Civilizada y civilizadora Europa
Lo que est¨¢ ocurriendo con la inmigraci¨®n en Italia: delito de inmigraci¨®n clandestina, c¨¢rcel para quien sea solidario, patrullas ciudadanas deteniendo inmigrantes, hasta seis meses de internamiento administrativo..., parece una situaci¨®n aberrante para el siglo XXI en la civilizada y civilizadora Europa. Sin embargo, el italiano es un caso menos singular de lo que creemos.
El Ministerio del Interior espa?ol ha publicado su Balance de la Lucha contra la Inmigraci¨®n Ilegal, 2008: se consigui¨® reducir en un 25,6% la llegada de inmigrantes ilegales hasta alcanzar cuotas del a?o 2002, cuando gobernaba el PP, y al mismo tiempo aument¨® en un 12,1% las expulsiones, hasta los 10.616 extranjeros, m¨¢s que ning¨²n a?o previo; buenos resultados, pero manifiestamente mejorables en 2009, de ah¨ª el n¨²mero tasado de arrestos a efectuar a partir del mes de enero, por los 15.710 efectivos policiales especializados en fronteras e inmigraci¨®n. Espa?a seguir¨¢ siendo la primera beneficiaria de fondos de la UE en materia de inmigraci¨®n (Fronteras y Retorno), percibir¨¢ 90 millones de euros correspondientes a 2009-10, lo que supone el 18,6% del total de los presupuestos de la UE al respecto.
Esto nos compromete con nuestros socios europeos pero nos enfrenta a nuestros vecinos africanos: el a?o pasado fue "especialmente significativo el aumento de las repatriaciones de inmigrantes ilegales de Nigeria, Mal¨ª, Mauritania y Guinea Conakry".
Hablar de lucha contra la inmigraci¨®n ilegal contribuye a mantener el falso imaginario colectivo que ve la inmigraci¨®n como un asunto que escapa al control y legitima la vinculaci¨®n de inmigraci¨®n y delincuencia, idea perversa pero recurrente, sobre todo en tiempos de crisis econ¨®mica y desempleo.
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