n del caso G¨¹rtel y diga si ha pinchado los tel¨¦fonos de dirigentes populares- y la vicepresidenta primera del Gobierno -para que responda si ha presionado al fiscal contra el PP y si sus viajes por Latinoam¨¦rica son un despilfarro innecesario-.

A¨²n hay otro frente para alimentar la ciza?a. Las Cortes valencianas, con mayor¨ªa absoluta del PP, boicotea desde mayo el nombramiento de la socialista Leire Paj¨ªn como senadora. Esta semana ha sugerido que obligar¨¢ a Paj¨ªn a pasar un examen de valencianidad -nunca realizado a ning¨²n candidato- antes de votarla. El PSOE ha perdido la paciencia. Por boca de su vicesecretario general, Jos¨¦ Blanco, amenaz¨® con tomar represalias haciendo algo tambi¨¦n ins¨®lito: vetar al PP en la direcci¨®n de varios organismos p¨²blicos que deben designarse a partir de septiembre. La ruptura institucional, la reedici¨®n de la crispaci¨®n, est¨¢ servida.