Se proh¨ªbe besar
El Colegio Oficial de M¨¦dicos de Madrid ha colgado en su fachada una pancarta de 30 metros con esta leyenda: "No beses, no des la mano, di hola". En definitiva, se nos exhorta a que, de ahora en adelante, imitemos el saludo japon¨¦s que consiste en una leve inclinaci¨®n de cabeza, y punto. ?sas son las prevenciones fundamentales contra la gripe A que, seg¨²n todas las previsiones, atacar¨¢ aviesamente tras el verano. Tambi¨¦n parece muy importante lavarse las manos varias veces al d¨ªa.
La efusividad tiene que desaparecer de nuestras vidas hasta que pase la pandemia o incluso para siempre, como ha ocurrido con el preservativo. Esto va a provocar situaciones para morirse de risa. Julia Fari?a, presidenta del Colegio de M¨¦dicos de Madrid, reconoce que "afortunada o desafortunadamente, los espa?oles somos muy propensos a besarnos y tocarnos, incluso con las personas apenas conocidas". Y m¨¢s en Madrid, donde se besa a cualquiera por cualquier tonter¨ªa y en cualquier momento.
Las personas bordes se van a poner de moda de inmediato por obligaci¨®n, y la gente arisca. Llegan tiempos de misantrop¨ªa. Se va a imponer ser lac¨®nico y huidizo. Esto tiene su parte positiva porque despacharemos a los plastas y a los espesos de medianoche con un hola y un adi¨®s, y si te he visto no me acuerdo. Y, adem¨¢s, a un metro de distancia, como poco. Cualquier acercamiento es peligroso, cualquier abrazo, cualquier conversaci¨®n. Por tanto, hay que huir necesariamente de las personas locuaces, que alborotan a los virus malignos y que debieran convertirse en estatuas. No hay mal que por bien no venga.
"Noli me tangere (no me toques)", dijo Jesucristo a Mar¨ªa Magdalena. ?sa podr¨ªa ser la consigna contra la gripe A. Y tambi¨¦n el lema de las relaciones interpersonales sanitariamente correctas. Para morirse de risa, pero es as¨ª.
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